Se hunde el voto de las mujeres al PSOE por Errejón, Ábalos y la crisis de las pulseras
La preocupación en Ferraz es máxima. Sánchez propone ahora incluir el aborto en la Constitución para intentar revertir esa tendencia
- Las mujeres empiezan a apoyar a Vox
- El voto femenino, clave el 23-J
- La ‘ley trans’ y la rebaja de penas por el ‘solo sí es sí’
- Recuperar el Ministerio, un plan fallido
- El ‘caso Errejón’
- Los audios de Ábalos, máxima preocupación en el PSOE
- Paco Salazar y las acusaciones de acoso laboral
- Las pulseras telemáticas entierran la remontada
- Un problema en la migración
- Resucitar el aborto para revertir esta tendencia
La preocupación en el Partido Socialista por la caída del voto femenino está en máximos desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno y a la secretaría general. En Ferraz rechazan ofrecer datos exactos de la magnitud de la caída, pero admiten que se trata de un tema alarmante, que rompe la columna principal que sostuvo al partido en las últimas elecciones generales, según explican fuentes socialistas a Confidencial Digital.
Las mujeres empiezan a apoyar a Vox
Voces socialistas explican que, además, ese voto femenino no va a la abstención, ni a Sumar, ni siquiera al Partido Popular, sino que una parte importante está recalando en Vox.
En los últimos sondeos publicados -que coinciden con los que manejan los grandes partidos-, el partido de Santiago Abascal ha visto disparado su apoyo entre las mujeres cuando, hasta ahora, solo lo había liderado entre los varones jóvenes.
El hundimiento del voto de las mujeres al PSOE procede de las sucesivas polémicas que han sacudido al partido en esta legislatura; de ahí la preocupación de los socialistas. No se achaca a la etapa de Montero, sino que el actual mandato está resultando más perjudicial para el PSOE electoralmente que los cuatro años en los que Podemos dirigió la cartera de Igualdad.
El voto femenino, clave el 23-J
Tras la anterior legislatura, el voto femenino sostuvo al Partido Socialista, principalmente en el País Vasco y Cataluña. La subida del PP, hasta casi los 140 escaños, no tuvo resultado en la formación de Gobierno porque Vox apenas superó los 30; precisamente por la falta de apoyo entre las mujeres.
Ahora esa aritmética se ha dado la vuelta. Es Vox el que empieza a sumar apoyos entre las mujeres, y el PSOE quien detecta que lo ha perdido como resultado de las polémicas que han rodeado al Ministerio de Igualdad. Y en Ferraz se muestran conscientes de que, sin el apoyo de las mujeres, no hay posibilidad de continuar en La Moncloa.
La ‘ley trans’ y la rebaja de penas por el ‘solo sí es sí’
En el pasado Gobierno de coalición, con Unidas Podemos, el Ministerio de Igualdad no tuvo un día tranquilo. La ‘ley trans’, que permite la autodeterminación de género a partir de los 16 años sin necesidad de hormonación, basta con mostrar la voluntad en el registro civil, dividió a un feminismo que sigue manifestándose por separado cada 8 de marzo.
A esta polémica se sumó la excarcelación y las rebajas de condena a sentenciados por agresión sexual por la entrada en vigor de la ley del ‘solo sí es sí’. El PSOE propuso una reforma en contra del criterio de Igualdad, que defendía que la culpa era de los jueces que aplicaban la norma con sesgos machistas. Finalmente, se reformó la ley con el voto en contra de Unidas Podemos.
Recuperar el Ministerio, un plan fallido
Tras esos dos episodios, el presidente Pedro Sánchez tuvo claro en el nuevo Ejecutivo tras el 23-J que recuperaría la cartera de Igualdad, con el fin de colocar al frente a una socialista. La elegida fue Ana Redondo. Sin embargo, su mandato no ha sido más tranquilo que el de Irene Montero.
La primera crisis saltó con la elección de la presidenta del Instituto de la Mujer, Isabel García, a la que se acusó de haberse manifestado en contra de las mujeres transexuales. En verano de 2024 llegó su salida, después de que se revelaran varios contratos públicos del departamento concedidos a la empresa de su pareja.
El ‘caso Errejón’
Sin embargo, en Ferraz sitúan tres asuntos como principales causantes de la caída del apoyo femenino. En primer lugar, el caso ‘Errejón’, que no solo hundió a Sumar, sino que también provocó un daño colateral casi irreversible en los socialistas.
El fundador de Podemos dimitió como portavoz del partido de Yolanda Díaz tras revelarse varias denuncias anónimas que lo acusaban de comportamientos machistas, e incluso de agresión sexual, incluyendo una denuncia por parte de la actriz Elisa Mouliaá.
