Defensa deja sin medallas la evacuación de Sudán tras conceder 164 por Kabul
El despliegue protagonizado por la Brigada Paracaidista, el MOE y por el Ala 31 del Ejército del Aire sólo ha merecido una felicitación colectiva
- Sin noticias de medallas por Sudán
- Felicitaciones colectivas
- Despliegue de 172 militares
- Reglamento de recompensas militares
- Informes de mandos de la misión de Sudán
- Paracaidistas movilizados de urgencia
- Ataque a un convoy francés
- Medallas ‘rojas’ “sin pegar un tiro”
- Defensa es ahora más estricta
Un avión de Air Europa aterrizó la tarde del 27 de agosto de 2021 en la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid). Era el último vuelo de la operación de evacuación de no combatientes de Afganistán, que había comenzado el 16 de agosto y que supuso un trasiego de vuelos entre el aeropuerto de Kabul, desbordado de afganos y extranjeros, la escala de Dubai, y el destino final en España.
Algo más de tres meses después, el 3 de diciembre de 2021, la ministra de Defensa, el JEMAD, los tres JEMEs, la secretaria de Estado de Defensa y la de Asuntos Exteriores, y la directora del CNI impusieron más de 160 cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico, con distintivo rojo, azul o blanco, a miembros de las Fuerzas Armadas que habían participado en esa evacuación de Kabul.
La entrega de condecoraciones tuvo lugar en un acto solemne en el Salón de Promociones de la Escuela de Guerra. Margarita Robles expresó la “gratitud total y absoluta, no solo de las Fuerzas Armadas, sino de España entera al trabajo que nuestros militares hicieron en Kabul”.
Sin noticias de medallas por Sudán
Un avión A330 del Ejército del Aire tomó tierra en la mañana del 24 de abril de 2023 en la misma base aérea de Torrejón de Ardoz. De él bajaron 72 personas (entre españoles, sudaneses y nacionales de otros once países) que habían sido evacuadas de Sudán, por el estallido de un conato de guerra civil, a Yibuti.
Han pasado casi nueve meses desde la evacuación de Sudán. No ha habido ningún acto presidido por la ministra de Defensa para entregar medallas a los militares participantes en esa operación: de hecho, no se ha aprobado, ni está previsto aprobar, la concesión de medallas, a diferencia de lo que hizo el Ministerio de Defensa con la misión de Kabul.
Felicitaciones colectivas
ECD se puso en contacto el 4 de enero con el Ministerio de Defensa y con el Estado Mayor de la Defensa, para consultar si se habían concedido condecoraciones por la evacuación de Sudán.
Las operaciones de evacuación se coordinaron desde el Mando de Operaciones, del Estado Mayor de la Defensa.
El Ministerio de Defensa no contestó a esta pregunta consulta de Confidencial Digital, pero la oficina de comunicación del Estado Mayor de la Defensa sí.
Indicó que el Gabinete Técnico del Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) trasladó al Gabinete Técnico de la Ministra de Defensa, el 12 de septiembre, una propuesta de felicitación colectiva, para el personal participante en la operación de rescate de ciudadanos de distintas nacionalidades que se encontraban en Sudán.
Ocho días después, el 20 de septiembre, se publicó en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa la Resolución 100/15146/23 por la que se concede una felicitación colectiva “a los componentes desplegados en zona de operaciones para realizar la Operación Eva Sierra de Evacuación de no combatientes en Sudán”. La resolución fue firmada por Margarita Robles el mismo 12 de septiembre.
En esa resolución se explica que “tras el fracaso de las negociaciones políticas para relanzar la transición democrática en Sudán, el sábado 15 de abril del 2023 estalló un conflicto abierto entre el ejército del General Burhan y las conocidas como las Fuerzas de Apoyo Rápido. Como resultado de los intensos combates, se declaró el estado de emergencia en el país y se tomaron medidas drásticas, como el cierre de aeropuertos y fronteras terrestres”.
Ante ese conflicto, “con el objetivo de garantizar la seguridad y protección del personal designado por el Embajador de España en Sudán, durante la crisis desencadenada en el país, se llevó a cabo la Operación Conjunta de Rescate de Personal No Combatiente (NEO) en un entorno hostil desde Jartum, Sudán, entre el 21 y el 24 de abril”.
