Pedro Sánchez pierde a los jóvenes: Vox y Sumar se disputan el voto juvenil

El PSOE pierde el favor de los jóvenes y las mujeres, dos pilares clave de su victoria en 2023. Vox y Sumar capitalizan el descontento generacional.
El PSOE ya no lidera entre los jóvenes
El PSOE ya no lidera entre los jóvenes
  1. Caída sostenida entre los menores de 30 años
  2. Vox y Sumar, más fuertes entre las nuevas generaciones
  3. Los millennials también se alejan del PSOE
  4. Las razones del cambio: vivienda y precariedad económica
  5. Vox capitaliza el malestar juvenil
  6. La respuesta del Gobierno: ayudas a la vivienda y transporte
  7. Un voto en transformación

En las elecciones generales de julio de 2023, el PSOE logró frenar el impulso del Partido Popular y revertir los pronósticos que auguraban las encuestas. El éxito socialista se explicó en buena parte por el apoyo de dos grupos clave: las mujeres y los jóvenes. Según la encuesta postelectoral del CIS, Pedro Sánchez superó en más de siete puntos porcentuales a Alberto Núñez Feijóo entre el electorado femenino —30,8% frente a 23,2%—, y obtuvo una ventaja de hasta diez puntos entre los votantes de 18 a 34 años.

Dos años después, la situación ha cambiado de forma notable. De acuerdo con la última encuesta de Sigma Dos, el PSOE ha perdido su liderazgo entre ambos segmentos. Entre las mujeres, el partido ya no es la primera fuerza desde hace meses. Y entre los más jóvenes, el retroceso se ha intensificado desde el verano.

Caída sostenida entre los menores de 30 años

Durante la primera mitad de 2025, Sánchez y Feijóo se alternaban el liderazgo entre los votantes de 18 a 29 años. Sin embargo, desde julio, el PSOE no ha vuelto a ser el partido más votado en este grupo. En apenas tres meses, su respaldo ha caído del 27,8% al 19,3%, según el sondeo de octubre. Esa pérdida de apoyo sitúa ahora a los socialistas en tercera posición, superados por el PP y Vox.

El 30,3% de los jóvenes votaría hoy al PP, mientras que el 22,7% lo haría por Vox. El PSOE, con un 19,3%, queda a once puntos de los populares y a poco más de tres de la formación de Santiago Abascal. Sumar, con un 14,4%, mejora su posición respecto al verano —crece 3,3 puntos— y absorbe parte del voto joven socialista, aunque no todo. Vox gana seis puntos en el mismo periodo y el PP, cuatro. También pierden terreno Podemos y las fuerzas nacionalistas e independentistas, que retroceden en conjunto 4,8 puntos.

Vox y Sumar, más fuertes entre las nuevas generaciones

La encuesta de Sigma Dos revela un patrón claro: tanto Vox como Sumar cuentan con un mayor respaldo entre los jóvenes que en el conjunto del electorado. El 22,7% de voto a Abascal en la franja de 18 a 29 años contrasta con el 15,9% que registra entre el total de votantes. En el caso de Sumar, la diferencia es aún más amplia: 14,4% entre los jóvenes frente al 7,4% en el global.

La tendencia es la inversa en el PP y el PSOE. Los populares obtienen un 30,3% entre los más jóvenes, por debajo del 33,8% que logran en el conjunto del electorado. Los socialistas, en cambio, caen al 19,3% entre los menores de 30 años, frente al 27,2% general. Hasta julio, la relación era opuesta: el PSOE obtenía mejores resultados entre los jóvenes (27,8%) que en el promedio nacional (26,8%).

Los millennials también se alejan del PSOE

La pérdida de apoyo no se limita a la generación Z. Entre los votantes de 30 a 39 años —los llamados millennials— el PSOE también muestra un desgaste, aunque más moderado. En marzo reunía un 26,5% del voto en ese grupo; hoy, un 22,1%. El PP se mantiene en cabeza con un 29,7%, seguido por Vox (17,5%).

El desplazamiento del voto joven hacia los extremos del espectro político se repite en varias comunidades. En Cataluña, por ejemplo, la Aliança Catalana de Sílvia Orriols ya se ha convertido en la segunda fuerza entre los votantes de 30 a 44 años, solo por detrás del PSC, según otra encuesta de Sigma Dos.

Las razones del cambio: vivienda y precariedad económica

¿Qué explica esta pérdida de apoyo al PSOE entre los jóvenes? Los datos del CIS ofrecen algunas claves. Las principales preocupaciones de los ciudadanos de entre 18 y 34 años son la dificultad para acceder a una vivienda y la situación económica. Si el 11% del conjunto de los españoles menciona estos temas como sus principales problemas, entre los jóvenes el porcentaje se dispara: más del 23% cita la vivienda y entre el 10,6% y el 15,3% la coyuntura económica.

Mientras el debate político se centra en cuestiones como la inmigración, la defensa o la corrupción, las nuevas generaciones ponen el foco en su presente y su futuro económico. El CIS también refleja que la percepción del propio nivel de vida es peor entre los jóvenes —especialmente de 25 a 34 años— que entre los mayores. Todo ello ha reavivado la llamada brecha generacional, el temor a que los hijos vivan peor que sus padres, algo que nunca antes se había planteado con tanta claridad.

Vox capitaliza el malestar juvenil

Vox ha sabido conectar con ese sentimiento de frustración. La formación de Abascal ha puesto el foco en los problemas de vivienda y empleo que afectan a los jóvenes, y ha hecho de la “generación que vivirá peor que sus padres” un eje de su discurso. La portavoz del partido en materia de Juventud, Júlia Calvet, lo resumía en abril: “Vamos a ser la primera generación en vivir peor que nuestros padres”.

En su programa económico, presentado en junio, Vox propone medidas dirigidas expresamente a este grupo: deducciones fiscales en el IRPF para jóvenes inquilinos, eliminación del IVA en la compra de la primera vivienda y la posibilidad de adelantar parte de la futura pensión para adquirir un hogar.

La respuesta del Gobierno: ayudas a la vivienda y transporte

El Ejecutivo ha tratado de responder a estas inquietudes con nuevas políticas. En septiembre, Pedro Sánchez anunció un paquete de medidas para facilitar el acceso a la vivienda a menores de 35 años, que incluye ayudas de hasta 30.000 euros para el alquiler con opción a compra de vivienda protegida, incentivos para la adquisición de vivienda en zonas rurales y un seguro de impago de rentas para jóvenes.

A estas iniciativas se suman las rebajas en el transporte público durante el verano y el Bono Cultural Joven. Sin embargo, el impacto de estas medidas no se ha traducido aún en un repunte del apoyo electoral. Mientras el Gobierno destaca la buena marcha de la economía, muchos jóvenes perciben que su situación personal sigue sin mejorar.

Un voto en transformación

El cambio en la orientación del voto juvenil refleja un malestar generacional más profundo. El encarecimiento de la vivienda, la precariedad laboral y la sensación de estancamiento económico están reconfigurando el mapa electoral. El PSOE, que hace dos años capitalizó la confianza de los jóvenes, afronta ahora el reto de reconectar con un electorado decisivo que, cada vez más, busca alternativas en los extremos del tablero político.

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