Caso de la ciclista de OnlyFans: la IA complica el derecho al olvido en Internet
Aunque logre retirar o corregir contenido en algunas páginas, sistemas como ChatGPT seguirán citando su actividad en la web de imágenes eróticas
- Un pasado marcado por la ‘página azul’
- Sopeña busca la desvinculación total de su pasado
- El ‘derecho al olvido’ sigue siendo una cuestión de gran complejidad
La deportista, con un palmarés destacado a nivel nacional y una gran presencia en redes sociales, busca así proteger su imagen y volver a encaminar su carrera hacia el ámbito estrictamente deportivo.
Un pasado marcado por la ‘página azul’
Sopeña dio un giro radical a su vida en el año 2022, cuando decidió dejar su trabajo como profesora para comenzar en el mundo de la creación de contenido digital. En un primer momento este contenido estaba relacionado con el ciclismo. Sin embargo, las críticas constantes que la ciclista recibía la llevaron a explorar otros terrenos.
Fue entonces cuando, debido a las múltiples críticas que recibía, comenzó a crear contenido erótico en OnlyFans, también conocida como la ‘página azul’. De esta manera, Sopeña creía tener el control del contenido que compartía, a la vez que obtenía cierta independencia y solvencia económica.
Sopeña busca la desvinculación total de su pasado
Sin embargo, la ciclista ahora busca desvincularse por completo de su pasado y volver a retomar su trayectoria deportiva. Aun así, el poder de las plataformas digitales parece imponerse en este momento.
José Moreno Suárez, consultor que ofrece servicios de gestión de reputación online, advierte que plataformas de inteligencia artificial como ChatGPT pueden seguir ofreciendo información que se ha solicitado eliminar de la red. Esto, explica el consultor, se debe a la complejidad del unlearning (o el desaprendizaje) de contenidos que ya se han insertado o configurado en un modelo previamente entrenado.
Moreno detalla que la mecánica detrás de esta desindexación o desvinculación -de la información y la persona- es “sencilla y, a la vez, inquietante”. Los modelos de lenguaje como ChatGPT aprenden de corpus enormes, tal y como explica a ECD este experto. Esto provoca que cada fragmento de dicha información quede en los parámetros del modelo, lo que se traduce en que, aunque una URL logre ser desindexada, una IA entrenada con anterioridad a esta solicitud de eliminación de datos pueda seguir generando textos relacionados con estos mismos.
Según Moreno, el ‘machine unlearning’ (desaprendizaje de las máquinas) se perfila como la opción más adecuada. Sin embargo, en la práctica sigue siendo un procedimiento experimental, costoso y técnicamente complejo, que carece aún de garantías completas.
El ‘derecho al olvido’ sigue siendo una cuestión de gran complejidad
El derecho al olvido está reconocido en Europa desde la sentencia Google Spain (2014) y reforzado por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Este permite a las personas solicitar la desindexación de enlaces que afectan a su reputación, evitando que aparezcan con facilidad en buscadores. Sin embargo, no implica la eliminación total del contenido en la web, que puede seguir disponible en su origen o en copias distribuidas por la red.
En el ámbito nacional, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) juega un papel clave en este terreno. Esta organización tramita reclamaciones cuando plataformas como Google rechazan solicitudes, y puede actuar como árbitro entre las partes. Los plazos legales para resolver oscilan entre uno y seis meses, dependiendo de la complejidad del caso.
José Moreno Suárez explica que este tipo de solicitudes responden a motivos personales muy concretos como proteger la reputación ante oportunidades laborales, reducir el impacto emocional de informaciones repetidas, reconfigurar la identidad profesional o salvaguardar la privacidad.
No obstante, este proceso de eliminación de datos se enfrenta a limitaciones técnicas y jurídicas. Las órdenes no siempre se aplican a nivel global, las copias en cachés y servidores externos pueden persistir y, sumado a todo esto, en la actualidad, la inteligencia artificial añade un nuevo reto.
Las agencias y consultores especializados ofrecen un abanico de soluciones que combinan vías legales, negociaciones con editores y estrategias de SEO defensivo. Sin embargo, advierten de que no existe el “borrado absoluto”.
Tal y como añade Moreno, lo realista en estos casos es trabajar en reducir la visibilidad y controlar la narrativa digital, no luchar por eliminar completamente un pasado hasta el momento imborrable.