El Estado Mayor de la Defensa adquiere un dron para contravigilancia técnica

Pese a los avances tecnológicos en materia de espionaje, el simple gesto de colocar una grabadora o un micrófono en un despacho sigue a la orden del día, más en nuestro país, donde el comisario José Manuel Villarejo no es el único aficionado a colocar estos dispositivos. El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) prepara la compra de un “dron TSCM” por valor de 8.852 euros. Así lo indica un anuncio publicado recientemente en la Plataforma de Contratación del Estado por parte de la Jefatura de Asuntos Económicos del Estado Mayor de la Defensa.

La tecnología que conforman los equipos TSCM sirve para llevar a cabo acciones de contramedidas técnicas de vigilancia. Por tanto, su finalidad es encontrar, por ejemplo, grabadoras, micrófonos o sensores escondidos en un despacho o una habitación, entre otros quehaceres.

La empresa a la que se le ha encomendado la función es Drone Prix, especializada en la venta y enseñanza de manejo de este tipo de aparatos. El negocio, con sede el municipio madrileño de Collado Mediano, posee modelos desde los 700 euros hasta los 12.000 euros.

ECD se puso en contacto con el Estado Mayor de la Defensa y la empresa que suministrará el dron para recabar más datos sobre las funciones para las que ha sido adquirido este aparato. Un portavoz oficial señaló que “por razones de seguridad” no podían facilitar ninguna información al respecto. La empresa se ha escudado en palabras similares.

No es algo nuevo que el Estado Mayor de la Defensa realice estas adquisiciones. Como ya publicó Confidencial Digital a principios de año, el EMAD se ha propuesto blindar sus conversaciones y evita que micrófonos o grabadoras intercedan en las comunicaciones privadas realizadas en sus sedes o lugares de reunión. 

Diversos fines 

Pero no todos son grabadoras o micrófonos, las contramedidas técnicas de vigilancia, como explican expertos del sector a este medio, son más que eso. "Normalmente un equipo TSCM es una persona con el aparato en cuestión, donde se analiza lo que hay dentro de una habitación. No parece complejo incorporar detectores de lentes, de frecuencias a un dron y poder visualizar con cámaras los resultados en tiempo real", explica.

Destacan que los drones permiten ingresar a una persona en un espacio sin riesgo alguno, aunque también puede peinar zonas como el recinto de IFEMA, usando recientemente para la cumbre de la OTAN en Madrid, aunque advierten que tendrá limitaciones comparado con una actuación in situ. "Los operarios necesitan tocar todos los puntos para hacer un barrido en condiciones, pero será un elemento práctico". 

Otro experto señala que este tipo de drones seguramente tenga sistemas de infrarrojos para "temas de ahorro energético". "Se podría usar para sobrevolar cuarteles o zonas y detectar intrusos o algún incendio. Es algo que ya se utiliza en algunas cárceles para vigilar fugas de presos o incendios ocasionados. Con esto te ahorras el patrullar con un coche". Pero piensa que tendrá que ser un aparato que no colapse con las ondas electromagnéticas del propio dron. "Si se buscan señales de grabadoras o micrófonos, en la pantalla te saldrán las del propio dron, dejando el trabajo por los suelos".