10 planes gratis para hacer en San Sebastián

1. Escultura del Peine del Viento.
2. Terraplén de La Concha.
3. Casco Antiguo.
4. Ayuntamiento de San Sebastián.
5. Plaza de la Constitución.
6. Basílica de Santa María del Coro.
7. Playa de la Concha.
8. Funicular.
9. Palacio Real de Miramar.
10. Paseo nuevo.

San Sebastián está considerada como la capital culinaria del País Vasco. Si eres un gourmet, entonces esta ciudad será un verdadero paraíso para ti. ¿Sabías que el País Vasco español cuenta con el mayor número de restaurantes con estrella Michelin? Comer aquí es probablemente una de las mejores cosas que hacer en San Sebastián.

Pero esta ciudad atrae no solo con comida deliciosa, sino también con una variedad de atracciones, entre las cuales la principal es la Bahía de La Concha, y la ciudad en sí está ubicada en un lugar muy pintoresco entre las montañas de la costa norte de España.

1. Escultura del Peine del Viento.

Se encuentra en el extremo más alejado de la playa de Ondarreta, a los pies del monte Igueldo. Esta es una de las esculturas más famosas del artista vasco local Eduardo Chillida.

2. Terraplén de La Concha.

Si quieres conocer mejor la ciudad y disfrutar de las vistas al mar, el mejor lugar para hacerlo es en el precioso paseo marítimo de La Concha (nombre en euskera: Kontxa Pasealekua). Nada más llegar a la ciudad, no dejes de caminar por este precioso tramo de 2 km de costa, donde podrás contemplar la belleza del paisaje donostiarra.

3. Casco Antiguo.

Se considera que el corazón de San Sebastián es su casco antiguo o parte vieja. Es un laberinto de calles intrincadamente pavimentadas rodeadas de bares de pintxos y restaurantes. Asegúrese de pasear por las calles peatonales de la zona, explorar las boutiques y maravillarse con los edificios históricos.

4. Ayuntamiento de San Sebastián.

Antes de convertirse en el Ayuntamiento de San Sebastián (nombre vasco: Donostiako Udala), este edificio fue ocupado por el Gran Casino, que albergaba fiestas para la burguesía y la aristocracia europea. Fue aquí donde pasaron los veranos durante la Belle Epoque.

5. Plaza de la Constitución.

La Plaza de la Constitución es la plaza más grande de la ciudad y una vez fue una plaza de toros. Los balcones que ahora dan a la plaza conservan la numeración de los tiempos en que se utilizaban como lugares para contemplar las corridas de toros que se desarrollaban abajo.

6. Basílica de Santa María del Coro.

Esta majestuosa iglesia del siglo XVIII con fachada barroca ostenta una mezcla de elementos góticos, neoclásicos y churriguerescos. El pórtico de la iglesia es de estilo plateresco. Entra y verás una bóveda y un altar neogótico.

7. Playa de la Concha.

La Playa de la Concha es una playa que da al terraplén del mismo nombre ya mencionado anteriormente. Aquí se puede nadar, tomar el sol o simplemente pasear por la hermosa playa de arena blanca y admirar la bahía o los arcos de piedra que la rodean.

8. Funicular.

Este funicular antiguo te llevará hasta 184 metros sobre el nivel del mar y te dejará en la cima del monte Igueldo. Desde esta ubicación se tiene una vista panorámica impresionante de la costa y las montañas de San Sebastián. Sin embargo, la hermosa vista no es la única razón por la que vale la pena escalar hasta allí. También puedes pasar un día divertido en el parque de atracciones de Monte Igueldo.

Los niños estarán especialmente interesados en ir, quienes apreciarán los encantadores carruseles y las tradicionales montañas rusas de madera. Los precios del entretenimiento allí, por cierto, son bastante populares. Cuenta con un restaurante con balcón donde podrá disfrutar de su comida mientras disfruta de hermosas vistas de la ciudad.

9. Palacio Real de Miramar.

Sucedió históricamente que los monjes españoles visitaban a menudo San Sebastián en el verano. También durante muchos años, la familia real española ha elegido esta ciudad para sus vacaciones de verano.

10. Paseo nuevo.

El Paseo Nuevo se encuentra a los pies del monte Urgull, y es un camino panorámico que rodea la montaña. Comienza en el acuario y pasa por debajo de la fortaleza del Castillo de la Mota, que fue construido en el siglo XII. El nuevo terraplén es famoso por las enormes olas del mar que chocan contra la muralla, elevándose en el aire a alturas increíbles. Esta es una de las partes más hermosas de la ciudad y definitivamente vale la pena visitarla. El pintoresco Paseo Nuevo lleva de regreso al centro de la ciudad y termina en la desembocadura del río Urumea en el Puente la Zurriola.