José Apezarena

Pablo Iglesias no se atreverá a bloquear a Pedro Sánchez

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Muy enfadado salió Pablo Iglesias de su entrevista del martes con Pedro Sánchez, celebrada en La Moncloa.

Se publicó que el presidente le había dicho otra vez que no a su pretensión de entrar a formar parte del futuro Gobierno, con lo que las negociaciones habían quedado bloqueadas.

A la salida, Pablo Iglesias dejó ver con toda claridad el malestar que sentía, hasta el punto de llegar a sugerir que no votaría la investidura de Pedro Sánchez, con lo que el candidato sería rechazado. No le apoyará, al menos, en el primer intento, el de julio. Con lo que, en todo caso, el nombramiento tendría que quedar para septiembre.

A primera vista, el líder de Podemos parece dispuesto a todo. Pero en realidad a todo no. Porque resulta impensable imaginar que, al final, o sea, en septiembre, se mantenga en sus trece de no apoyar al líder socialista, con lo que el país se vería abocado de nuevo a elecciones generales.

Pienso que no es imaginable que Pablo Iglesias bloquee definitivamente un Gobierno de izquierdas, de mayoría socialista. Y con esa baza juega Pedro Sánchez para mantenerse firme en su posición de negar el nombramiento de ministros de obediencia podemita.

Pero el tremendo enfado que expresó el líder de Podemos tras su última visita a La Moncloa no se debió a la negativa a colocar ministros en el Gobierno.

Tal como se cuenta hoy en ECD, Pablo Iglesias ha estallado porque escuchó a Pedro Sánchez decir que ha pensado ofrecer también algunos altos cargos a personas del entorno de Ciudadanos.

La argumentación del presidente es que, además de la investidura, y puesto que PSOE y Podemos no suman mayoría, va a necesitar otros apoyos durante la legislatura, para sacar adelante leyes imprescindibles, aprobar los Presupuestos Generales del Estado... Y, si se gana la voluntad de Ciudadanos con esos nombramientos, podrá convencer a Albert Rivera de que se abstenga en la investidura y de que respalde algunos de esos proyectos necesarios, pero dejándole la salida de que "en realidad" no ha pactado con Sánchez ni le ha votado.

Ese juego a dos bandas de Sánchez, mirando a Podemos pero también a Ciudadanos, es lo que ha indignado a Pablo Iglesias. Y ahí encaja su ultimátum de que elija entre la izquierda (Podemos) y la derecha (Ciudadanos).

 

Pero insisto en que el problema de Pablo Iglesias es que, al final, no tendrá más remedio que ceder al chantaje que le plantea Pedro Sánchez, y permitir que se vea investido presidente y que forme el Gobierno que quiera.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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