Despliegue de 172 militares
El despliegue incluyó a “un total de 172 militares españoles pertenecientes al Estado Mayor de la Defensa, Ejército de Tierra y Ejército del Aire, bajo el control operativo del Mando de Operaciones. Además, la operación contó con el apoyo de 26 miembros del 46 Destacamento Orión, desplegados en la Operación Atalanta, para establecer una Base de Despliegue Avanzada en Yibuti y facilitar el despliegue de los medios aéreos y terrestres involucrados en la operación desde Yibuti”.
En la resolución firmada por la ministra de Defensa celebra que “se logró evacuar de manera exitosa y segura a todo el personal designado por el Embajador de España en Sudán, en total 104 civiles, que fueron evacuados de Jartum a Yibuti y otros 72, desde Yibuti a Madrid, incluyendo personal de diversas nacionalidades”.
En virtud de ello, la ministra decidió “conceder a todos los componentes participantes en la Operación Eva Sierra de Evacuación de no combatientes en Sudán, una felicitación colectiva”.
Ese mismo Boletín Oficial del Ministerio de Defensa publicó otra resolución con una felicitación colectiva para los militares embarcados en la fragata ‘Reina Sofía’ de la Armada que habían trasladado a 163 personas desde Port Sudan hasta el puerto de Yeda, en Arabia Saudí, en una segunda fase de la evacuación de Sudán.
Reglamento de recompensas militares
Por tanto, en el año 2021 el Ministerio de Defensa aprobó 164 cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico, con distintivo rojo, azul o blanco a los participantes en la operación de evacuación desde Kabul de personal no combatiente, y dos años después, concedió felicitaciones colectivas a los militares implicados en la evacuación de Sudán.
El Real Decreto 1040/2003, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento general de recompensas militares, establece las diferencias que implica que un militar reciba una Cruz del Mérito Militar (o Naval o Aeronáutico), o que le distingan con una felicitación colectiva.
“Dentro de las evaluaciones que se realicen al personal militar, así como para el acceso a la enseñanza militar, tendrá la consideración de mérito destacado estar en posesión” de cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo.
Además, los militares premiados con estas recompensas tendrán la calificación de “valor reconocido” en su hoja de servicios.
Las cruces con distintivo azul y con distintivo amarillo tienen la consideración de “mérito muy especial”, mientras que las cruces con distintivo blanco se consideran “mérito especial”.
El mismo Reglamento general de recompensas militares determina que “las felicitaciones que, por escrito, reciba el personal militar y el civil al servicio de las Fuerzas Armadas, por la realización de algún trabajo, estudio, hecho o servicio, no tendrán consideración de recompensas militares”.
Sólo contempla que “las felicitaciones por escrito que pudieran conceder Su Majestad El Rey o el Presidente del Gobierno, así como las que concedan el Ministro de Defensa, el Secretario de Estado de Defensa, el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Subsecretario de Defensa y los Jefes de los Estados Mayores de los tres ejércitos, serán anotadas en la documentación militar o administrativa, y deberán ser tomadas como circunstancia señalada que se valorará para la concesión de cualquiera de las recompensas militares contempladas en este reglamento”.
Informes de mandos de la misión de Sudán
Confidencial Digital ha podido saber que esa diferencia en la concesión de recompensan y distinciones entre los militares desplegados en una evacuación y otra ha generado cierto malestar en algunos ámbitos de las Fuerzas Armadas.
Fuentes militares conocedoras de ambas operaciones explican que, tras la evacuación de Sudán, mandos que participaron en la misión elevaron informes al Estado Mayor Conjunto (EMACON), el órgano auxiliar de mando del JEMAD y principal coordinador de las actividades generales del Estado Mayor de la Defensa.
En esos informes, relataron con detalle todo el despliegue en Sudán, que obligó a trasladar aviones del Ala 31 del Ejército del Aire, y que personal de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas (Bripac), junto al Mando de Operaciones Especiales, tuviera que escoltar hasta el aeropuerto a los civiles que iban a ser evacuados.
No propusieron que a los participantes en esta operaciones se les concediera una medalla en concreto, sino que se tuvieran en cuenta los hechos, por si el JEMAD o la ministra de Defensa entendían que su actuación era merecedora de alguna recompensa militar.
Tras recibir esos informes, Defensa sólo ha aprobado las felicitaciones colectivas para los participantes en las dos evacuaciones, la terrestre-aérea desde Sudán a Yibuti y de ahí a Torrejón de Ardoz, y la naval, de Sudán a Arabia Saudí.
