El humo de los incendios amenaza a las embarazadas: bebés con bajo peso y daños neurológicos
Los expertos alertan de que el humo penetra en las vías respiratorias y aconsejan usar mascarillas FFP2 o N95
Respirar aire contaminado por un incendio forestal no solo afecta a quienes viven cerca del fuego. Según el doctor Javier de Miguel, miembro del área de Neumología Ambiental de SEPAR (Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica), la exposición al humo puede aumentar entre un 7% y un 30% el riesgo de sufrir enfermedades respiratorias, como bronquitis o asma, y agravar patologías ya existentes. Niños, ancianos, embarazadas y personas con enfermedades crónicas son los grupos más vulnerables.
- Consecuencias a largo plazo
- Embarazadas y bebés: una población especialmente vulnerable
- ¿A qué distancia deja de ser peligroso el aire?
- Comunidades potencialmente afectadas
- Cómo protegerse del humo
Consecuencias a largo plazo
El humo no se limita a causar irritación o tos momentánea. El especialista advierte de que puede dejar secuelas permanentes en distintos sistemas del organismo. En el respiratorio, se asocia con asma y EPOC; en el cardiovascular, con infartos y problemas cardíacos; e incluso podría afectar al sistema nervioso si la exposición es repetida o prolongada.
Embarazadas y bebés: una población especialmente vulnerable
Las mujeres embarazadas que respiran humo de incendios enfrentan un riesgo doble: para su propia salud y para la de su hijo. “La exposición durante la gestación puede aumentar las probabilidades de bajo peso al nacer, parto prematuro y problemas respiratorios o neurológicos en el bebé”, explica De Miguel.
¿A qué distancia deja de ser peligroso el aire?
No existe una distancia exacta que garantice un aire limpio. Factores como el tamaño del incendio, la velocidad y dirección del viento o la orografía determinan la dispersión de las partículas. Aunque alejarse del humo visible reduce la exposición, la única forma fiable de saber si el aire es seguro es consultar los índices oficiales de calidad del aire.
Comunidades potencialmente afectadas
Los efectos de los incendios no se limitan a la zona del fuego, advierte de Miguel. En el caso de Galicia, el aire contaminado puede llegar a Asturias o Castilla y León. En Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía son las comunidades más expuestas a la dispersión de partículas, dependiendo de las condiciones atmosféricas.
Cómo protegerse del humo
El uso de mascarillas adecuadas —preferiblemente N95 o FFP2— es fundamental para reducir la inhalación de partículas tóxicas. Sin embargo, no basta con ello. El doctor de Miguel recomienda además cerrar puertas y ventanas, emplear purificadores de aire, evitar actividades físicas al aire libre y usar gafas protectoras cuando la concentración de humo es alta. En casa, el aire acondicionado debe configurarse en modo recirculación. Y, sobre todo, se deben seguir siempre las recomendaciones de las autoridades sanitarias.