El fabricante de los chalecos antibalas que dieron fallos en Tierra, el único interesado en los portaplacas para la Infantería de Marina

Sólo FECSA ha participado en la consulta preliminar que abrió la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada para sondear ideas entre las empresas del sector textil de protección

Infantes de Marina.
Infantes de Marina.
  1. Sondeo entre el mercado
  2. Resultado de la consulta
  3. Sólo una aportación, la de FECSA
  4. Propuestas de FECSA
  5. Más pesados y menos resistentes
  6. Chalecos que se rompían
  7. Problemas con las placas balísticas
  8. Seguimiento del Ejército para subsanar fallos
  9. Ausencia de otras empresas
Infantes de Marina del Tercio de Armada.
Infantes de Marina del Tercio de Armada.

La Armada ha recibido una única aportación entre empresas especializadas, a las que pidió ideas para definir las especificaciones técnicas que exigirá en un futuro proceso de adquisición de chalecos portaplacas con sistema de extracción rápida y de flotabilidad.

Tal y como ya contó Confidencial Digital, hace meses la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada lanzó una consulta preliminar de mercado sobre un nuevo modelo de chaleco de protección balística.

La Comandancia General de Infantería de Marina propuso, en octubre de 2021, un cambio en la estrategia de protección balística de sus militares, que consistía en pasar del chaleco con paneles anti-fragmento, dispositivo de suelta rápida y dispositivo de flotabilidad actualmente en uso, por un chaleco porta-placas de inferiores dimensiones al actualmente en uso, que seguiría incorporando dispositivos de suelta rápida y de flotabilidad.

La protección balística sería aportada por placas “stand alone”.

Sondeo entre el mercado

La Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada aceptó la propuesta de la Comandancia General de Infantería de Marina para adquirir este tipo de chalecos.

El obstáculo era que “si bien la forma y función del chaleco están perfectamente definidas por los requisitos” de la comandancia, “la definición de la prenda que se pretende adquirir es de nuevo diseño en la Armada, y sobre los que la experiencia en la Armada es limitada”.

Por eso, consideró “necesaria la colaboración de la industria para la elaboración de la mejor especificación técnica del chaleco a adquirir, de forma que sea acorde al actual estado del arte en característica, confección y diseño”.

“​La experiencia en la Armada es limitada”

Para que las empresas conocieran en qué tipo de chaleco portaplacas estaba pensando la Armada, se facilitó un informe del Servicio de Pertrechos, que a lo largo de 24 páginas detalló las especificaciones técnicas para estas prendas de protección.

 

Esta consulta preliminar de mercado tenía por objeto de los “operadores económicos” especializados en el sector textil de protección realizaran “aquellas consideraciones que consideraran oportunas encaminadas a introducir mejoras en cuanto a funcionalidad, materiales, protección, usabilidad, diseño etc.”.

Resultado de la consulta

ECD ha podido comprobar que el pasado 2 de febrero el coronel de Intendencia jefe de la Sección de Repuestos y Pertrechos firmó el “Informe del resultado de la consulta preliminar de mercado sobre la definición de un chaleco portaplacas de extracción rápida”.

En ese informe “se procede a exponer un resumen de las conclusiones extraídas de la consulta realizada cuyas aportaciones serán tenidas en consideración en la elaboración de la Especiación Técnica de Material (ETM) definitiva del chaleco de protección balística”.

Sólo una aportación, la de FECSA

En el punto del documento sobre “empresas participantes”, la Armada indica que “finalizado el plazo establecido para la presentación de aportaciones, se ha recibido respuesta al mismo del siguiente operador económico”, y sólo cita una empresa: Fábrica Española de Confecciones, S. A. (FECSA).

Sólo FECSA, y ninguna otra empresa, presentó aportaciones y propuestas de mejora sobre el documento de especificación técnica de material que había preparado la Armada para el futuro chaleco de protección balística de los infantes de Marina.

Hay que señalar que Fábrica Española de Confecciones, S. A. (FECSA) es una de las principales empresas del sector, y se encarga de suministrar numerosas prendas de uniformidad a unidades militares y cuerpos policiales en España.

Una de sus líneas de trabajo son los chalecos de protección (anbtibala, antifragmentos, antipunzón, anticorte...), así como las placas balísticas, es decir, las placas de material resistente que se colocan en los chalecos de alguna tela, y que son las que frenan la bala o el cuchillo.

Propuestas de FECSA

FECSA planteó siete propuestas sobre las características técnicas de estos chalecos. Por ejemplo, propuso que “el asa de extracción quede fuertemente cosida a la pieza interior de la espalda con salida exterior cercano al borde del cuello”, y la Sección de Repuestos y Pertrechos de la Armada aceptó esa idea.

Esta empresa también planteó cambios sobre el tejido exterior reforzado de los chalecos: “Son necesarios 2 tejidos pegados para hacer el corte láser y que no se quede el tejido deshilachado. El peso de este tejido es algo más del doble, si bien consideramos que podría subirse a un máximo de 700 g/m2…Proponemos que los desgarres se reconsideren en 35 daN para urdimbre y trama, siendo unos valores de resistencia ya muy altos”.

A estas modificaciones, la Armada contestó que “se aceptan las propuestas de que el peso del tejido pueda subirse a un máximo de 700 gramos/m2 así como de revisar los valores de resistencia a los desgarres para urdimbre y trama, cuyos valores finales se incorporarán en la versión final de la especificación técnica de material”.

