Aurelio Ruiz Enebral

La izquierda y la derecha se caen del caballo en Ferraz

Dos policías frente a una barricada de los manifestantes concentrados en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid.
Dos policías frente a una barricada de los manifestantes concentrados en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid.
  1. La conversión de la derecha
  2. La izquierda y los escraches
  3. Asediar parlamentos no era trumpista
  4. Caña contra la “caye-borroka”
  5. Bonus track
  6. La luz
Decenas de manifestantes con banderas se enfrentan a la Policía, durante una concentración en contra de la amnistía, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid.
Decenas de manifestantes con banderas se enfrentan a la Policía, durante una concentración en contra de la amnistía, frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid.

Me cuesta ver algo positivo en estos días de España. Pero uno es de natural tranquilo y trata siempre de templar y rebajar urgencias históricas a las cosas que pasan.

El PSOE decidió superar todos los récords de contradicciones y reconoció que va a aprobar la ley que dijo que nunca aprobaría para dejar impunes a los independentistas catalanes condenados e investigados por delitos de terrorismo, malversación, desórdenes públicos...

Algunos indignados (sí, la izquierda batucada no tiene el copyright de la palabra) empezaron a manifestarse ante las sedes del PSOE para expresar su rechazo. En la sede nacional de Madrid, en la calle Ferraz, la cosa está degenerando en lanzamiento de botellas y sillas contra la policía, cargas de los antidisturbios, contenedores quemados y algunas decenas de detenidos.

La conversión de la derecha

La derecha valiente ha descubierto estos días que un porrazo duele, y deja un moratón.

Que te pueden detener por hacer el cafre y lanzar objetos a los policías, que no son dianas ni sacos de boxeo.

Que no existe el derecho ilimitado a cortar el tráfico y a manifestarse sin comunicarlo previamente.

Que si empiezas a escuchar rotura de cristales, lo mejor es irse a paso de marcha de esa manifestación, porque se va a liar.

Que la Policía va a cargar aunque tú lleves una bandera de España, una cruz de Borgoña o un casco de los Tercios, y no una estelada independentista o una pancarta por los presos de ETA.

La izquierda y los escraches

También la izquierda parece haber aprendido lecciones importantes estos días. Parece que ha entendido que está feo asediar sedes de partidos y perseguir a dirigentes políticos y cargos institucionales en su vida personal.

 

Ojalá lo hubiera aprendido antes, cuando rodeó sedes del PP en la jornada de reflexión de marzo de 2004.

Cuando se manifestó en la calle Génova por la corrupción de “los papeles de Bárcenas”.

Cuando montó escraches ante las casas de Soraya Sáenz de Santamaría, Cristóbal Montoro, Rita Barberá.

Cuando acosó en la calle a Cristina Cifuentes, y a Begoña Villacís, el día antes de salir de cuentas de su embarazo.

Asediar parlamentos no era trumpista

De pronto la izquierda le ha cogido un respeto reverencial a la legitimidad de los parlamentos. Lo empezó a entender cuando los seguidores de Trump y de Bolsonaro la liaron parda, y ahora les ha calado más. Nunca es tarde si la dicha es buena.

Antes de esta conversión, parte de la izquierda rodeó el Parlament de Cataluña.

Gritó “no nos representan” en la Puerta del Sol.

Llamó a rodear el Congreso de los Diputados porque la democracia estaba “secuestrada”.

Mandó columnas a Madrid desde toda España para movilizarse ante “la descomposición del régimen surgido de la Constitución de 1978” y exigir la dimisión de un Gobierno con mayoría absoluta de 186 diputados.

Con las alertas antifascistas de estos días, cualquiera diría que nadie se manifestó en la Carrera de San Jerónimo contra la “investidura ilegítima” de Mariano Rajoy en 2016, ni lanzó latas de cerveza y mecheros contra diputados de Ciudadanos.

Por supuesto, los diputados de Ciutadans nunca salieron escoltados del Parlament de Cataluña, a la madre de Albert Rivera nunca le atacaron su tienda, a Inés Arrimadas no le pintaron lazos amarillos delante de su casa, ni reventaron carpas de partidos como Cs, PP y Vox, y de asociaciones como Societat Civil Catalana y Barcelona con la Selección.

Caña contra la “caye-borroka”

El giro de la izquierda es tal que ha llegado a aplaudir y a alentar a los antidisturbios para que actúen con contundencia contra la “caye-borroka”.

Porque Dios escribe recto sobre renglones torcidos. Los paladines contra la “brutalidad policial” no llegaron a reformar la Ley de Seguridad Ciudadana de 2015, y gracias a eso los agentes de las Unidades de Intervención Policial (UIP) pueden disparar pelotas de goma contra neonazis y fachalecos amarillos. ¡Abajo la “Ley Mordaza”!.

Ya no hay mensajes dramáticos de alerta por vulneración de derechos humanos, y ya no se está atacando la libertad de manifestarse.

Bonus track

Un tipo le pegó un tiro en la cara a Alejo Vidal-Quadras, ex dirigen del PP y fundador de Vox. La izquierda pidió prudencia y que no se sacaran conclusiones precipitadas sobre los motivos del ataque, mientras alguna derecha gritaba “Calvo Sotelo”.

Hace dos años, un hombre denunció en Madrid que ocho encapuchados le habían asaltado por ser homosexual le habían marcado en el glúteo la palabra “maricón”. El episodio llegó después de que meses antes en La Coruña una turba de personas mató a patadas a un joven al grito de “maricón de mierda”. El Gobierno convocó de urgencia la mesa contra delitos de odio. Se convocaron manifestaciones de protesta.

Días después, la supuesta víctima de esa agresión homófoba reconoció ante la Policía que se había inventado el ataque.

La luz

Izquierdas y derechas han recibido estos días lo que casi parecen revelaciones divinas.

A Saulo de Tarso se le apareció una luz cuando viajaba a Damasco . Se cayó del caballo y escuchó la voz de Dios. De perseguidor de cristianos se convirtió en apóstol de Jesucristo.

Bienvenidas sean las caídas del caballo y las conversiones de estos días.

Decenas de manifestantes con banderas se enfrentan a la Policía, en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid.
Decenas de manifestantes con banderas se enfrentan a la Policía, en la sede del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, a 7 de noviembre de 2023, en Madrid.

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