200 guardias civiles han abandonado Cádiz: “Los narcos nos enseñan fotos de nuestros hijos”
Las amenazas de los traficantes a las familias de los agentes han provocado también el traslado de un centenar de policías en el último año
- 200 guardias civiles abandonaron Cádiz
- 72 plazas vacantes en las comisarías
- Las amenazas se extienden a las familias
- “Nos enseñan fotos de nuestros hijos”
- “Intentan atropellar a nuestras mujeres”
- Algeciras se rehúye como destino
- Zona de Especial Singularidad (ZES)
- El cuerpo de choque, desmantelado
“Amenazas”, “coacciones” y “acoso” no solo a los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado del Campo de Gibraltar, sino también a sus familias. La muerte de dos guardias civiles embestidos por una narcolancha en Barbate ha devuelto al primer plano el clima de terror en el que viven los agentes en esta zona del sur de España.
La petición de mejoras en el Campo de Gibraltar ampliamente denunciada ante el Ministerio del Interior ha sido una constante a lo largo de los últimos años, pero nunca antes la institucionalización del narcotráfico en la zona -está fuertemente azotada por el abandono escolar y el paro- había inflamado tanto a la Guardia Civil y a la Policía Nacional.
Ahora, la constatación de que los clanes del Estrecho superan en medios y en logística a la Guardia Civil es la muerte de los dos agentes embestidos por la narcolancha en Barbate el pasado viernes, jaleada por las personas que estaban en el propio puerto y lo grababan.
200 guardias civiles abandonaron Cádiz
Según ha podido saber Confidencial Digital por las cifras que manejan agentes que han trabajado en la zona hasta hace unos meses, más de 200 guardias civiles abandonaron Cádiz en el último año por amenazas a sus familias.
El acoso a las fuerzas de seguridad ha provocado también que un centenar de policías hayan pedido el traslado, lo que representa cerca del 35% de la plantilla policial.
La insuficiencia de medios y el acoso de los clanes a las familias de los agentes hacen que las plantillas no se consoliden. La mayoría de los agentes están de paso hacia otros destinos. Denuncian la “violencia, amenazas y coacciones que sufren a diario los agentes de la autoridad allí destinados por parte de las mafias”.
72 plazas vacantes en las comisarías
La huida de policías y guardias civiles queda retratada también en las 72 plazas vacantes que quedaron en 2022 en el Concurso General de Méritos en las Comisarías de Algeciras y La Línea de la Concepción.
El problema es que los agentes no terminan de arraigarse a una zona en la que contar con equipos consolidados es crucial para enfrentar con efectividad el abanico de delitos que concentra. El principal es el del narcotráfico y sus afluentes.
Las amenazas se extienden a las familias
Según relata con rabia a ECD uno de los guardias civiles que tuvo pedir el traslado a mediados del año pasado, el acoso y las amenazas de los narcotraficantes se extienden a las familias de los policías y aduaneros, en un tenso clima de persecución y exclusión social que busca amedrentarlos, molestarlos en cualquier actividad diaria, tanto profesional como particular.
Aseguran que buscan generar terror, sentimiento de soledad e incomodidad a su alrededor que dificulte al máximo su servicio, les obligue a optar por un cambio de destino o incluso los lleve a la inacción.
“Nos enseñan fotos de nuestros hijos”
En la zona, con demasiada frecuencia los agentes y sus familias sufren amenazas por parte del amplio entorno social que apoya a los narcos. “Se graba a los agentes durante las intervenciones y se les identifica públicamente en las redes sociales”, afirma este guardia civil. “Nos enseñan hasta fotos de nuestros hijos”, exclama con impotencia a ECD.
Los simpatizantes de los narcos dan a conocer los domicilios de los policías y se fomenta el acoso a sus familias, según denuncian desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). “No podemos vivir en el municipio en el que trabajamos para evitar represalias. O te vas o te invitan a marcharte”, añaden.
“Mientras se juegan la vida, nuestros compañeros se ven obligados a hacer un esfuerzo económico para mantener a los suyos alejados de las presiones de los narcos, y cada año aumentan las peticiones de traslado afectando a la operatividad de las unidades policiales”, advierten.
“Intentan atropellar a nuestras mujeres”
No es la primera vez que los narcotraficantes del Campo de Gibraltar emplean la misma táctica, embestir con coches o lanchas a los policías nacionales o guardias civiles que intentan detenerlos, como ocurrió de forma trágica en el puerto gaditano de Barbate, poniendo en claro riesgo la vida de los agentes.
La violencia contra la Policía y sus familias se está recrudeciendo en los últimos meses. “Hasta intentan atropellar a nuestras mujeres por la calle”, explica.
Algeciras se rehúye como destino
Los agentes y sus familias se sienten amenazados y cada vez menos agentes piden esta zona como destino, ya que no existe tampoco ningún incentivo.
Las agresiones y los intentos de homicidio no cesan contra los policías que luchan contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar y en las zonas cercanas a las que se extiende el problema como ocurre en La Línea, Algeciras, Tarifa y Sanlúcar de Barrameda.
Zona de Especial Singularidad (ZES)
Los agentes llevan años pidiendo al Ministerio del Interior la declaración urgente del Campo de Gibraltar como Zona de Especial Singularidad (ZES). La denominación conlleva la aplicación de fórmulas de incentivos laborales y económicos similares a los que perciben los agentes destinados en el País Vasco o en Navarra. Cataluña también está en este proceso.
Trabajar en la zona es complicado y por eso el sindicato mayoritario en la Policía, Jupol, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), y la agrupación de la Guardia Civil Jucil llevan denunciando desde hace años este problema.
El cuerpo de choque, desmantelado
Por si fuera poco, el Órgano de Coordinación contra el Narcotráfico en Andalucía, el denominado OCON-Sur, que estaba compuesto por 150 agentes de la Guardia Civil en comisión de servicio disponibles las 24 horas y los siete días de la semana en el Campo de Gibraltar, quedó desmantelado hace 16 meses a pesar de sus buenos resultados.
En cambio, el Ministerio del Interior ha defendido que en ningún caso se han perdido efectivos en la lucha contra el tráfico de drogas, sino que los agentes de la OCON se han integrado en la Policía Judicial y que continúan desarrollando su trabajo dentro de esos grupos.
