La amenaza de un nuevo apagón asusta a los enfermos de ELA

Las asociaciones ponen el foco en los pacientes que habitan zonas sin hospitales cercanos tras el aviso de Red Eléctrica

Un hospital tras el apagón eléctrico, a 28 de abril de 2025, en Madrid. (Foto: Alberto Ortega / Europa Press)
Un hospital tras el apagón eléctrico, a 28 de abril de 2025, en Madrid. (Foto: Alberto Ortega / Europa Press)
Durante las últimas semanas, Red Eléctrica ha encendido las alarmas al detectar variaciones bruscas de tensión en la red peninsular. Aunque los niveles se mantienen dentro de los márgenes permitidos, los expertos advierten de que, si no se corrigen a tiempo, podrían desencadenar un nuevo apagón en España.
 
  1. “Un apagón más largo sería devastador”
  2. La 'España vaciada', el punto más vulnerable
  3. El Hospital Enfermera Isabel Zendal
  4. Red Eléctrica advierte, pero pide calma
  5. Víctimas del apagón 

Esta posibilidad ha generado una profunda preocupación en colectivos especialmente vulnerables, como los enfermos de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica), muchos de los cuales dependen de máquinas conectadas a la corriente eléctrica para poder respirar o alimentarse.

“Un apagón más largo sería devastador”

Desde las asociaciones de pacientes de ELA, el mensaje es claro: “Si el apagón dura más que el del pasado mes de abril, puede haber muchos problemas”, señalan.

Los enfermos que viven con esta enfermedad neurodegenerativa utilizan equipos de ventilación mecánica y comunicación asistida que requieren electricidad constante.

“Normalmente, las máquinas tienen baterías con una autonomía de unas ocho horas, y en casa suelen disponer de dos. Eso significa que, si un apagón supera las 16 horas, muchas personas quedarían en una situación crítica”, explican desde la Asociación Española de ELA (adELA).

Durante el apagón del 28 de abril, varios pacientes tuvieron que trasladarse de urgencia a hospitales para poder conectar sus equipos a la red eléctrica. Sin embargo, no todos los enfermos pueden hacerlo con facilidad.

La 'España vaciada', el punto más vulnerable

El riesgo se multiplica en las zonas rurales o menos pobladas, conocidas como la “España vaciada”, donde los desplazamientos a un hospital pueden durar horas y los recursos sanitarios son más limitados.

“Cuando ocurre este tipo de cosas, los enfermos que viven en grandes ciudades tienen la opción de ir rápidamente a un hospital. Pero quienes viven en zonas rurales lo tienen mucho más complicado, y eso puede ser fatal”, lamentan desde las asociaciones.

En comunidades como Castilla y León o Aragón, muchas familias de enfermos de ELA dependen de generadores portátiles, aunque no siempre tienen capacidad para mantener todos los dispositivos funcionando. Además, no todas las viviendas están preparadas para una alimentación eléctrica alternativa segura, lo que agrava aún más el riesgo.

El Hospital Enfermera Isabel Zendal

Durante el último apagón, decenas de enfermos de ELA se trasladaron al Centro Especializado de Atención Diurna de ELA, ubicado en el Hospital Enfermera Isabel Zendal, en Madrid.

En este centro, el personal está entrenado y preparado para emergencias eléctricas. Disponen de sistemas de respaldo y generadores que garantizan el suministro continuo para los pacientes que dependen de respiradores o equipos de soporte vital.

“Tenemos protocolos específicos por si se produce un apagón. Contamos con generadores propios y personal especializado las 24 horas del día. Aquí ningún paciente se queda sin asistencia”, explican desde el centro.

No obstante, esta preparación no se replica en todos los hospitales del país, lo que deja desprotegidos a muchos enfermos que no pueden desplazarse hasta la capital.

Red Eléctrica advierte, pero pide calma

Pese a la preocupación social, Red Eléctrica de España (REE) insiste en que no existe un riesgo inminente de apagón generalizado.

Los técnicos explican que las variaciones de tensión detectadas responden a desequilibrios en el sistema energético europeo, en un contexto de alta demanda y menor generación renovable.

“Estamos dentro de los márgenes de seguridad, pero debemos ser prudentes. Hay riesgos que se deben gestionar antes de que sean más graves”, indicaron fuentes de la compañía.

Sin embargo, los expertos en redes eléctricas advierten que, si la tensión sube o baja de manera brusca, algunas centrales pueden desconectarse automáticamente para proteger los equipos, lo que podría desencadenar un efecto dominó.

“Una caída súbita en una parte del sistema puede arrastrar a otras, provocando que más centrales salgan de servicio y, finalmente, el sistema colapse”, explican.

Víctimas del apagón 

El apagón del pasado 28 de abril dejó un balance trágico: una mujer de 46 años falleció en Alcira (Comunidad Valenciana) porque su respirador se detuvo cuando se interrumpió el suministro.

En Castilla y León, otro enfermo de ELA murió después de que el sistema de ventilación mecánica que necesitaba no llegara a tiempo debido al colapso logístico provocado por la falta de electricidad.

metricool