La Guardia Civil destina ocho millones de euros a nuevos puntos de recarga de coches eléctricos en dependencias oficiales

La renovación verde prosigue en la Guardia Civil. Poco a poco el cuerpo se despedirá de los Nissan Patrol o Renault Megane que tantas décadas han acompañando a los agentes. La benemérita prevé invertir en los próximos meses más de siete millones de euros en instalar puntos de recarga eléctrica para los miles de coches eléctricos que posee el cuerpo y que necesitan de recarga en cada una de las comandancias y dependencias oficiales.

A finales del pasado año el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico firmó con el Ministerio del Interior un acuerdo por valor de 396 millones de euros para el desarrollo de actuaciones conjuntas enmarcadas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea en los fondos NextGenerationEU

El Plan contempla la sustitución de los vehículos existentes por 5.882 vehículos nuevos “Cero Emisiones” y la instalación de 3.336 puntos de recarga para vehículos eléctricos en los 1.292 cuarteles de la Guardia Civil para dar cobertura a los nuevos vehículos.

El motivo de invertir 7.998.900 euros en puntos de recarga es, como indica el documento consultado por este periódico, “adaptar el Parque Móvil de la Guardia Civil al empleo de combustibles alternativos con menores emisiones en los sistemas de propulsión eléctrica. Esto hace factible el empleo de estos vehículos eléctricos en la realización de muchos de los cometidos del Cuerpo y, en vista de ello, es conveniente para ayudar a la reducción de emisiones directas de CO2 a la atmosfera”.

Señalan que “el uso de estos nuevos medios, será generalizado en un futuro muy próximo en todas la Unidades del Cuerpo de la Guardia Civil distribuidas por todo el territorio nacional” y sugieren que los métodos más factibles y fáciles para recargar los vehículos sean el modo enchufe dedicado (recarga normal / semirápida / rápida), corriente alterna, y el cargador externo (recarga rápida), de corriente continua.

Respuesta comunitaria

La crisis originada por la pandemia del coronavirus obligó a la Unión Europea a dar una respuesta coordinada. El Consejo Europeo acordó la puesta en marcha de un instrumento excepcional de recuperación temporal conocido como Next Generation EU donde su importe, 750.000 millones de euros, tiene como objetivo garantizar una respuesta coordinada con los Estados miembros para hacer frente a las consecuencias económicas y sociales de la pandemia.

De esa cifra 312.500 millones de euros se constituirán como transferencias no reembolsables, sirviendo como apoyo a la inversión y las reformas en los 27 para lograr, como señala la Unión, una recuperación sostenible, al tiempo que se promueven las prioridades ecológicas y digitales de la Bruselas.