“Con lo que cuesta un Leopard se compran 440 respiradores”: el Ejército elabora un argumentario para desmontar críticas “demagógicas”

El documento da respuesta a doce reproches comunes contra las Fuerzas Armadas y el gasto en Defensa. También defiende la participación de los militares en actos religiosos

Un carro de combate Leopard del Ejército de Tierra.
Un carro de combate Leopard del Ejército de Tierra.
  1. “Afirmaciones carentes de justificación”
  2. “Sin seguridad no habrá sanidad”
  3. Un Leopard o 440 respiradores
  4. “Afirmaciones perversas y demagógicas”
  5. Vehículos 8x8 o gasto social
  6. Aportan 6.000 millones al PIB
  7. Amenazas a Ceuta y Melilla
  8. Militares en procesiones religiosas
 
Batería Hawk de artillería antiaérea del Ejército de Tierra.
Batería Hawk de artillería antiaérea del Ejército de Tierra.

El Ejército de Tierra ha elaborado un argumentario para que las personalidades a las que ha nombrado “embajadores de la Marca Ejército”, pero también cualquier militar o civil que simpatice, puedan defender de forma motivada la necesidad de esta institución y de la inversión en las Fuerzas Armadas.

En los últimos años, el Ejército de Tierra ha impulsado este proyecto de ‘Marca Ejército’ para tratar de difundir entre la sociedad su imagen institucional y sus valores. Para ello, ha ido nombrado embajadores de la ‘Marca Ejército’ a decenas de personas de distintos ámbitos: deportistas, artistas, periodistas, empresarios, médicos...

En el año 2020, Tierra editó un ‘Manual de Marca Ejército’. Es un documento de 76 páginas que explica qué es el Ejército de Tierra, cómo se organiza, cuáles son sus misiones, y da una visión general sobre seguridad y defensa y el papel de las Fuerzas Armadas.

Dicho manual ya incluyó unas páginas finales sobre “Inversiones, gastos de Defensa y Cultura de Defensa”.

Ahora, el Ejército de Tierra ha elaborado otro documento (de 36 páginas, esta vez) con ‘Las claves del porqué ante cuestiones relacionadas con la seguridad y defensa y el Ejército’.

“Afirmaciones carentes de justificación”

El Ejército de Tierra justifica la necesidad de esta nueva publicación en que “es preciso disponer también de argumentos sólidos y razonados que permitan contrarrestar juicios de valor o afirmaciones carentes de justificación, a menudo recurrentes, que girando en torno a las cuestiones de Seguridad y Defensa pretenden minimizar su importancia, cuando no cuestionar su necesidad”.

El documento se irá revisando periódicamente, para ir incluyendo nuevas cuestiones.

Es un auténtico argumentario, que se dedica a aportar argumentos razonados con los que cualquiera que quiera defender la imagen del Ejército de Tierra pueda responder ante ciertas críticas, acusaciones, denuncias o afirmaciones que es habitual escuchar en algunos sectores de la sociedad.

“Sin seguridad no habrá sanidad”

Antes de ofrecer respuestas ante ciertas críticas, en el documento ‘Las claves del porqué’ se puede leer: “No existirán en consecuencia libertades y derechos individuales en el marco de una sociedad libre y democrática sin la necesaria salvaguardia de seguridad; de este modo no hay seguridad sin desarrollo, al igual que sensu contrario, es fundamental el desarrollo para asegurar unos recursos que garanticen la seguridad del estado”.

 

De igual forma, subraya que “de nada sirve promover y buscar una sanidad eficiente, una educación avanzada, un desarrollo económico sostenido, entendidos como pilares básicos de bienestar social en una sociedad de derechos y libertades, si se carece de una seguridad que garantice su pervivencia y disfrute”.

A continuación, plantea los problemas a los que se enfrentan las Fuerzas Armadas a la hora de que se entienda su papel: “En determinadas circunstancias algunos sectores de la ciudadanía pierden consciencia de la importancia de la seguridad como un bien básico que debe ser buscado y permanentemente mantenido acorde a las posibilidades reales de cada momento. Una dejación en este sentido por parte de la sociedad puede acarrear consecuencias muy graves o incluso irreparables”.

Ante esos planteamientos, señala que “cualquier pregunta demagógica sobre la disyuntiva de “cañones o mantequilla” parte de un escenario falso y viciado por cuanto el gasto en defensa ha de ser considerado como una inversión, que ajustado a las posibilidades económicas del país, así como al contexto geopolítico, amenazas, riesgos y vulnerabilidades de la nación, permitirá acometer y sacar provecho a otros gastos de índole social”.

