Sánchez pide ayuda a Calviño para no perder 17.000 millones de fondos europeos

Moncloa se ha movilizado tras detectar inquietud en Europa por la falta de Presupuestos para este 2024 en relación con la ejecución de los fondos europeos. Busca el apoyo de la presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), la ex vicepresidenta Nadia Calviño, para impedir un bloqueo en la llegada este año de 17.000 millones de dinero de la UE.

Hasta ahora, el Gobierno venía defendiendo que la prórroga presupuestaria para este ejercicio “no supone ningún freno” en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ligado a los Next Generation EU.

Sin embargo, en su primera visita a España como presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a principios de febrero, Nadia Calviño cambió el guion y afirmó que “los Presupuestos son el instrumento para poder canalizar todos los fondos europeos”.

“Entre 2021 y 2023 han servido para canalizar las transferencias de los fondos europeos y ahora que entramos en la segunda fase los Presupuestos determinan el marco para poder desplegar esos préstamos”, avisó la ex vicepresidenta del Gobierno español.

Sánchez pide ayuda a Calviño

Ahora, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas al Gobierno, el equipo económico de La Moncloa se ha movilizado para tranquilizar a las autoridades europeas con el argumento de que unas nuevas cuentas públicas no son necesarias para canalizar fondos UE.

Ha pedido ayuda a la propia Calviño para impedir un bloqueo de las ayudas tras la renuncia de Pedro Sánchez a presentar unos Presupuestos Generales del Estado para 2024 tras el adelanto electoral en Cataluña.

El Ministerio de Economía, liderado hasta hace apenas tres meses por la ahora presidenta del BEI, defiende que los Presupuestos prorrogados contienen el suficiente espacio para llevar a cabo los desembolsos previstos.

En cambio, la agencia de calificación Standard & Poor’s (S&P) ha remarcado a sus clientes que, aparte de efectos a corto, “la ausencia de un presupuesto para 2024 subraya el estancamiento político de España, que podría provocar retrasos en las reformas y, en consecuencia, en los desembolsos” de los fondos. S&P pone así en duda la versión oficial gubernamental de que la espantada presupuestaria no va a retrasar la ejecución.

Los presupuestos sí eran necesarios

De hecho, tras el acuerdo de investidura y con el interés del Gobierno en sacar adelante los Presupuestos, la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó ya en noviembre de que en la Orden de elaboración de los Presupuestos de 2024 “destaca la incorporación de los recursos procedentes de la Adenda al Plan de Recuperación”, un documento aprobado por Bruselas en octubre y en el que se planifican desembolsos adicionales de fondos UE en forma de préstamos.

Posteriormente, en su comparecencia en el Congreso en enero, Montero también fijo como prioridades “la aprobación de los Presupuestos de 2024 y profundizar el despliegue de los fondos europeos con los recursos extra de la Adenda”. Una versión que Hacienda defendió hasta la semana pasada, cuando el Gobierno renunció a presentar unos Presupuestos para 2024 tras el adelanto electoral en Cataluña.

17.000 millones de euros en riesgo

Hay que recordar que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, aplazó el año pasado la petición del cuarto desembolso de los fondos europeos, de 10.000 millones, al decaer compromisos con la Unión Europea que tramitaban las Cortes por el adelanto electoral.

El nuevo Gobierno ha sumado a la tarea pendiente el desbloqueo de otros 7.000 millones este ejercicio, que corresponden al quinto pago de los fondos europeos, lo que asciende a un total de 17.000 millones de euros.

El último pago, el cuarto por 10.000 millones, se solicitó en diciembre, medio año después de lo que debía porque las elecciones del 23-J torpedearon el cumplimiento de reformas e inversiones que se debían cumplir para recibir el desembolso.

Cuando finalmente solicitó el pago a finales del año pasado, se dieron por cumplidos todos los hitos pese a que al menos uno de ellos (y uno de los más relevantes) no lo estaba: la aprobación de la reforma del subsidio por desempleo.

El Ejecutivo asumía su aprobación en el Congreso unas semanas después, en enero, pero Podemos lo tumbó como ‘castigo’ a la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Al haberse pedido ya el desembolso, el reloj empezaba a correr y la Comisión Europea tenía dos meses para analizar si todos y cada uno de los hitos asociados al pago de los 10.000 millones estaban cumplidos. Se dio hasta el 20 de marzo, pero aún así la reforma no ha logrado salir adelante.

El Gobierno acaba de acordar con Bruselas un retraso adicional de la evaluación del cuarto pago y consiguiente recepción de los 10.000 millones hasta el 20 de mayo.

Vigilancia a España por “déficit excesivo”

En el Gobierno también se pide ayuda a Calviño porque conoce que el comisario europeo de Asuntos Económicos, el socialista italiano Paolo Gentiloni, afronta sus últimos meses en el cargo y buscó un perfil bajo en su visita de la semana pasada a Madrid.

Evitó todo conflicto en sus reuniones, empezando con la que mantuvo con Pedro Sánchez en La Moncloa, y no aireó algo que en Bruselas no se oculta en privado y es su previsión de incluir a España antes del verano en la lista de países sometidos al Procedimiento de Déficit Excesivo (PDE).

La Comisión Europea prepara abrir procedimiento de vigilancia especial por el desequilibrio precisamente de las cuentas.