Sánchez está dispuesto a debatir en el Congreso el reconocimiento del Estado de Palestina

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, baraja llevar el reconocimiento de Palestina como Estado al Congreso de los Diputados, según ha podido saber Confidencial Digital de fuentes gubernamentales.

La decisión es potestad única del presidente, no precisa del visto bueno y el apoyo de la Cámara, pero considera que llevar la cuestión al Parlamento solventaría las duras críticas que se produjeron tras su carta al rey de Marruecos, Mohamed VI, cambiando la posición de España sobre la soberanía del Sáhara Occidental.

De todas formas, en la Moncloa no van a supeditar el reconocimiento de Palestina a que la oposición lo apoye: lo harán sí o sí, aunque intentarán buscar algún consenso antes de dar el paso, como adelantó ECD.

La idea del Ejecutivo es oficializar el reconocimiento antes del verano, como publicó este lunes El País.

En la campaña de las europeas

El reconocimiento de cualquier Estado depende únicamente del presidente del Gobierno. Sánchez no necesita el apoyo del Parlamento: basta con tomar la decisión y aprobarla en Consejo de Ministros.

De ahí que el presidente se haya mostrado firmemente decidido a dar el paso y haya anunciado que España reconocerá a Palestina durante la actual legislatura.

Se prevé que el Ejecutivo lo oficialice en plena campaña de las elecciones europeas, convocadas para el próximo 9 de junio, o en todo caso poco después.

Como adelantó este digital, la idea de Sánchez siempre ha sido reconocer a Palestina, aunque no tenga el apoyo de la oposición o de los partidos de investidura.

Tampoco esperará a consensuarlo con el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.

Conseguir más apoyos o esperar a un alto el fuego

Aunque Sánchez tenga vía libre para reconocer a Palestina, no lo hará de inmediato: la decisión del presidente de posponer este reconocimiento hasta el verano es una de las incógnitas que quedan en el aire, y fuentes del Ejecutivo señalan dos posibles motivos: recabar más apoyos, y esperar a un posible alto el fuego en la Franja de Gaza.

A nivel internacional, Irlanda y Eslovenia seguirán los pasos de España y reconocerán a Palestina como Estado, como ya hizo Malta hace casi un decenio. Pero no se esperan más apoyos. La situación política en Portugal ha impedido que el país luso se sume a la iniciativa.

A nivel nacional, el presidente sí puede llevar esta decisión al Congreso de los Diputados —aunque no sea obligatorio hacerlo— tanto para someterla a votación como para, simplemente, exponerlo.

Evitar otra polémica como la del Sáhara

El Gobierno trataría así de esquivar así el ruido político y mediático que se produjo tras el giro de posición sobre el Sáhara Occidental.

En marzo de 2022, se hizo pública una carta de Pedro Sánchez al rey de Marruecos, Mohamed VI, reconociendo que la propuesta marroquí de anexionarse el Sáhara Occidental como una autonomía era la más "seria, creíble y realista".

Hasta entonces, España había defendido el derecho del pueblo saharaui a votar en un referéndum y elegir su futuro; sobre todo los presidentes socialistas.

Este giro de guion levantó ampollas en el seno del Ejecutivo. Podemos, entonces dentro del Gobierno, criticó duramente la decisión, y toda la oposición, recriminó al líder del Gobierno que no hubiera debatido en sede parlamentaria el contenido del mensaje a Mohamed VI.

Sumar, convencidos de que se debatirá en el Congreso

La formación que forma ahora Gobierno con al PSOE, Sumar, está también convencida de que el reconocimiento de Palestina se llevará a debate la Cámara Baja.

Así lo aseguran fuentes parlamentarias consultadas por ECD, que consideran fundamental que un tema de Estado se lleve al Congreso para alcanzar una mayoría que respalde la decisión.

Gran parte de los socios de investidura ya han movido ficha a favor de reconocer al Estado de Palestina: Sumar, Esquerra Republicana y EH Bildu han pedido en reiteradas ocasiones a Sánchez que dé el paso. No obstante, para lograr la mayoría sería necesario que Junts, el PP o Vox secunden la iniciativa y ninguno parece por la labor.

El PP exige una llamada

Génova, por su parte, reclama a Sánchez que afronte esa cuestión como un tema de Estado, para lo que resulta fundamental el consenso entre las dos fuerzas principales del arco parlamentario.

A la pregunta de si apoyarían la iniciativa, en caso de que el presidente decida someterla a votación en la Cámara Baja, desde la dirección popular afirman que su agenda "no es la de Sánchez".

No obstante, el programa electoral de Feijóo apoya la solución de los "dos estados", que pasa por reconocer a Palestina como tal. En el PP admiten que el partido se mantiene en esa posición, pero no valorarán secundar la medida hasta que Sánchez llame a Feijóo y lleguen a un acuerdo.

Relaciones tensas

La posición del Gobierno se ha mantenido férrea desde el principio del conflicto. Tras el ataque del grupo terrorista Hamás el pasado 7 de octubre, Sánchez se mostró a favor del derecho de defensa de Israel, pero recalcó la obligatoriedad de hacerlo dentro "del derecho internacional y los derechos humanos".

Desde Podemos —entonces miembros de Sumar— fueron más allá, y criticaron la brutalidad de los ataques del Estado hebreo —calificándolo incluso de genocidio—, como lo hizo el propio Sánchez poco después del estallido del conflicto. El presidente llegó a esgrimir ante el líder israelí, Benjamin Netanyahu, las muertes de niños en la Franja de Gaza por los bombardeos de sus fuerzas armadas.

Las críticas al Gobierno hebreo han tensado las relaciones diplomáticas entre ambos países. El enfado de Israel provocó, primero, una carta de la embajadora protestando por las declaraciones de los entonces ministros de Podemos —Ione Belarra e Irene Montero—, y Tel Aviv llegó a llamar a la cónsul español hasta en cuatro ocasiones para quejarse por las palabras de Sánchez y de otros ministros —como informó ECD—.

El cambio en la opinión internacional, una atmósfera favorable

Poco a poco, la opinión internacional ha pasado, de una firme defensa de las intervenciones militares de Israel, a la crítica por el número de víctimas civiles.

El último episodio lo protagonizó el ataque al World Central Kitchen, la ONG del cocinero español José Andrés, que costó la vida a siete cooperantes. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, y Rishi Sunak, primer ministro de Reino Unido, han sido algunos de los líderes que han criticado a Israel tras ese bombardeo, y han exigido explicaciones a Netanyahu.  La ONU habla ya abiertamente de “genocidio”.

El viraje de la opinión internacional ha sentado especialmente bien en el Gobierno y ha creado el caldo de cultivo para el siguiente paso anunciado por Sánchez: reconocer a Palestina para avanzar en la solución de los "dos estados".