Paracaidistas movilizados de urgencia
Mandos militares consultados por Confidencial Digital aseguran que no se va a pasar de esa felicitación colectiva, y que no habrá medallas por la evacuación de Sudán.
Fuentes del Ejército de Tierra lamentan que no se haya reconocido, al nivel de la operación de Kabul en 2021, la de Sudán en 2023.
Destacan que el personal, principalmente el que pertenece a la Bandera ‘Roger de Flor’ I/4 de Paracaidistas, del Regimiento de Infantería ‘Nápoles’ nº 4 de Paracaidistas, hizo una clara demostración de profesionalidad.
La Bripac se caracteriza por la “alta disponibilidad”, lo que significa que mantiene permanentemente lista para ser activada una agrupación táctica de respuesta o reacción inmediata.
Debe ser capaz de “preparar en 72 horas un grupo táctico para ser desplegado en cualquier lugar del mundo”. Pero ese Grupo Táctico de Respuesta Inmediata puede estar listo incluso en el plazo de 36 horas.
Los paracaidistas, en torno a un centenar, fueron movilizados de improviso: les ordenaron presentarse en el cuartel, sin darles más pistas, se equiparon y en pocas horas se encontraban a bordo de aeronaves del Ejército del Aire rumbo de África.
Desplegaron también ‘guerrilleros’ o ‘boinas verdes’ del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, aviadores del Ala 31 del Ejército del Aire y del 45 Grupo, efectivos del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA) del Ejército del Aire, que dan seguridad en las pistas de aterrizaje y aeropuertos, y miembros de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER).
En total fueron cerca de 200 militares del Ejército de Tierra y el Ejército del Aire.
Ataque a un convoy francés
Esta primera evacuación de Sudán obligó a los paracaidistas y ‘boinas verdes’ a salir a buscar y escoltar al grupo de españoles y extranjeros que les habían encomendado evacuar de ese país, por el estallido de una guerra civil.
Hay que tener en cuenta que un convoy francés, con civiles y protegido por militares, resultó atacado cuando se dirigía al aeropuerto. El ejército sudanés y el grupo paramilitar que se había rebelado se acusaron mutuamente de haber atacado ese convoy, que en todo caso, tuvo al menos un herido, un ciudadano francés que recibió una herida de bala.
Es decir, hubo situaciones de peligro en la salida de Sudán de los extranjeros, al menos para parte del contingente español desplegado, ya que otros, por ejemplo, actuaron desde Yibuti, lejos del escenario sudanés.
Ante esas distintas situaciones de esos militares, las fuentes consultadas por ECD apuntan que el Ministerio de Defensa, con Margarita Robles al frente, optó por no conceder medallas al Mérito Militar, Naval o Aeronáutico por la evacuación de Sudán, como reacción a que por Kabul el reparto de condecoraciones “se fue de madre”.
Medallas ‘rojas’ “sin pegar un tiro”
Los comentarios críticos con las medallas concedidas por la operación NEO (Non-Combatant Evacuation Operation) de Kabul comenzaron en cuanto se publicaron en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa.
De las 164 cruces del mérito militar y aeronáutico, 63 fueron cruces con distintivo blanco; 83, con distintivo azul; y 18, con distintivo rojo.
Como ya se contó en estas páginas, los militares críticos coincidieron en lamentar que se otorgaran cruces con distintivo rojo a personal que había participado en una misión que no fue de combate, en la que los militares españoles no se enfrentaron a ningún ataque, y en la que, en resumen, “no pegaron un tiro”.
Por supuesto, estos comentarios no trataban de desmerecer el trabajo de los miembros del Ejército del Aire, del Ejército de Tierra y de los Cuerpos Comunes que fueron enviados a Kabul a rescatar a los españoles y afganos.
Sólo consideraban que no se había valorado correctamente esa misión, que si bien supuso riesgos, entendían que no se podía equiparar a enfrentamientos armados y situaciones de combate en las que los militares españoles desplegados en el exterior se ven y se han visto envueltos en ocasiones.
Esas críticas aún se escuchan en ámbitos de las Fuerzas Armadas. Oficiales con experiencia lamentan que haya militares que estuvieron desplegados en Afganistán y entraron en combate ante ataques de los talibanes, y no tienen la Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo, y sin embargo a miembros de la misión de evacuación de civiles en Kabul sí se les entregara esa medalla, cuando algunos de ellos “ni se quitaron el casco” en el aeropuerto de Kabul.
