La Generalitat investiga quién permitió a un diputado de la CUP tomar una foto de Hasél en la cárcel
Albert Botran publicó un tuit con una imagen del rapero en prisión. Una circular prohíbe entrar con teléfonos móviles a los locutorios de los centros penitenciarios
El diputado de la CUP en el Congreso, Albert Botran, visitó el pasado miércoles 3 de marzo al rapero Pablo Hasél en la cárcel de Lérida.
Publicó un tuit en el que decía “Un buen rato con Pablo Hasél. Contento de todas las movilizaciones, especialmente que estén conectando su encarcelamiento con el malestar y las luchas sociales, contra el régimen del 78. ¡Continuar en las calles hasta liberarlo! #LlibertatPabloHasel”.
Sin embargo, de acuerdo con la normativa vigente, el diputado no podía entrar al encuentro con ningún dispositivo electrónico.
Por este motivo, la Generalitat se encuentra investigando los hechos desde la Secretaría de Medidas Penales, Reinserción y Atención a la Víctima del Departamento de Justicia catalán. Como hacen con cualquier suceso de presunta irregularidad, según informan a Confidencial Digital
La circular que lo prohíbe
El diputado de la Cup, Albert Botran, infringió la circular 2/2008 sobre los sistemas de control del personal autorizado a acceder a centros penitenciarios al hacer la foto al rapero en la prisión de Ponent.
La norma establece que los abogados o las visitas que reciben los internos tienen prohibido usar el teléfono móvil o una cámara de fotos en el interior de la prisión.
Concretamente, el artículo 51.1 se consideran objetos prohibidos todos aquellos que puedan suponer un peligro para la seguridad, la ordenada convivencia o la salud, las drogas, los que contengan alcohol, los productos alimenticios perecederos y los prohibidos por las normas de régimen interior del establecimiento.
Respecto a este último punto, la circular refleja que queda “expresamente prohibido” la introducción de los aparatos destinados a la comunicación y sus componentes, como los ordenadores, cámaras fotográficas o telefonía móvil.
“En caso de que el uso de estos aparatos esté prohibido y sea necesario usarlo en el interior del establecimiento en un momento puntual y por un motivo determinado, se requerirá la autorización expresa del director del centro”.
ECD ha tratado de comprobar la existencia de dicha autorización a través del grupo político sin haber obtenido ninguna respuesta.
El encarcelamiento de Hasél
Pablo Hasél entró en prisión el pasado 16 de febrero con la ejecución de una sentencia de marzo de 2018, cuando la Audiencia Nacional le condenó a dos años y un día de prisión y una multa de 24.300 euros por una serie de tuits. La pena de prisión responde a un delito de enaltecimiento del terrorismo fue reducir tras la apelación ya que sus palabras no suponían una ‘amenaza real’ para la seguridad del Estado.
El Supremo confirmó la sentencia en 2020. Al ser una condena inferior a dos años de cárcel cabía solicitar la suspensión de la ejecución, pero no pudo acogerse a esta posibilidad por sus antecedentes penales.
En abril de 2014 ya fue condenado por publicar canciones en las que habla de cometer atentados contra políticos. Pero, además, ha sido condenado por amenazar a un testigo en un juicio contra unos guardias urbanos, por delitos de resistencia o desobediencia y por allanamiento.
Protestas contra el encarcelamiento y altercados violentos
El rapero fue arrestado tras no cumplir con el plazo para entregarse a las autoridades. Fue detenido por los Mossos que irrumpieron en la Universidad de Lérida, donde se atrincheraba desde un día antes con decenas de simpatizantes.
Tras el arresto se produjeron decenas de movilizaciones en Cataluña y otros pueblos y ciudades de España.
Barcelona ha sido el epicentro de las protestas que han derivado en destrozos en el mobiliario urbano y comercios, cargas policiales, arrestos y heridos.
Además, un grupo de encapuchados lanzó piedras contra el Palau de la Música causando daños en el histórico edificio modernista.
