Las matrículas de colegios y universidades, nuevo fraude por correo para robar dinero
Ciberdelincuentes aseguran a padres y alumnos que tienen pagos académicos pendientes y solicitan transferencias bancarias urgentes
- Un momento crítico para las familias
- Estafas que se reinventan cada año
- Nuevos canales, viejos trucos
- El peligro de los correos de suplantación
- Cómo protegerse frente a estas trampas
Entre las estafas más recientes destaca el envío de correos electrónicos que suplantan a colegios y universidades y notifican a padres y alumnos supuestos pagos pendientes de matrícula. Los mensajes, redactados con apariencia oficial, incluyen instrucciones para realizar transferencias bancarias urgentes que terminan en cuentas controladas por ciberdelincuentes.
Un momento crítico para las familias
Según el último estudio del comparador de precios Idealo, el desembolso medio por niño alcanza los 501,26 euros, un 18% más que hace tres años. La vuelta al cole se ha convertido en un auténtico desafío para muchos hogares, que deben asumir no solo matrículas, sino también uniformes, libros y material escolar. Una inversión que, además de resentir la economía doméstica, no pasa desapercibida para los estafadores, que multiplican sus campañas en estas fechas.
Los intentos de fraude se camuflan entre el volumen de gestiones reales que realizan las familias en septiembre. Padres que efectivamente están abonando matrículas o solicitando becas pueden ser más propensos a caer en la trampa si reciben un correo que aparenta proceder de la secretaría del centro.
Estafas que se reinventan cada año
Durante campañas anteriores ya se habían detectado portales falsos de material escolar con precios irresistibles, páginas fraudulentas que simulaban procesos de matrícula e incluso anuncios de supuestas becas. En todos los casos, los afectados no solo perdieron dinero, sino que también expusieron datos personales y bancarios.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma que en 2024 los hogares españoles destinaron un 4,4% más a servicios educativos respecto al año anterior, una tendencia al alza que supone una oportunidad clara para los delincuentes. Cuanto más dinero circula, mayor es el riesgo de que aparezcan trampas digitales.
Nuevos canales, viejos trucos
Además de los correos de phishing, los expertos de la empresa de soluciones de seguridad ESET han detectado un incremento de los anuncios engañosos en plataformas de segunda mano, donde se ofertan libros de texto o dispositivos electrónicos a precios reducidos. En muchos casos, el comprador realiza el pago y nunca recibe el producto.
Otro método cada vez más habitual es la distribución de aplicaciones fraudulentas que imitan plataformas oficiales de colegios o universidades. Una vez instaladas, estas apps son capaces de robar credenciales o introducir malware en el dispositivo. El riesgo es mayor porque se dirigen a un público joven, acostumbrado a descargar aplicaciones sin comprobar siempre su procedencia.
“Cada inicio de curso observamos un repunte de estas amenazas, muchas de ellas muy elaboradas para parecer legítimas”, señala Josep Albors, director de investigación y concienciación de ESET España. “El aumento del gasto y la urgencia por resolver gestiones convierten a las familias en un blanco fácil para los ciberdelincuentes, que aprovechan cualquier descuido para robar dinero o datos. Por eso es fundamental reforzar la educación digital y extremar la precaución en estas semanas”.
El peligro de los correos de suplantación
El fraude de las matrículas tiene un patrón claro: los delincuentes envían mensajes que simulan pertenecer al departamento de administración de un centro educativo. En el texto aseguran que el alumno tiene una cuota pendiente o que existe un error en el último pago.
Para aumentar la presión, los correos advierten de que, si no se realiza la transferencia de forma inmediata, el estudiante podría perder su plaza o quedar excluido del curso.
El engaño funciona porque reproduce con detalle la imagen corporativa del colegio o universidad. Logotipos, firmas digitales y direcciones aparentemente oficiales refuerzan la sensación de legitimidad. En muchos casos, los delincuentes utilizan incluso dominios con variaciones mínimas en la URL, difíciles de detectar a simple vista.
Cómo protegerse frente a estas trampas
Los especialistas insisten en que la prevención es la mejor defensa. Antes de realizar cualquier pago, conviene contactar directamente con el centro educativo y verificar si existe realmente una deuda. También es recomendable revisar con atención la dirección de correo y el dominio de la web, así como desconfiar de cualquier mensaje que pida actuar con urgencia.
En el caso de las compras online, los fraudes suelen delatarse por precios demasiado bajos o por la ausencia de información de contacto en la página. Con respecto a las aplicaciones, la norma básica es descargarlas siempre desde Google Play o App Store y evitar enlaces recibidos por correo o redes sociales.
