SpaceX se juega el futuro de Starship en su vuelo clave del lunes
SpaceX prepara el vuelo 11 de su cohete Starship, el sistema más potente jamás construido, en un momento decisivo para su programa. La misión se lanzará desde Starbase (Texas) este lunes 13 de octubre.
Tras el éxito de agosto, la compañía de Elon Musk se juega su credibilidad: demostrar que no fue un golpe de suerte y que Starship puede volar, cumplir objetivos y regresar controladamente. Hay mucho en juego: la Luna y Marte.
SpaceX ha confirmado que su próximo vuelo de prueba del sistema Starship, el número 11, tendrá lugar este lunes 13 de octubre a las 19:15 ET desde su base de lanzamientos en Boca Chica, Texas (Starbase). El objetivo: consolidar los logros técnicos obtenidos en el vuelo 10 y seguir puliendo las condiciones para la reutilización plena del sistema.
En palabras del ingeniero Olivier de Weck, profesor en el MIT, el vuelo anterior fue un "A-plus", con casi todos los objetivos completados pese a daños estructurales menores. El éxito de agosto marcó un punto de inflexión, pero ahora la compañía debe demostrar que no se trató de un hecho aislado.
Starship y Super Heavy: cifras y capacidades
- Fecha prevista: Lunes 13 de octubre, 19:15 ET
- Ubicación: Starbase, Boca Chica (Texas)
- Altura total: 120 metros (Starship + Super Heavy)
- Motor Super Heavy: 24 Raptor reutilizables
- Tipo de vuelo: Suborbital con amerizaje
- Carga útil: Simuladores de satélite Starlink
El sistema Starship está diseñado para ser completamente reutilizable y sustituir tanto a Falcon 9 como a Falcon Heavy. Su cohete impulsor Super Heavy utiliza 24 motores Raptor y es capaz de transportar más de 100 toneladas de carga a órbita baja.
El vuelo de agosto logró colocar la nave en una trayectoria suborbital a velocidad casi orbital. Además, la reentrada fue tan precisa que fue capturada por una boya remota en el Océano Índico. No hubo aterrizaje vertical, pero fue una validación de la capacidad de navegación autónoma.
Objetivos técnicos del vuelo 11
- Repetir el rendimiento del sistema en condiciones reales de vuelo.
- Validar maniobras de separación y control térmico en reentrada.
- Testear actualizaciones en el sistema de propulsión y control.
- Realizar pruebas con cargas simuladas de Starlink.
Por qué este vuelo es decisivo para Elon Musk y NASA
Elon Musk ha reiterado que la clave para colonizar Marte es la reutilización rápida de vehículos pesados. Para eso, Starship debe alcanzar un nivel de fiabilidad comparable al Falcon 9, que ya suma 542 misiones y 497 aterrizajes exitosos.
Según Greg Autry, asesor de la NASA y experto en economía espacial, este sistema puede definir "quién domina el acceso al espacio en los próximos 100 años". En sus palabras: "Estamos en un nuevo siglo de exploración. Como en el siglo XV, los que naveguen primero, liderarán después."
¿Competencia en el horizonte? China acelera
Durante un acto en el Johnson Space Center, el administrador interino de la NASA, Sean Duffy, fue rotundo: "No dejaremos que China nos gane la carrera a la Luna." Estas declaraciones llegan en un contexto de creciente presión estratégica.
China planea establecer una base lunar antes de 2030 y ya ha probado con éxito su propio módulo de descenso. Según Autry, la competición con China es positiva si obliga a Estados Unidos a acelerar la financiación y el desarrollo de programas como Artemis.
Errores pasados y lecciones aprendidas
Starship ha sufrido explosiones durante encendidos estáticos, fallos en separaciones de etapas y destrucción en reentradas. Lejos de ocultarlo, SpaceX documenta cada fallo públicamente como parte de su modelo iterativo.
"Fallamos rápido, aprendemos más rápido", resumen en la compañía. En este vuelo 11, no se intentará aterrizaje vertical, pero se probarán nuevos sistemas de control de actitud y dispersión de calor.
Lo que sigue: pruebas orbitales y recuperación
El próximo paso técnico, según de Weck (MIT), será lograr que la Starship aterrice en posición vertical, con retropropulsión, en una plataforma fija. Ese hito abriría la puerta a las misiones lunares tripuladas y el transporte de carga interplanetaria.
Para eso, SpaceX ya trabaja en la adaptación de la torre "Mechazilla", diseñada para capturar en vuelo las etapas y reducir los tiempos de rotación entre lanzamientos.
Un éxito el lunes podría cambiar el futuro del programa
De completarse la misión 11 con éxito, SpaceX consolidará su liderazgo en el desarrollo de naves reutilizables pesadas. Más aún: validará que su sistema puede ser replicable, escalable y confiable.
Y en un entorno geopolítico tenso, con China avanzando rápido, la presión por liderar la nueva carrera espacial vuelve a estar en máximos. Lo que ocurra este lunes será clave, no solo para Elon Musk, sino para la posición de EE.UU. en la exploración del espacio profundo.

