USS George Washington: la maniobra que inquieta a Pyongyang

La llegada del portaaviones nuclear USS George Washington a Busan activó una advertencia inmediata de Pyongyang, que denunció el despliegue como una muestra “descarada” de presión militar estadounidense sobre la península.

La presencia del Grupo de Ataque y la visita del secretario de guerra Pete Hegseth reabren el debate sobre el equilibrio estratégico del Indo-Pacífico, un movimiento que Seúl considera disuasión y que Corea del Norte interpreta como preludio de escalada.

La escala del USS George Washington que tensó a Corea del Norte
La escala del USS George Washington que tensó a Corea del Norte

El arribo del portaaviones de propulsión nuclear USS George Washington al puerto surcoreano de Busan, confirmado por la US Navy, reactivó las tensiones habituales en la península. La escala, acompañada por los destructores USS Milius y USS Shoup y el crucero USS Robert Smalls, se produjo apenas dos días después de la reunión bilateral de defensa entre Washington y Seúl.

Fuentes militares surcoreanas destacaron que la maniobra forma parte del programa de “presencia avanzada reforzada”, mientras que Pyongyang elevó el tono tras la visita del secretario de guerra Pete Hegseth a la Zona Desmilitarizada. El ministro norcoreano No Kwang Chol calificó el despliegue como una acción para “avivar la histeria bélica”, un mensaje que recuerda —según analistas del CRS en informes de 2024— al patrón habitual de disuasión reactiva del régimen.

¿Por qué inquieta en Pyongyang la llegada del USS George Washington?

Un portaaviones con capacidad de proyección sostenida

Parámetro Valor
Ala embarcada Más de 60 aeronaves, incluidas unidades de ataque y guerra electrónica
Propulsión Dos reactores nucleares con autonomía prácticamente ilimitada
Escolta Destructores Arleigh Burke y un crucero Ticonderoga

Para Corea del Norte, la presencia de un grupo de ataque completo implica la posibilidad de operaciones coordinadas aire-mar en horarios reducidos, algo que —como recordaba un oficial retirado citado por RAND en 2023— Pyongyang interpreta como un aviso previo a ejercicios de precisión. La anomalía del despliegue, no prevista públicamente en agenda, fue conocida internamente en Seúl apenas 72 horas antes.

La respuesta: un nuevo misil de corto alcance

  • El último lanzamiento norcoreano recorrió entre 450 y 700 kilómetros según estimaciones combinadas de Corea del Sur y Japón.

Un tablero regional cada vez más saturado

La réplica verbal de Pyongyang no se limitó al USS George Washington. No Kwang Chol acusó a EE.UU. de “desestabilizar la región” y anunció que cualquier movimiento que considere amenaza será contestado con acciones “más ofensivas”. Funcionarios estadounidenses, citando evaluaciones del Pentágono de 2024, señalaron que los seis lanzamientos norcoreanos de misiles de corto alcance en lo que va de año vulneran de manera reiterada las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque aliados como Japón descartaron riesgo inmediato, las capitales del triángulo Washington-Seúl-Tokio mantuvieron un canal de vigilancia conjunta durante horas. Para los analistas del CRS, la combinación de un portaaviones nuclear en puerto surcoreano y un lanzamiento balístico norcoreano en una misma ventana temporal reabre la cuestión central del equilibrio estratégico: quién marca el ritmo en el Indo-Pacífico. La respuesta —advierten— dependerá de la capacidad de cada actor para modular presencia sin provocar escalada.