La negativa de Albert Rivera a reunirse con Abascal provocó el fracaso de la investidura en Murcia
Pablo Casado sí aceptó entrevistarse con el presidente de Vox, pero el líder de Cs solo permitió que Villegas hablase con Espinosa de los Monteros en el Congreso
A primera hora de la mañana del jueves, nadie hubiese apostado por el veto de Vox a la investidura del popular Fernando López Miras en Murcia. No obstante, la actitud de Ciudadanos, y especialmente de Albert Rivera durante la negociación que tuvo lugar a lo largo del día, fue determinante en el voto en contra de los de Abascal.
Según las fuentes consultadas por Confidencial Digital, el acuerdo estaba casi cerrado a mediodía. No obstante, la negativa de Ciudadanos a firmar, por escrito, un programa de gobierno con Vox, y las palabras de Juan Carlos Girauta, asegurando que Cs solo se reunía con Vox para tomar un café, bloquearon el pacto.
Las horas pasaban y no había entendimiento por ninguna de las partes. Pablo Casado, consciente de la gravedad de la situación, aceptó reunirse, en Madrid, con Santiago Abascal, y conminó a Albert Rivera a hacer lo propio. El líder de Ciudadanos, sin embargo, se cerró en banda.
De nada sirvieron, aseguran las fuentes consultadas, las amenazas de Santiago Abascal, que avisó que, sin reunión a tres, no habría acuerdo. Rivera, una vez más, trató de buscar una salida alternativa, y dio instrucciones a su número dos, José Manuel Villegas, para que fuera él quien negociara con Iván Espinosa de los Monteros en el Congreso de los Diputados.
El mensaje que encontró el secretario general de Ciudadanos, por parte del vicesecretario de relaciones internacionales de Vox no dejó lugar a dudas: la negativa de Albert Rivera a firmar un programa de gobierno con Vox, y a reunirse con Abascal, provocaría el voto negativo del partido verde a la investidura de López Miras. Una advertencia que se confirmó minutos después.
