La IA está potenciando la ludopatía en jóvenes: se usa Chat GPT para predecir apuestas
Estas conductas adictivas se dan sobre todo en estudiantes de secundaria, donde ya el 20% juega con dinero
Cada vez más adolescentes se inician en las apuestas antes de los 15 años, impulsados por la presión social, el fácil acceso a las aplicaciones de juego desde el móvil y la normalización en redes y videojuegos.
- Videojuegos y móviles como puerta de entrada
- Edad de inicio cada vez más baja
- La presión social como detonante
- Inteligencia artificial como refuerzo
- Síntomas de alarma en adolescentes
- Datos que confirman la tendencia
- Más riesgo con la vuelta a clase
A este escenario se suma un nuevo factor de riesgo, según ha podido confirmar Confidencial Digital: la inteligencia artificial, que algunos jóvenes utilizan para consultar probabilidades y reforzar la falsa idea de que pueden controlar el azar.
Videojuegos y móviles como puerta de entrada
Según la Asociación Española de Psicología Sanitaria, aunque los videojuegos no son en sí mismos juegos de azar, comparten mecanismos adictivos muy similares: búsqueda de recompensa inmediata, activación del sistema dopaminérgico y dificultad para tolerar la frustración. En la adolescencia, donde el autocontrol aún está en desarrollo, estas dinámicas generan mayor vulnerabilidad.
Lo preocupante es que muchos títulos incluyen cajas de botín, micropagos o recompensas aleatorias que acostumbran a los jóvenes a pagar por “más oportunidades”. Estos mecanismos actúan como un puente hacia las apuestas online.
Edad de inicio cada vez más baja
Los expertos advierten de que la edad media de inicio en conductas de riesgo vinculadas al juego ha descendido de forma notable en los últimos años. Si antes era más común en la mayoría de edad, cada vez se detectan más casos desde los 13 o 14 años.
La accesibilidad a través del móvil y la normalización del juego en redes sociales explican este adelantamiento. La publicidad de apuestas deportivas y la presencia de influencers que fomentan las mismas refuerzan la percepción de que se trata de una actividad sin riesgos.
La presión social como detonante
Otro de los factores destacados es la presión del grupo. Desde la Asociación Española de Psicología Sanitaria explican que muchos adolescentes comienzan a apostar porque sus amigos ya lo hacen, lo que genera un efecto de pertenencia.
La búsqueda de sensaciones intensas y la falsa idea de ganar dinero rápido consolidan la entrada en estas dinámicas adictivas.
Inteligencia artificial como refuerzo
Un fenómeno emergente entre los más jóvenes es el uso de herramientas de inteligencia artificial para consultar probabilidades de apuestas o estrategias para ganar más dinero. Los psicólogos advierten de que este recurso genera una “falsa sensación de control”: el adolescente percibe las respuestas como seguras, cuando en realidad se trata de un refuerzo a la conducta de riesgo.
Síntomas de alarma en adolescentes
Entre los primeros indicios que pueden alertar a familias y educadores destacan la obsesión por los resultados deportivos, el incremento del dinero que el joven invierte en el juego, el ocultamiento de actividades y cambios emocionales como irritabilidad o tristeza al no poder jugar.
También hay que estar atentos a otras señales: el aislamiento social y el descenso en el rendimiento académico son motivo de alerta.
Datos que confirman la tendencia
El último estudio del Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones indica que el 21,5% de los adolescentes de entre 14 y 18 años ha apostado en el último año. De ellos, el 10,7% lo hizo online y el 17,7 % de forma presencial.
El Ministerio de Sanidad estima que un 4% de este grupo de edad podría presentar un patrón de juego problemático.
Más riesgo con la vuelta a clase
La Asociación Española de Psicología Sanitaria también advierte de que el inicio del curso escolar puede agravar la situación. Con el regreso a la rutina, los adolescentes retoman la presión de grupo y los padres disponen de menos tiempo para supervisar.
Este contexto, sumado al fácil acceso a las aplicaciones y páginas de apuestas, favorece que las apuestas se conviertan en una conducta habitual.
