José Apezarena

Pedro Sánchez, primer votante de Vox

Pedro Sánchez y Santiago Abascal en el Congreso
Pedro Sánchez y Santiago Abascal en el Congreso

Hace una semana, desde el Partido Popular se lanzó el mensaje de que existía un "pacto" entre Pedro Sánchez y Santiago Abascal dirigido a destrozar al PP. Una pinza PSOE-Vox cuyo objetivo era perjudicar a Pablo Casado en las urnas.

Aparte de ser un mensaje más de la campaña, un guiño en busca de alguna efectividad mediática y electoral, la posibilidad de ese contubernio ha sido rechazada rotundamente desde Vox. Pero no tanto en lo que se refiere a los socialistas.

Es que en el cuartel general del PSOE se ha creído durante semanas que un ascenso del partido de Abascal se traduciría automáticamente en una merma de los populares.

Y de hecho ha habido algunos gestos desde ese partido para aupar a candidatos de Vox, como ocurrió en Hospitalet, donde el ayuntamiento presidido por la socialista Nuria Marín facilitó a Santiago Abascal el local para celebrar el mitin de inicio de campaña.

Abascal estaba en un apuro, porque Ada Colau le había denegado a última hora, la víspera, permiso para organizarlo en una plaza de Barcelona y, en pocas horas, pudieron resolverlo acogiéndose a la buena disposición de la alcaldesa de Hospitalet.

El debate electoral del lunes fue escenario de una sorprendente actuación de Pedro Sánchez, cuando descalificó a PP y Ciudadanos llamándoles "derecha cobarde", para distinguirla de la, por así decirlo, "derecha de verdad", aunque no utilizara esta expresión. O sea, de Vox.

Con semejante actitud, el candidato socialista colocó al partido de Abascal como la verdadera alternativa a la izquierda. Es decir, estaba aupando al máximo a Vox.

¿Qué ocurre ahora? Pues que, por lo visto, Sánchez se ha pasado. Se le ha ido la mano y en este momento las encuestas colocan a ese partido en una clara tercera posición. Y subiendo.

Pedro Sánchez se ha convertido, así, en el primer votante de Vox. Algo que en este momento preocupa enormemente en la sede de la calle Ferraz, lo mismo que en los despachos de La Moncloa.

 

Porque, con esa inusitada subida, parece algo más posible que el, por así llamarlo, bloque de la derecha, es decir PP más Ciudadanos más el emergente Vox, se acerquen a la mayoría parlamentaria.

Pero, la verdad, el tsunami venía de antes. La desmedida aparatosidad mediática con que se desarrolló la exhumación de Franco, transmitida a los cuatro vientos y durante horas, ha sido, según los expertos, la mejor campaña para Vox y el comienzo de la remontada. Otra operación maestra de Pedro Sánchez.

No sé si Santiago Abascal le habrá llamado para darle las gracias.

editor@elconfidencialdigital.com

En Twitter @JoseApezarena

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