“Esperábamos más colmillo”: decepción en el PSOE por el tibio arranque del Gobierno

Ex altos cargos del partido y del Gobierno aseguran que faltan ministros con un discurso más combativo. Consideran que la llegada del nuevo responsable de Economía es otra oportunidad perdida

La foto de familia del nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez.
La foto de familia del nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez.
  1. Esperar al sustituto de Calviño
  2. Una decepción en aumento
  3. Solo cinco caras nuevas
  4. Ministros ‘viejos’
  5. No repetir los errores de la pasada legislatura
De izquierda a derecha. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente y la ministra Portavoz y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, durante un pleno en el Senado.
De izquierda a derecha. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska; el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente y la ministra Portavoz y ministra de Educación, Formación Profesional y Deporte, Pilar Alegría, durante un pleno en el Senado.

El nuevo Gobierno liderado por Pedro Sánchez no ilusiona en las filas del Partido Socialista. En el seno de la formación esperaban una remodelación a fondo que no se ha producido y una apuesta firme por perfiles más duros que defendieran mejor el trabajo del Ejecutivo. “Con Óscar Puente empieza y acaba la renovación”, afirman voces importantes dentro del grupo parlamentario a Confidencial Digital.

Esta petición de incluir nuevos ministros “con más colmillo” en sus declaraciones públicas —adelantada por ECD lleva instalada meses en el seno del partido y recorre desde la militancia hasta la cúpula. De ahí la llegada de Puente, exalcalde de Valladolid, cuyo discurso en la investidura del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, gustó mucho dentro del PSOE. “Es lo que necesitábamos”, aplaudían entonces distintos miembros del partido. Sin embargo, dentro del partido esperaban más cambios y el resultado final ha decepcionado.

Esperar al sustituto de Calviño

Esta sensación se ha confirmado, explican, con la llegada de Carlos Cuerpo al Ministerio de Economía. La salida de Nadia Calviño, vicepresidenta primera y miembro del Ejecutivo durante seis años, abría la posibilidad a la irrupción de un ministro más “político”. Calviño no militaba en la formación y representaba una parte más técnica. Un nombramiento que gustó en Bruselas y buscaba enviar un mensaje de seguridad ante la presencia de Unidas Podemos en el consejo de ministros de la pasada legislatura.

Las cábalas apuntaban a José Luis Escrivá, responsable de Seguridad Social y Migraciones los últimos seis años y firme candidato a sustituir a Calviño. Esta posibilidad permitiría la llegada de un nuevo ministro a una cartera de segundo nivel, Transición Digital —ahora en manos de Escrivá— pero con un mensaje más contundente, al igual que ha sucedido con Puente, que dirige el Ministerio de Transportes. Pero el nombramiento de Cuerpo ha ahondado en la desilusión que se venía arrastrando desde que Sánchez comenzara a anunciar los nuevos miembros del Gobierno.

Una decepción en aumento

“No podemos responder con flores si nos atacan con cañones”, afirmaba un exalcalde socialista antes de la configuración del nuevo Gobierno. Una frase que marcaba el sentir dentro del PSOE. “Necesitamos más contundencia y el presidente lo sabe”, afirmaba a ECD otra voz autorizada del grupo parlamentario. Todo parecía indicar que Sánchez cumpliría con esta petición que partía de la propia militancia socialista: “Está muy conectado con lo que piden las bases porque fueron quienes le volvieron a situar como líder del partido”, analizaban desde el partido y concluían: “No es que escuche las demandas, es que opina lo mismo”.

Pero los nombramientos del próximo Ejecutivo han dejado más que fría a la bancada socialista. No ha habido una apuesta por perfiles políticos como la que se demandaba internamente y solo una figura de partido cobra protagonismo en dicha remodelación: Óscar Puente. El exalcalde socialista de Valladolid dejó el cargo tras las elecciones municipales del pasado 28 de mayo. Aunque ganó los comicios, no puedo mantener el Gobierno municipal y cayó en manos del PP gracias al apoyo de Vox.

El nombramiento del exregidor sí gusta en el seno de la formación, pero se esperaban más figuras políticas con el mismo tipo de mensaje: “Claro y directo”, lo calificaban fuentes socialistas antes de la formación del Ejecutivo. Una desazón que se ha agudizado en las últimas semanas tras los primeros pasos del Gobierno. La explicación de la Ley de Amnistía a todos los encausados por el procès separatista catalán no está convenciendo: “No parece que haya intención de explicarla internamente ni de convencer. Tampoco se han creado espacios para poder hablar de ella”, señalan diputados socialistas.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Solo cinco caras nuevas

De los 17 ministros de la parte socialista repiten doce, solo cinco son nuevos: Óscar Puente, responsable de Transportes, Jordi Hereu, ministro de Industria y Turismo, Ángel Víctor Torres, titular de Política Territorial, Ana Redondo, ministra de Igualdad y Elma Saiz, responsable de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. La mayoría son desconocidos a nivel nacional y no cumplen con las características esperadas en el partido. “Son personas que pueden tener proyección, pero no tienen el tipo de mensaje más directo que se buscaba”, señalan desde las filas socialistas.

Ministros ‘viejos’

Sánchez ha mantenido a la guardia pretoriana del pasado Gobierno. Sigue Fernando grande-Marlaska al frente de Interior, Margarita Robles en Defensa, María Jesús Montero en Hacienda o Félix Bolaños en Presidencia y Relación con Las Cortes, asumiendo también Justicia. En el PSOE esperaban que alguno de estos nombres no continuara bien por el desgaste sufrido o bien por todos los años que llevan al frente de su cartera: “Llevan seis años y son muchos para cualquier ministro”, argumentan voces parlamentarias.

 

Los focos se fijan, principalmente, en Marlaska. Reprobado por el Congreso de los Diputados por su gestión de la tragedia en la valla de Melilla que dejó 24 muertos. El responsable de Interior también acumuló críticas de los partidos que conforman la mayoría de investidura de Sánchez tras la reacción de la policía a las protestas del metal en Cádiz, donde las autoridades sacaron a las calles una tanqueta. Como informó ECD, Sánchez pidió a Robles que fuera el relevo de Marlaska, pero esta lo rechazó.

No repetir los errores de la pasada legislatura

Este nuevo Ejecutivo no solo ha dejado fríos a los socialistas sino que aumenta la preocupación por cometer los mismos errores que la pasada legislatura. En el partido consideran primordial explicar mejor todas las normas aprobadas: “Va a ser una legislatura de pocas leyes, pero deben estar mucho mejor defendidas”, afirmó una voz importante del partido tras la investidura del actual presidente.

“Ahora con la amnistía vemos que se sigue necesitando alguien que se exprese más claramente y haga pedagogía de la acción de Gobierno”, afirman fuentes del PSOE consultadas por ECD. “No puede volver a pasar lo que sucedió con la Ley del ‘solo sí es sí’. Es cierto que tuvo un error, pero incluyó un montón de mejoras en los derechos de las mujeres que no supimos explicar”, concluyen.

La ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero, y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.
La ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, María Jesús Montero, y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez.

 

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