Es decir, que “sin seguridad, no habrá sanidad, enseñanza pública, pensiones, etc., puesto que es imposible que estas últimas tengan lugar si los ciudadanos y el estado carecen del básico segundo escalón en la pirámide de necesidades de Maslow”.

Un Leopard o 440 respiradores

Una de las doce cuestiones que plantea el documento del Ejército, y a las que da respuesta, es la siguiente: “Con el importe de un Carro de Combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores”.

Llama la atención porque, aunque el documento no la cita expresamente, esa afirmación es parte de una campaña antimilitarista que lanzó en 2020 el International Peace Bureau, una organización internacional pacifista.

En lo más duro de la pandemia del coronavirus, publicó unos gráficos comparativos con el material médico contra el virus -respiradores, test covid, mascarillas- que se podrían comprar con el dinero que los estados gastan en carros de combate, en misiles...

El informe lo difundió en España el Centro Delàs de Estudios por la Paz, y en la noticia del diario Público que informó de ello, se destacó en el titular precisamente que “Defensa gasta en un tanque de guerra lo que cuestan 440 respiradores médicos”.

“Afirmaciones perversas y demagógicas”

Sobre esa crítica de que “con el importe de un Carro de Combate Leopardo podrían adquirirse 440 respiradores”, el Ejército de Tierra responde que “afirmaciones de esa índole son perversas y demagógicas en su formulación”.

Así lo considera porque pone “en términos comparativos de igualdad la adquisición de diversos tipos de bienes totalmente dispares que -sin ser uso común- presentan finalidades muy heterogéneas”.

Ante ese argumento, Tierra contraataca señalando que sin la existencia de los carros de combate Leopardo, como ejemplo de la fuerza militar, “no se contaría con el amparo, protección y seguridad necesarios como para tener una Sanidad que permita el gasto” en los respiradores Covid.

u conclusión es que “la sociedad podrá desarrollarse plenamente si su seguridad está garantizada, lo cual sólo se logrará mediando las imprescindibles inversiones en programas de armamento y equipos de defensa, siendo el carro de combate citado uno de los sistemas de armas más disuasorios y resolutivos de los que dispone el Ejército de Tierra”.

Vehículos 8x8 o gasto social

Los carros Leopard, que han recobrado actualidad con los envíos a Ucrania por la guerra contra la invasión rusa, no son el único sistema de armas que se cita expresamente en este documento del Ejército de Tierra.

Otra crítica para la que ofrece argumentos en contra hace referencia a los Vehículos de Combate sobre Ruedas (VCR) 8x8, que un consorcio de empresas está fabricando para sustituir los viejos BMR.

“La inversión para la adquisición de los nuevos vehículos blindados 8x8 detrae recursos para gasto social”, es el planteamiento de inicio en uno de los puntos del documento.

Es una crítica que, por ejemplo, hizo Pablo Iglesias. En año 2020, cuando era vicepresidente segundo del Gobierno, Iglesias declaró que “no hay nadie en el Gobierno que piense que la prioridad deba ser gastar en tanques o aviones de combate”. Y añadió que había llegado la hora de “empezar a hablar” en el marco de la comisión de reconstrucción del Congreso de unos nuevos Presupuestos, en los que “el centro o la clave de gasto sea proteger a la gente y no tanques”.

Aportan 6.000 millones al PIB

Sobre esta cuestión, el Ejército de Tierra argumenta que “la Seguridad y la Defensa no se improvisan. Los sistemas de armas modernos son altamente complejos y deben ser desarrollados de acuerdo a las nuevas amenazas, cambiantes y de rápida evolución. Tales sistemas contribuyen, con su sola disponibilidad, a la disuasión, la cual supone un elemento clave de la seguridad”.

Concretamente acerca de los 8x8 explica, para que otros puedan hacerlo a su vez, que “la inversión de 2.100 millones de euros en la adquisición de los primeros 348 vehículos blindados sobre ruedas 8x8 Dragón tiene por objeto dotar al ET de un vehículo basado en una arquitectura modular que permita la renovación de la variada flota de vehículos de combate y transporte actualmente existente y con un ciclo de vida útil ya superado”.

Los nuevos 8x8 reemplazarán a los vehículos protegidos sobre ruedas (BMR,s) que “con más de 40 años de vida, están obsoletos y presentan graves carencias de seguridad para las tripulaciones y de eficacia en su empleo en operaciones, a pesar del importante papel desarrollado por éstos en misiones de mantenimiento de la paz como las de Bosnia-Herzegovina y Kosovo, abriendo rutas, apoyando traslados sanitarios y movimientos de refugiados”.