Un misil a la línea de flotación del Gobierno de coalición que abandera el feminismo como punta de lanza de su proyecto.
Los audios de Ábalos, máxima preocupación en el PSOE
Pero el principal terremoto para los socialistas fueron los audios entre José Luis Ábalos, ex número tres del partido, ex ministro de Transportes y mano derecha de Sánchez hasta 2021, con su ex asesor en el Ministerio, Koldo García, hablando sobre prostitución y eligiendo mujeres de un catálogo.
Los audios, recogidos por la UCO en el informe que incriminó a Santos Cerdán, sucesor de Ábalos en Organización, en el cobro de mordidas, disparó todas las alarmas.
Por eso, en pleno golpe por la incriminación, imputación y posterior encarcelación de Cerdán, aquellas semanas Sánchez centró todas sus intervenciones en las mujeres. Primero, rechazando el contenido de los audios: “Nos repugnan”, aseguró en la primera intervención pública tras conocerse las grabaciones.
Desde entonces, el PSOE habla poco del conocido como ‘caso Koldo’, que hasta ahora involucra a dos altos cargos socialistas y al Ministerio de Transportes, y ha preferido centrarse en el voto femenino. Como adelantó Confidencial Digital, en el PSOE calculan que el daño de los audios de Ábalos y Koldo son mucho mayores que el que pueda originarles la corrupción económica.
Paco Salazar y las acusaciones de acoso laboral
Y, en plena remodelación de la cúpula socialista, Sánchez nombró número dos de la nueva secretaría de organización a Paco Salazar. El mismo día en que iba a ser ‘ascendido’, distintas denuncias por acoso laboral truncaron el nombramiento del también trabajador de Moncloa, que dimitió de su cargo esa misma mañana.
Las pulseras telemáticas entierran la remontada
A esta racha de bombardeos, que han “roto” el discurso feminista del partido, aseguran voces del partido, se ha sumado la crisis de las pulseras telemáticas. Estas pulseras sirven para mantener las órdenes de alejamiento e informar a la víctima si su agresor se acerca.
La memoria de la fiscalía de 2024, publicada el mes pasado, reveló fallos en las pulseras que han afectado a causas judiciales en curso.
Los fallos han vuelto a poner el foco en el Ministerio de Igualdad, cuando todo parecía calmarse y los socialistas pensaban que podían recuperar la confianza del electorado femenino en los próximos dos años.
El PSOE reformó sus estatutos para expulsar cualquier consumidor de prostitución, mejoró el protocolo antiacoso, y se comprometió a llevar la ley para abolir esta práctica al Congreso en septiembre, algo que no ha hecho.
La crisis de la herramienta antimaltrato más eficaz hasta la fecha ha situado a Redondo en la diana, y le ha costado la reprobación de la Cámara Baja. Los socialistas han vuelto a detectar una caída significativa del apoyo de las mujeres estas últimas semanas. Los grupos progresistas han pedido una investigación y responsabilidades, pero en el Ministerio no ha cesado nadie.
Un problema en la migración
El fallo de las pulseras se originó hace dos años, cuando se migró el sistema de Telefónica a Vodafone. En el trasvase de datos, no se incluyeron a quienes se habían saltado la orden de alejamiento, de modo que hubo causas que quedaron sobreseídas, según explicó el Poder Judicial. El Ministerio de Igualdad niega que ocurriera, aunque admite el error en la migración.
Sin embargo, las propias víctimas han denunciado fallos en las pulseras antimaltrato y han relatado cómo los agresores han conseguido librarse de ellas. El departamento de Ana Redondo asegura, como explicó este medio, que eso no las puso en peligro, porque, aunque puedan tener fallos, existe un protocolo para mantenerlas a salvo.
Resucitar el aborto para revertir esta tendencia
La polémica del Ayuntamiento de Madrid, dirigido por el PP, sobre el aborto ha caído como agua de mayo en Moncloa.
El consistorio, a recomendación de Vox, puso en marcha un protocolo que propone “informar” a las mujeres sobre los peligros de abortar, pero que incluía consecuencias sin evidencia científica. Dos días después, el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ha rectificado y admitido que el ‘síndrome post-aborto’ no existe.
El Gobierno ha visto una baza que explotar aprovechando esta polémica, y ha propuesto blindar el derecho al aborto en la Constitución, con el fin de poner al PP ante uno de los debates más incómodos y que Feijóo decidió evitar en el Congreso Nacional del partido.

