El Gobierno no sabe si Juan Carlos I asistirá a la celebración del aniversario de la monarquía
Sostiene que la decisión depende, exclusivamente, de Casa Real, pero está a la espera de la posición de Zarzuela sobre el acto que tendrá lugar en noviembre
- El acto de conmemoración y el debate interno
- La figura de Juan Carlos I: un tema delicado
- La decisión, en manos de Zarzuela
- El acto de noviembre, en vilo
El acto de conmemoración y el debate interno
El Gobierno no sabe si el rey emérito, Juan Carlos I, acudirá al acto en conmemoración de la monarquía, incluido en los más de 100 eventos por el aniversario de la muerte de Francisco Franco. Moncloa delegó en Casa Real la decisión, pero aún no ha obtenido respuesta. El evento se celebrará después del verano, en noviembre, y sí acudirá el actual monarca, Felipe VI.
El Ejecutivo sigue a ciegas, nueve meses después de haber agendado el acto. A finales del año pasado, Moncloa comenzó a esbozar los más de 100 actos que iba a organizar para celebrar la “llegada de la democracia”, según anunció el presidente Pedro Sánchez —aunque las primeras elecciones no llegaron hasta dos años después del fallecimiento del dictador—.
En el equipo del presidente y el comité que decide y organiza estos actos quedó claro que debía haber, al menos uno, sobre la corona y el papel que jugó en la Transición del régimen a la democracia. Pero desde el principio, este punto generó un profundo debate en el Ejecutivo. Gobierno, Transición a la democracia.
Aunque el Gobierno no ha organizado directamente los actos, sino que es el comité —diseñado por el Ejecutivo— quien se encarga, Moncloa sí está muy pendiente de este evento en particular por la carga política y simbólica que contiene. Fuentes socialistas recuerdan que sus bases son y siempre han sido republicanas, no monárquicas, y no cala muy bien entre sus filas depositar mucho mérito en Juan Carlos I como piedra angular de la Transición.
La figura de Juan Carlos I: un tema delicado
Pero al margen del debate que genera la jefatura del Estado en el propio Partido Socialista, la magnitud del problema es mayor. En Moncloa consideran al emérito una figura ‘radioactiva’, con un índice de popularidad nulo en el electorado progresista por los desajustes fiscales que tuvo que saldar con dos regularizaciones. Figura radioactiva, electorado progresista.
Sendas maniobras le permitieron firmar la paz con Hacienda y la Justicia, pero no con los votantes de izquierda. Según los sondeos que maneja Ferraz, el rechazo a su figura es máximo y un acto de conmemoración con Juan Carlos I presente no convence nada en el Ejecutivo. Sondeos, rechazo máximo.
La decisión, en manos de Zarzuela
Sin embargo, el Gobierno sigue sosteniendo que el 100% de la decisión depende de Zarzuela. En privado, admiten que sería difícil gestionar un homenaje al emérito, pero confían en la decisión que termine tomando Felipe VI. Casa Real, decisión Zarzuela.
Como adelantó ECD, la invitación del emérito generó mucho debate en el propio Ejecutivo. Finalmente, se saldó delegando en Casa Real, pero hubo altos cargos de Moncloa que debatieron los pros y los contras. El principal factor a favor es el papel que desempeñó Juan Carlos I en esa época de la historia de España; en contra, la retahíla de escándalos que protagonizaron el final de su reinado y cuyo eco dura hasta la actualidad.
El acto de noviembre, en vilo
Poco se conoce del acto que se prepara para noviembre. Más allá del nombre, “La monarquía y la democracia”, y de saber que será un acto que conmemore e ilustre el cordón umbilical que une a ambas desde la muerte de Franco, hay una discreción total. En Moncloa no aclaran si se debe a que no quieren filtraciones o a que aún no tienen nada pensado, pero fuentes gubernamentales admiten que todo cambiaría si finalmente acude el emérito. Acto noviembre, secretismo.
El tipo de acto y el homenaje darían un giro para no dar un protagonismo excesivo al rey Juan Carlos I. De momento, en el Gobierno contienen el aliento ante la decisión que comunique Casa Real, que siempre se ha inclinado más por dejar atrás el lado más sombrío del reinado del emérito. Casa Real decidirá. Gobierno a la espera, futuro incierto.