Admite el Ejército que “actualmente aún participan con sus limitadas capacidades dentro de la flota de vehículos desplegados por el contingente español en Líbano en el marco de UNIFIL”, y ante esos problemas de obsolescencia “cualquier nueva intervención de fuerzas del ET español en operaciones exteriores con escenarios exigentes de combate, requiere necesariamente disponer de nuevos vehículos de combate como los 8x8 Dragón que garanticen la seguridad de las tripulaciones y el éxito en el cumplimiento de la misión”.

Para defender lo que van a costar estos vehículos, destaca que “la inversión destinada a este programa produce unos dividendos que generan un notable efecto tractor de la Industria de Defensa Nacional, con la creación de unos 650 puestos de trabajo cualificados directos, 1.000 indirectos, aportando además unos 6.000 millones de euros al PIB”, y en consecuencia constituye un factor “social” y “favorece que nuestra Industria de Defensa alcance niveles de competitividad y eficiencia a la altura de los países europeos más avanzados”.

Amenazas a Ceuta y Melilla

“España no tiene ninguna amenaza directa que la ponga en riesgo de un conflicto que haga necesario tener unas Fuerzas Armadas”. Para desmontar esta premisa, el Ejército de Tierra también ofrece un razonamiento destacado.

En ese punto se puede leer: “Un ejército podría compararse al seguro de una vivienda: se adquiere el mejor que uno puede pagarse con la esperanza de no necesitarlo nunca, pero llegado el caso, cumple con su finalidad al resarcirnos de los daños”. De hecho, en otro punto precisamente contraataca los comentarios de para qué sirven sistemas de armas millonarios que nunca se llegan a usar, indicando que ese es precisamente el éxito de la disuasión militar.

En cuanto a las amenazas, admite que “actualmente España no tiene amenazas directas que la pongan al borde de un conflicto”, pero añade que “dada su posición geográfica existen amenazas no compartidas que no están cubiertas, bien por la OTAN, como las provenientes de la franja del Sahel y el Magreb o los enclaves de Ceuta y Melilla, o bien por la Unión Europea (UE), como aquellos intereses españoles amenazados y no recogidos en la Estrategia de Seguridad de la UE”.

Llama la atención esa afirmación tajante del Ejército de Tierra sobre que la OTAN no cubre Ceuta y Melilla: es cierto que no se contemplan en los artículos 5 y 6 del Tratado del Atlántico Norte, pero otras interpretaciones y declaraciones sobre la integridad territorial de los estados miembros parece respaldar un hipotético apoyo aliado.

En todo caso, también es llamativo que admita claramente que existe una amenaza a Ceuta y Melilla.

“En un determinado momento, la situación geopolítica puede verse afectada y, en última instancia, solo el recurso al empleo de nuestra fuerza disuasoria o efectiva es el que podría garantizarnos la protección”, desarrolla el Ejército de Tierra.

Militares en procesiones religiosas

El documento aborda otras cuestiones sobre el gasto militar, la pertenencia a alianzas como la OTAN, el papel de los militares en pandemias y catástrofes, incluso si el Ejército es democrático y si encaja en una sociedad democrático.

Llega incluso a abordar una cuestión que genera cierta controversia política y social, sobre todo en torno a Semana Santa. Lo formula con esta frase: “El Ejército no puede participar en procesiones y otras manifestaciones de carácter religioso”.

Tierra defiende claramente esa participación, ya que “aunque España es un estado de carácter aconfesional, las Fuerzas Armadas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han participado tradicionalmente en procesiones y otros actos de carácter religioso”.

Recuerda que “estas participaciones son intensamente demandadas por grupos, asociaciones, fundaciones y cofradías en todo el territorio nacional y son muy valoradas por la sociedad civil”.

Incluso apunta que “este hecho fue recurrido en el año 2012 por una asociación de militares con el argumento de que constituía un gasto superfluo al margen de la misión de los ejércitos, si bien la mayor parte de los costes de estas participaciones eran sufragados por las propias cofradías.

El recurso fue desestimado por el Tribunal Supremo, que declaró conforme a derecho la Disposición Adicional Cuarta del Reglamento de Honores Militares que regula la participación de las Fuerzas Armadas en honras fúnebres y celebraciones de carácter religioso, suscribiendo la sentencia 34/2011 de 28 de marzo del Tribunal Constitucional en este mismo sentido.

Puntualiza el Ejército de Tierra que “la participación de los militares en tales actos será siempre con carácter voluntario, respetando así el ejercicio del derecho a la libertad religiosa”.

Para consultar íntegro el documento ‘Las claves del porqué’, pinche aquí.

Prueba de disparo de misil Spyke con un demostrador del 8x8.
Prueba de disparo de misil Spyke con un demostrador del 8x8.

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