Un condenado por intento de asesinato en Ceuta argumentó que colaboraba con el CNI

Aseguró que había facilitado al servicio de inteligencia datos para la desarticulación de una célula yihadista y que temía represalias de varios de los implicados

Imagen de archivo de la Barriada Príncipe Alfonso de Ceuta.
Imagen de archivo de la Barriada Príncipe Alfonso de Ceuta.
  1. Intento de asesinato
  2. El CNI y los “delirios megalomaníacos”
  3. Relató intentos de secuestro
  4. Operación antiyihadista en Ceuta
  5. Consumo alto de cannabis
Un agente de la Policía Nacional con un arma durante un dispositivo policial en el barrio de El Príncipe de Ceuta.
Un agente de la Policía Nacional con un arma durante un dispositivo policial en el barrio de El Príncipe de Ceuta.

El caso más conocido es el de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el joven que terminó siendo detenido, y años después condenado, por presentarse como agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

En los últimos años ha habido algún otro caso. A un hombre que fue detenido en una discoteca en Valladolid también se le ocurrió alegar que trabajaba para el servicio de inteligencia. Incluso circuló un vídeo de un joven con un supuesto chaleco del CNI, disparando armas de fuego.

En otros casos, se trataba de una trama más organizada, con placas falsas del CNI y también del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS), para tratar de conseguir dinero extorsionando a otras personas.

Confidencial Digital ha podido comprobar que un caso que podría ser similar a estos, o bien tener visos de verosimilitud, se relata en una sentencia que dictó el pasado mes de junio la Audiencia Provincial de Cádiz, en su sede de Ceuta.

Intento de asesinato

Los jueces condenaron a un hombre de 50 años, de nacionalidad española y residente en Ceuta, a once años y tres meses de cárcel por un delito intentado de asesinato.

La sentencia consideró probado que en septiembre de 2017 se encontró, cerca de un embalse, con otro hombre con el que mantenía por motivos desconocidos malas relaciones previas. Se acercó a él, le agarró y le asestó varias puñaladas en el costado y el pecho, pero no llegó a matarlo porque la víctima pudo huir.

El CNI y los “delirios megalomaníacos”

Durante la investigación judicial, al acusado se le realizaron varios estudios, con el objetivo de determinar si padecía algún tipo de patología o alteración mental.

En esos informes se indicó que el acusado mostraba “delirios megalomaníacos (pertenece al Centro Nacional de Inteligencia desde el 2004)”, y que se presumía que padecía “rasgos desadaptativos de la personalidad”. Según la autora del informe, no se trataba de una enfermedad, sino de una forma de ser, de manera que se trataría de alguien que, sin más, no se adaptarían a las normas generales de la sociedad.

La sentencia no termina de aclarar esa referencia de que “pertenece al Centro Nacional de Inteligencia”, si era sólo la declaración del acusado (y por eso los expertos consideraron que tenía “delirios megalomaníacos”), o si era cierto.

 

Relató intentos de secuestro

En otro punto de la sentencia se vuelve a citar este asunto. Los jueces explican que se plantearon si el acusado de intento de asesinato estaba “interpretando” el papel de persona con problemas mentales, para eludir el régimen ordinario de la cárcel y quedarse ingresado en el módulo de enfermería o en un psiquiátrico.

“Si de por sí no puede pasar por alto este Tribunal los resultados del test de simulación, debe tenerse en cuenta, además, que los propios datos que se recogen en la documentación médica como referidos por el acusado abundan tanto en una posible motivación espuria en la exhibición de sus síntomas como a aspectos de su vida que podrían reflejar vivencias reales que explicarían conductas que aparentemente podría resultar extravagantes, como sus referencias a la colaboración con el Centro Nacional de Inteligencia y posibles intentos de secuestro”, que, y esto es lo sorprendente, según la sentencia “podrían tener un trasfondo real”.

Operación antiyihadista en Ceuta

Al parecer, estando en prisión provisional por el apuñalamiento, este hombre expresó su miedo a poder ser agredido como “venganza”, según dijo, por los datos que él habría facilitado en la denominada ‘Operación Cesto’.

Se trató de una operación llevada a cabo por la Policía Nacional y la Guardia Civil en junio de 2013, cuando detuvieron en la barriada del Príncipe, en Ceuta, a ocho personas acusadas de reclutar yihadistas para enviarlos a combatir en Siria con grupos afines a Al Qaeda.

El protagonista de esta historia declaró haber facilitado información para esta operación antiterrorista. Citó por sus nombres o alias a varios de los detenidos, posteriormente condenados, de los que dijo que le habían amenazado con vengarse de él cuando salieran de la cárcel, justo este 2023.

La sentencia de la Audiencia Provincial destaca que “habría aludido a personas concretas de las que refiere datos muy específicos dentro del marco de una actuación policial mencionada con un nombre clave de la que incluso el Tribunal Supremo se hace eco por medio de una noticia que habría publicado un periódico en su sentencia de 21/03/2019”.

De nuevo, los jueces no terminan de dar credibilidad del todo a la versión del acusado: “No es difícil enlazar todo ello con los hechos sobre los que versó la sentencia del Tribunal Supremo de 27/07/2016 a poco que se haga una búsqueda en cualquier base de datos, no ya a través de internet”.

Consumo alto de cannabis

En otros informes incorporados a la causa se citaban “síntomas psiquiátricos de tipo obsesivo-compulsivo”, y que el hombre había relatado intentos de secuestro y aportado las denuncias por ello, pero “la etiología y alcances reales de lo allí descrito no podía ser más difuso”.

Al final, la Audiencia Provincial no consideró acreditado que en el momento del apuñalamiento el acusado tuviera algún tipo de patología o hábito de consumo que le impidiera o limitara comprender su ilicitud o actuar conforme a tal determinación, por lo que no le aplicó ninguna eximente o atenuante por ello.

Sí admitió que un informe pericial determinó que en los tres meses anteriores al suceso “habría tenido un consumo alto de cannabis”. Pero no se determinó si eso habría alterado sus facultades en el momento de liarse a puñaladas con otro hombre. Por cierto, que la víctima relató que el autor del ataque se dirigió a él en árabe, insultándole a él y a su madre y diciéndole que lo iba a matar.

Finalmente no se pronunció sobre la veracidad o no de la presunta relación de este hombre con el CNI. A este respecto cabe señalar que la lucha contra el yihadismo, especialmente en lugares como Ceuta y Melilla, es una de las prioridades del centro desde hace años, lo cual no significa que sea cierto el relato del condenado por este caso.

Foto de archivo de una operación contra el yihadismo en Ceuta.
Foto de archivo de una operación contra el yihadismo en Ceuta.

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios