La advertencia de Michael Saylor abre un escenario que los inversores no estaban contemplando
Las declaraciones de Michael Saylor, como informa elPeriódico, vuelven a centrar la atención internacional sobre el avance del capital digital. Su intervención en el Cantor Crypto Event describe un escenario financiero en evolución que, según afirma, transformará el acceso global al crédito y la gestión del valor económico. Para interpretar su alcance, conviene revisar los precedentes regulatorios y la perspectiva institucional disponible en organismos como la autoridad monetaria internacional encargada de supervisar la estabilidad financiera.
El fundador de Strategy sostiene que un tipo concreto de infraestructura será determinante para este cambio y que las empresas ya están moviendo sus balances hacia modelos basados en activos digitales. Sin embargo, lo relevante de su planteamiento no es el activo en sí, sino lo que proyecta sobre un mercado que —asegura— está aún sin desarrollar.
Un modelo empresarial que se aleja del dinero fiduciario
En su exposición ante directivos financieros y analistas, Michael Saylor defendió la idea de que Bitcoin representa una forma de capital digital capaz de reemplazar a activos tradicionales utilizados en los balances corporativos. Su visión parte de una premisa clara: las compañías que acumulen valor en activos con oferta limitada dispondrán de una base de capital más estable y resistente. Para Saylor, este cambio no es coyuntural, sino estructural.
Strategy, la empresa antes conocida como MicroStrategy, ha construido su transformación sobre esta premisa. En apenas cuatro años, la compañía ha pasado de ser un proveedor de software empresarial a convertirse en una entidad centrada en la gestión de capital digital. Según sus cálculos, la empresa controla más del tres por ciento de todos los bitcoins en circulación, lo que le permite operar con un enfoque que redefine su papel en los mercados.
De proveedor tecnológico a referencia mundial en capital digital
Saylor explicó que el giro corporativo no obedece solo a la protección del balance frente a la inflación, sino a la configuración de un nuevo tipo de empresa. El directivo sostiene que Strategy vende valores, adquiere Bitcoin y utiliza ese capital como base para emitir instrumentos financieros. En su opinión, esta fórmula abre la puerta a una categoría societaria inédita, construida sobre activos digitales en lugar de dinero fiduciario.
Este planteamiento, que él denomina digital capital company, se presenta como la primera fase de un proceso de adopción más amplio. Saylor cree que otras compañías seguirán el mismo camino en los próximos años, no por imitación, sino por supervivencia competitiva en un entorno donde el capital tradicional pierde valor a un ritmo acelerado.
El mercado emergente del crédito digital
El núcleo más novedoso de su intervención fue la explicación detallada de un concepto que denomina digital credit. Se trata de un tipo de instrumento financiero cuyo colateral es Bitcoin y que incorpora distintas combinaciones de riesgo y rendimiento. Según Saylor, este diseño permite crear productos financieros con estructuras más simples que las tradicionales, adaptadas a la naturaleza del activo digital.
Durante el último año, Strategy ha probado este modelo mediante tres desarrollos internos: Stretch, Stride y Strife. Cada uno de ellos responde a una necesidad distinta dentro del mercado del crédito. La compañía pretende diseñar un marco escalable que permita ofrecer rendimientos periódicos sin la volatilidad directamente asociada al precio de Bitcoin.
Un rendimiento estable sin riesgo de contraparte
El directivo sostuvo que la clave del éxito de estos productos está en su capacidad para funcionar sin riesgo de contraparte. En mercados tradicionales, la confianza en terceros es un elemento imprescindible para el funcionamiento del crédito. Según Saylor, Bitcoin elimina esa dependencia mediante una red descentralizada que garantiza la custodia del colateral.
Presentó un cálculo aproximado: si una institución puede ofrecer un rendimiento del diez por ciento anual sin riesgo de contraparte ni volatilidad sobre el principal, ha creado un producto financiero con una demanda potencialmente global. Esta afirmación es la base de su tesis sobre la magnitud del futuro mercado del crédito digital.
Bitcoin como nuevo estándar de capital
Saylor argumentó que los activos utilizados históricamente como reserva de valor se encuentran en un proceso de degradación. A su juicio, el dinero fiduciario se devalúa, el oro es ineficiente como unidad contable global y los bonos soberanos se han vuelto menos atractivos debido a su rendimiento negativo ajustado al riesgo. Frente a este escenario, sitúa a Bitcoin como un activo positivamente polarizado que acumula energía económica.
El directivo afirma que mientras bancos y grandes corporaciones están diseñadas para desprenderse de dinero, Strategy se ha estructurado para acumularlo en forma de capital digital. Este enfoque, asegura, se ajusta mejor al nuevo entorno financiero global, caracterizado por la automatización, la inteligencia artificial y la digitalización de los procesos económicos.
Una revolución paralela al avance de la inteligencia artificial
Saylor relacionó directamente la evolución del capital digital con la expansión de sistemas de inteligencia artificial. En su opinión, miles de millones de inteligencias digitales gestionarán recursos sin las limitaciones propias de los activos físicos. Ninguna de ellas —afirma— utilizará oro, bienes inmuebles o bonos como depósito de valor. Utilizarán Bitcoin por su estructura matemática, su resistencia a la censura y su independencia política.
Este planteamiento se conecta con análisis recientes sobre la madurez del ecosistema Bitcoin. Diversos informes señalan que una parte significativa de la oferta en manos de inversores de largo plazo ha pasado a actores institucionales durante los últimos meses, lo que sugiere una transición hacia un uso más financiero del activo.
La tokenización como evolución natural del sistema financiero
El fundador de Strategy afirmó que todos los activos financieros del mundo acabarán tokenizados sobre la red Bitcoin. Según su visión, esta red proporcionará la infraestructura necesaria para representar acciones, bonos y propiedad inmobiliaria en forma de activos digitales transferibles. La lógica detrás de este proceso se basa en la eficiencia, la auditabilidad y la interoperabilidad.
La industria financiera avanza ya hacia modelos tokenizados por su capacidad para reducir costes, agilizar liquidaciones y eliminar intermediarios. Saylor sostiene que Bitcoin, al ser la red más segura y descentralizada, se convertirá en el soporte principal de esa transición. De confirmarse esta tendencia, el mercado global podría organizarse sobre un protocolo único para la representación del valor.
Un cambio que redefine el papel de las empresas
El planteamiento final de Saylor es que Strategy no será recordada como una empresa de software, sino como la primera entidad que transformó Bitcoin en capital productivo. Su tesis es que la creación del crédito digital abrirá un mercado de dimensiones inéditas y que Bitcoin actuará como su piedra angular.
Si esta previsión se cumple, la afirmación inicial con la que Saylor presentaba su idea —la de que el crédito digital basado en Bitcoin será el próximo mercado de billones de dólares— marcará el inicio de un cambio sistémico en la arquitectura financiera global.
Las declaraciones de Michael Saylor confirman la relevancia estratégica de este avance y refuerzan la idea de que el crédito digital basado en Bitcoin podría convertirse en uno de los mercados más transformadores de la economía mundial.

