Guardia Civil intercepta un camión en fuga en la A-7: lo que hallaron dentro sorprende a todos

Una intervención rutinaria por parte de la Guardia Civil en la A-7 terminó revelando un hecho insólito que ha desencadenado una investigación de gran calado. Lo que parecía una simple infracción de tráfico se convirtió en una operación antidroga inesperada.

El conductor de un camión frigorífico ignoró las órdenes de alto de los agentes y emprendió una peligrosa huida por las carreteras de Castellón, desatando una persecución que acabó en un rincón sin salida de Almenara.

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Una infracción menor da inicio a una operación insólita

Todo comenzó cuando una patrulla de tráfico de la Guardia Civil observó a un conductor usando el teléfono móvil mientras circulaba por la autovía A-7. Al intentar detener el vehículo para sancionar la infracción, el conductor reaccionó de forma inesperada: aceleró bruscamente y comenzó una huida temeraria.

Durante la persecución, el camión frigorífico cometió múltiples infracciones, poniendo en riesgo al resto de conductores. Los agentes mantuvieron el seguimiento hasta que el vehículo se introdujo en una calle sin salida en la localidad de Almenara. Allí, el conductor abandonó el camión y trató de escapar a pie.

Huida frustrada y comportamiento sospechoso

El intento de fuga concluyó cuando el hombre intentó escalar un muro y fue reducido por los agentes. Su comportamiento, inusual para una simple multa, hizo que los efectivos inspeccionaran el camión con mayor atención.

El vehículo, equipado con sistema de refrigeración, presentaba indicios de modificación interna. Fue entonces cuando los agentes detectaron varias bolsas deportivas perfectamente organizadas en el interior.

Más de una tonelada y media de sustancia incautada

En una inspección preliminar ya se intuía la gravedad del hallazgo. Cada bolsa contenía paquetes prensados y envasados al vacío, lo que generó una sospecha inmediata de que podría tratarse de sustancias estupefacientes.

El camión fue trasladado a dependencias oficiales, donde un pesaje definitivo confirmó lo que se temía: 1.555 kilos de hachís. La droga estaba cuidadosamente distribuida para dificultar su detección durante controles rutinarios.

El conductor, detenido y puesto a disposición judicial

El detenido, un varón de 45 años, ha sido imputado por un delito contra la salud pública y otro por conducción temeraria. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Guardia de Sagunto, que ha iniciado las actuaciones pertinentes.

Este caso refuerza la eficacia de los controles aleatorios y la vigilancia rutinaria de las fuerzas de seguridad, que muchas veces derivan en operaciones de gran alcance sin una planificación previa.

Una infraestructura de ocultación sofisticada

Fuentes cercanas a la investigación han señalado que el camión incorporaba un mecanismo electrónico sofisticado para camuflar la carga, lo que confirma que detrás de la operación hay una organización logística experimentada.

La colaboración de los bomberos fue necesaria para desmontar partes del vehículo sin dañar la evidencia. Esta intervención permitió preservar la integridad de los paquetes para su análisis forense posterior.

Repercusión en la lucha contra el narcotráfico

La incautación de 1.555 kilos de hachís supone un duro golpe a las redes de tráfico que operan en el Levante español. La autovía A-7, por su ubicación estratégica, es una de las rutas preferidas para el transporte ilegal de mercancías.

Desde la Comandancia de Castellón se ha destacado la importancia de mantener el control preventivo en vías principales, como herramienta clave para detectar y frenar el crimen organizado.

La operación confirma el compromiso de la Guardia Civil en su labor de vigilancia y seguridad en las carreteras españolas, incluso en intervenciones iniciadas por una simple infracción de tráfico.

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