“Revisar los valores de resistencia a los desgarres para urdimbre y trama”

Otras ideas fueron descartadas por los expertos de la Armada. FECSA propuso “incluir un tejido elástico en el contorno de la funda para conseguir la adaptación del portaplacas a diferentes modelos de placa balística”.

A este punto, la Armada determinó que “con objeto de lograr un mayor ajuste y evitar en lo posible el desgaste propio de un material elástico, NO se considera oportuno incorporar tejido elástico en el contorno de la FUNDA PORTA-PLACAS”.

Añadió que “en este sentido, para facilitar la elaboración de la citada FUNDA PORTAPLACAS y el mejor ajuste de la placa balística, en la ETM se van a incluir las dimensiones y características de dichas placas (PLACA BALÍSITCA STAND ALONE de uso en la Armada: 305 mm x 255 mm x 30 mm, multicurva, diseño trapezoidal, shooter cut)”.

Más pesados y menos resistentes

Fuentes del sector consultadas por ECD critican que la Armada acepte la propuesta de FECSA de subir el peso máximo del tejido exterior reforzado, y que al mismo tiempo admita rebajar los valores de resistencia a los desgarres para urdimbre y trama.

A este respecto, recuerdan los problemas que tuvo el Ejército de Tierra con una partida de chalecos de protección balística que le suministró FECSA el año pasado.

Chalecos que se rompían

A algunas unidades del Ejército de Tierra, sobre todo a las que estaban desplegando en operaciones como las de Mali y Letonia, empezaron a llegar nuevos chalecos, en el marco de un gran contrato de suministro adjudicado a FECSA.

Entre los militares que comenzaron a usar estos chalecos se extendieron las quejas.

Una de las protestas más habituales era que se estaba registrando un número inusualmente elevado de roturas de esos chalecos.

Después de no demasiadas semanas o meses de uso, algunas de estas prendas de protección del pecho y la espalda de los combatientes se estaban rompiendo por las hombreras, en unos casos; en otros, por las tiras elásticas y los velcros que unen las placas delantera y trasera por los costados.

Otros militares criticaron que el sistema de “suelta rápida”, que se presentó como un avance en ese modelo, provocaba que los chalecos se desmontaran muy a menudo. Con apenas quitárselo y cogerlo por una hombrera para transportarlo, esta prenda se abría.

Precisamente el sistema de “suelta rápida” está pensado para la Infantería de Marina, que sí pueden tener mayor necesidad de quitarse el chaleco de golpe, si por ejemplo caen al agua, para quitarse peso de encima.

Pero en el Ejército de Tierra provoca problemas a los soldados que lo usan.

Problemas con las placas balísticas

Otra de las deficiencias que detectaron algunos militares afectaba a las placas balísticas. El problema era que las placas encajaban con dificultad en el portaplacas.

Eso provocaba que las placas de protección contra las balas deformaran el chaleco, alguno que se estaba mostrando claramente en fotografías de militares que ya usaban este modelo: la parte inferior trasera del chaleco se doblaba y quedaba con una forma irregular con las tiras elásticas laterales.

Un militar del Ejército de Tierra con uno de los nuevos chalecos antibala (Foto: @tacticalporn).
Un militar del Ejército de Tierra con uno de los nuevos chalecos antibala (Foto: @tacticalporn).

En otros casos, el peso de las placas terminaba rompiendo el chaleco.

Las quejas también apuntaban a problemas con las tallas: algunos militares que habían trabajado con este nuevo modelo denunciaron que el chaleco seguía siendo demasiado grande, con un tamaño excesivo que dificulta los movimientos, pero al mismo tiempo la placa balística delantera quedaba muy baja y no cubría el tórax todo lo que debería.

Además, los portacargadores no encajaban bien a la hora de colocarlos en el molle, donde se sitúan accesorios para el combatiente.

Seguimiento del Ejército para subsanar fallos

ECD se puso por entonces en contacto con el Ejército de Tierra, para preguntar cuántos chalecos de este modelo se habían tenido que retirar por rotura o por otros problemas, y si se iban a revisar futuras entregas de este contrato para tratar de evitar que unidades defectuosas se entregaran a los militares.

Desde el Cuartel General del Ejército explicaron que, “como en cualquier tipo de contrato que lleva a cabo el Ejército de Tierra para la adquisición de materiales, se realiza un seguimiento exhaustivo para que se ajuste a lo solicitado y se subsanen los posibles fallos que puedan existir”.

Añadieron que “en el marco de seguimiento del contrato, se están arbitrando soluciones que serán de aplicación en próximas entregas”.

Ausencia de otras empresas

Entre quienes han seguido con interés el proceso de consulta preliminar al mercado que lanzó la Armada para sondear cómo podría ser el chaleco portaplacas de la Infantería de Marina, algunas fuentes expresan su extrañeza porque sólo una empresa se haya interesado en este asunto y haya mandado sus aportaciones.

Muestran su sorpresa porque, por ejemplo, la empresa El Siglo 1870 no haya presentado ideas de mejora en esta consulta preliminar.

Esta compañía está ubicada en San Fernando (Cádiz), precisamente donde tiene su cuartel general la Comandancia General de Infantería de Marina. Está especializada en “productos técnicos en Defensa y Seguridad y específicos en el área de desarrollo de elementos textiles en protección balística y contra el fuego”.

En el año 2017, la Armada le compró 1.200 chalecos de protección balística de extracción rápida y sistema de flotabilidad para unidades de Infantería de Marina que participan en misiones en el exterior.

Infantes de Marina en Las Palmas de Gran Canaria.
Infantes de Marina en Las Palmas de Gran Canaria.

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