Según el Reglamento de Recompensas Militares, “las Cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico, con distintivo rojo, se concederán a aquellas personas que, con valor, hayan realizado acciones, hechos o servicios eficaces en el transcurso de un conflicto armado o de operaciones militares que impliquen o puedan implicar el uso de fuerza armada, y que conlleven unas dotes militares o de mando significativas”.
En 2007 se modificó el reglamento para añadir que estas cruces con distintivo rojo también se podrán conceder a quienes “fallezcan en acto de servicio en misiones en el exterior, como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles”.
La concesión de una cruz con distintivo rojo se justifica por acciones, hechos o servicios que cumpla alguno de estos requisitos:
-- “Los que, acreditando valor, pongan de manifiesto, según los casos y conforme se define en el artículo anterior, dotes significadas de mando, serenidad o iniciativa frente a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada”.
-- “Los que impliquen, de acuerdo con el artículo anterior, acreditando valor, una acertada dirección o empleo de las fuerzas propias en el desarrollo de la operación armada, así como el inteligente y eficaz cumplimiento de la misión encomendada”.
-- “El fallecimiento en acto de servicio participando en misiones en el exterior como consecuencia de acciones violentas de elementos hostiles, tales como atentados con explosivos, minas o supuestos análogos”.
Ahí cabe la interpretación de si la operación de evacuación y rescate en Kabul encaja como una misión en la que los militares tuvieran que hacer frente “a fuerzas hostiles o que traten de impedir el cumplimiento de la misión encomendada”.
Entre militares de distintas escalas que vieron con desagrado la concesión de las medallas con distintivo rojo señalaron que, si bien la situación era muy complicada en el aeropuerto de Kabul, las fuerzas de Estados Unidos controlaban la infraestructura.
Es cierto que hubo escenas de gran tensión por las miles de personas que se agolpaban en el aeropuerto para tratar de subir a un avión y huir del nuevo régimen talibán. También hubo atentados terroristas, con decenas muertos, provocados por los yihadistas del Daesh en Kabul y en los alrededores del aeropuerto.
Pero lo cierto es que los talibanes no se enfrentaron directamente a los militares extranjeros que, como los españoles, volaron a Kabul para facilitar la salida de sus nacionales y de sus colaboradores locales.
Defensa es ahora más estricta
En todo caso, según las fuentes consultadas, ese reparto de medallas de 2021 aún deja mal recuerdo en el Ministerio de Defensa. Algunos resumen que “si hubiera decidido un militar, por Kabul no se hubieran dado medallas con distintivo rojo”, e incluso ni siquiera azul.
Por eso, estas fuentes apuntan que Defensa ahora analiza de forma mucho más restrictiva cualquier concesión de recompensas militares por operaciones de este tipo, tras ese criterio “laxo” de 2021 por la evacuación de civiles de Afganistán.
Es decir, que ante las críticas, y quizás la autoevaluación, de que se concedieron demasiadas medallas (y de nivel demasiado alto) por Kabul, se ha optado por el otro extremo, ser muy rigurosos en las recompensas militares, lo que ha perjudicado a los militares que sí desplegaron en la misión de Sudán.
Las cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico no son pensionadas, como sí lo son las cruces al Mérito Policial con distintivo rojo, que concedió el ministro de Defensa a los policías nacionales del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que participaron en la operación de Kabul. A los policías les supone un aumento del 10% en el sueldo.
Pero las cruces militares sí otorgan puntos cuando quienes las ostentan se presentan a procesos de ascenso en el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire... es decir, que sí suponen un beneficio profesional claro y directo, no son meras distinciones honoríficas.
Un total de 18 militares que desplegaron en Kabul recibieron cruces con distintivo rojo, y otros con distintivos de menor categoría, como azul y blanco.
Por contra, quienes evacuaron a españoles y extranjeros de Sudán, sólo han recibido una felicitación colectiva. Fuentes militares apuntan que incluso entre las felicitaciones, las colectivas, como las dos que firmó Margarita Robles para las dos operaciones de evacuación en ese país africano, son de menor valor y reconocimiento interno en las Fuerzas Armadas que las felicitaciones individuales.
