NASA recorta empleos ISS en Marshall: preludio del fin orbital

La NASA ha recortado varias decenas de puestos vinculados al control científico del ISS en el Marshall Space Flight Center (MSFC), una medida que anticipa el final operativo de la estación antes de 2030.

La decisión, confirmada por la oficina del congresista Robert Aderholt, refleja el cambio de foco hacia las futuras estaciones comerciales y el programa Artemis, con un impacto directo en la plantilla de Huntsville.

Marshall Space Flight Center – Wikipedia
Marshall Space Flight Center – Wikipedia

Según confirmó la oficina del congresista Robert Aderholt, la NASA ha ejecutado un recorte de “varias decenas” de empleos en el Marshall Space Flight Center (MSFC), centro que actúa como núcleo de operaciones científicas de la Estación Espacial Internacional (ISS). Las bajas afectan a personal contratado que gestionaba experimentos desde el Payload Operations Integration Center, responsable de coordinar las comunicaciones con los astronautas en órbita.

El ajuste forma parte de la transición estratégica hacia la desorbitación de la estación prevista para 2030 y la futura sustitución por plataformas privadas como Orbital Reef (Blue Origin) o Starlab (Voyager/Nanoracks). A pesar de ser una reducción parcial, las fuentes de Huntsville advierten que podría marcar el principio del cierre progresivo de funciones ISS en el centro.

¿Por qué la NASA desmantela su presencia en el ISS?

De la estación internacional a la órbita comercial

El Marshall fue durante dos décadas el “cerebro científico” del complejo orbital, supervisando miles de experimentos de biología, fluidos y materiales en microgravedad. Pero desde 2021, la NASA prepara el traspaso de estas capacidades al sector privado. El programa CLD (Commercial LEO Destinations) busca transferir la carga operativa del ISS a estaciones gestionadas por empresas estadounidenses.

Parámetro Valor
Fin previsto del ISS 2030 (según NASA y socios internacionales)
Personal afectado en MSFC Entre 30 y 50 empleados de contratistas externos
Programas sucesores Starlab, Orbital Reef, Axiom Station (en fase de diseño)

Un informe del Congressional Research Service (CRS, 2024) ya advertía que el mantenimiento anual del ISS superaba los 3.100 millones de dólares, equivalente al 40 % del presupuesto de vuelos tripulados de la NASA. Esa presión presupuestaria explica la decisión de “liberar recursos” para Artemis y el desarrollo de hábitats lunares.

El dato oculto: Marshall pierde su rol de mando

Department of State Office of Inspector General - Wikipedia
Department of State Office of Inspector General - Wikipedia

Fuentes internas citadas por WHNT Huntsville reconocen que los despidos no solo afectan a contratistas: la NASA planea redistribuir misiones científicas del centro hacia Houston y otras sedes con experiencia en integración de cargas útiles comerciales. De hecho, el último informe interno del Office of Inspector General (OIG) advertía de la “duplicidad de competencias” entre Marshall y Johnson Space Center en materia ISS.

  • El coste anual del Payload Operations Integration Center supera los 200 M $.
  • El 70 % de los experimentos actuales ya están diseñados por empresas privadas.
  • La transición total a estaciones comerciales está programada para 2028–2029.

¿Qué implica para la estrategia espacial estadounidense?

De mantener el legado ISS a financiar Artemis

El Pentágono y la NASA comparten un interés creciente en trasladar la investigación en microgravedad al ámbito comercial para liberar fondos de exploración lunar y marciana. Un análisis del RAND Corporation (2023) subrayaba que “cada dólar retenido en el ISS retrasa una década el retorno humano a la Luna”. Esa lógica presupuestaria se impone a la continuidad institucional del programa.

En Huntsville, los ingenieros del MSFC interpretan el ajuste como el fin de una era. El centro, fundado en 1960 por Wernher von Braun, fue cuna de los cohetes Saturno, del Shuttle y del propio segmento estadounidense del ISS. Su futuro dependerá ahora de la integración en Artemis y del nuevo cohete SLS, más que de las operaciones orbitales rutinarias.

Impacto laboral y proyección internacional

La pérdida de contratos ISS afectará también a subcontratistas locales como Jacobs, Teledyne Brown y SAIC. A medio plazo, la NASA prevé absorber parte del personal en proyectos Artemis o en el desarrollo de hábitats lunares presurizados. Sin embargo, analistas consultados por SpacePolicyOnline advierten que el declive del ISS “reducirá la cooperación internacional visible” con Europa, Japón y Canadá en órbita baja.

Hacia una nueva economía espacial en 2030

La retirada progresiva del ISS marca un punto de inflexión: el final de la era de la órbita baja institucional y el comienzo de la economía espacial comercial. Si los plazos se cumplen, el primer segmento de la estación internacional será desorbitado en 2030 mediante una cápsula de frenado desarrollada por SpaceX o Northrop Grumman. Para entonces, el centro Marshall habrá completado su transición hacia misiones lunares y la NASA cerrará uno de sus capítulos más emblemáticos.