La actividad de una intérprete ucraniana provoca alarma en las Fuerzas Armadas

La ministra Robles y el inspector general de Sanidad han sido informados de la extralimitación de funciones y de comentarios sobre servicios de inteligencia. “Dice que trabajó para el CNI”

Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, de Zaragoza.
Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, de Zaragoza.
Entrega del Premio Extraordinario de Defensa 2022 al Hospital General de la Defensa de Zaragoza (Foto: Foto: Marco Romero / MDE).
Entrega del Premio Extraordinario de Defensa 2022 al Hospital General de la Defensa de Zaragoza (Foto: Marco Romero / MDE).

El Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, de Zaragoza, es uno de los ‘frentes de batalla’ en los que España presta ayuda a Ucrania en la guerra contra la invasión que lanzó Rusia en febrero de 2022. Desde hace más de un año, soldados ucranianos heridos son enviados a este hospital, y en menor número, al Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, en Madrid.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado en varias ocasiones el hospital de Zaragoza para informarse sobre la evolución de los ucranianos, e incluso concedió al centro sanitario el Premio Extraordinario de Defensa 2022.

También el rey Felipe ha estado en ese hospital militar, aprovechando un viaje a la capital aragonesa para presenciar unas maniobras militares.

Felipe VI y la intérprete, en el hospital militar de Zaragoza.
Felipe VI, con ucranianos en el hospital militar de Zaragoza (Foto: Casa de S.M. el Rey).

Informada la ministra y el Igesan

Confidencial Digital ha podido saber que las noticias que le llegan a Margarita Robles sobre el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías y sobre los ucranianos que allí son atendidos de sus heridas no son todas positivas.

A la ministra y al inspector general de Sanidad de la Defensa (Igesan), máximo responsable operativo de la Sanidad Militar, les han informado del malestar, enfado, y en algunos casos de la inquietud, que provoca el papel que en ese hospital y en la atención a los militares ucranianos desempeña una intérprete, que facilita la comunicación entre los heridos procedentes de Ucrania y los médicos españoles que les atienden.

Presidenta de una asociación de ucranianos

Los primeros heridos de guerra procedentes de Ucrania ingresaron en el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías a principios de mayo de 2022, poco más de dos meses y medio después de estallar el conflicto.

Primero llegaron tres hombres con amputaciones en los brazos. Semanas después, fueron trasladados desde Polonia a Zaragoza otros once heridos. En un año y medio, han pasado por el centro más de 50 ucranianos heridos. Algunos requieren estancias cortas, mientras que otros necesitan pasar una larga temporada en el hospital.

Cuando llegaron los primeros, se presentó en la base aérea de Zaragoza la presidenta de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón, Alina Klocho.

Esta ucraniana residente en Zaragoza llevaba desde el inicio del conflicto, en febrero de 2022, coordinando iniciativas solidarias: traslado de refugiados desde Ucrania a España, recogida de donaciones para enviar a Ucrania ayuda humanitaria, ambulancias, desfibriladores...

 

Intérprete

Según las fuentes consultadas por ECD, Klocho y otros miembros de su asociación empezaron a prestar ayuda en el hospital militar de Zaragoza, donde iban siendo ingresados los heridos evacuados desde Ucrania.

El papel de la presidenta de la asociación pasó a ser el de intérprete, con el fin de traducir del ucraniano al español, y viceversa, y así facilitar la atención a los ucranianos heridos.

Dieciocho meses después, continúa habiendo ucranianos ingresados en Zaragoza, y en el hospital sigue prestando sus servicios como intérprete Alina Klocho.

Fuentes del Cuerpo Militar de Sanidad apuntan que la contratación de estos intérpretes podría estabilizarse a largo plazo -ya que se prevé que sigan llegando heridos ucranianos durante años- a través de lo que se conoce como proyectos de innovación, que están poniendo en marcha los hospitales militares. En este caso, se trataría de un "proyecto de atención al ucraniano", que extendería el contrato de los intérpretes español-ucraniano, como parte de esa atención a los militares evacuados desde el frente de batalla en Ucrania.

Quejas de médicos militares

ECD tuvo conocimiento hace meses de que en la plantilla del Hospital General de la Defensa Orad y Gajías se estaban extendiendo las quejas. Médicos y enfermeras, militares y civiles, lamentaban que el director del hospital, el general de brigada médico Juan Antonio Lara Garrido, prácticamente solo se ocupaba de los ucranianos, dejando en segundo plano el resto de la actividad del hospital.

Este centro, el segundo de los dos hospitales militares que existen en España, junto al Gómez Ulla, en Madrid, atiende a miembros de las Fuerzas Armadas, y además le corresponde prestar atención sanitaria especializada a decenas de miles de vecinos del distrito de Casablanca y otras zonas cercanas de la ciudad de Zaragoza.

Medalla del ministro ucraniano

Ya por entonces, las críticas iban hacia el general director, y hacia la intérprete Alina Klocho. Llamó la atención que fuera condecorada por el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, cuando visitó el Hospital Central de la Defensa junto a Margarita Robles, en abril de este año.

La nota de prensa que entonces difundió el ministerio relataba que “el ministro de Defensa ucraniano ha concedido posteriormente un total de 39 condecoraciones, que además de a los combatientes ucranianos heridos han sido otorgadas al director del Hospital Gómez Ulla, general de brigada Francisco Javier Areta y al director del Hospital de la Defensa de Zaragoza, general de brigada Juan Lara Garrido, así como al teniente coronel médico Félix Maimir”.

Las intérpretes

Pero también Alina Klocho, como intérprete, resultó condecorada por el ministro ucraniano. Fuentes militares aseguraron entonces que el general Lara había apoyado la concesión de esa medalla. Finalmente, fueron condecoradas tanto la intérprete del hospital militar de Zaragoza como la que presta servicios en el Gómez Ulla.

Más allá de esa medalla ucraniana, las mismas fuentes aseguran que el Ministerio de Defensa también ha concedido a Klocho condecoraciones militares españolas.

En junio de 2022, el general Lara entregó a Alina Klocho un diploma del Ministerio de Defensa ucraniano, durante la celebración del hospital por la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona del Cuerpo Militar de Sanidad.

Investigación interna

Con el paso de los meses, la situación se fue complicando. Lo que eran comentarios en privado y quejas entre médicos militares, que salían del hospital de Zaragoza y llegaban a otras unidades de la Sanidad Militar, pasó a ser un asunto que encendió ciertas alarmas en el seno de las Fuerzas Armadas.

Así lo ha podido confirmar Confidencial Digital en fuentes del Ministerio de Defensa. Hace un tiempo, se inició una investigación discreta, para comprobar si había algo más que rencillas entre médicos militares y quejas de la plantilla por la atención a los heridos procedentes de Ucrania.

Dos asociaciones

Uno de los episodios que provocó que se pusiera el foco en lo que estaba ocurriendo en el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías fue el enfrentamiento entre dos asociaciones de ucranianos.

Como se ha indicado, Alina Klocho es la presidenta de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón, y, como tal, ofreció su apoyo y la de la asociación para la atención a los heridos de guerra que fueran llegando a Zaragoza.

Pero no fue la única entidad que se movilizó para apoyar a los militares ucranianos, algunos muy gravemente heridos. También se ofreció la Asociación Leleka por la cultura y tradición ucraniana en Aragón, que, como la anterior, también ha organizado actos de apoyo a Ucrania.

La Policía acudió por un incidente

Pronto saltaron chispas entre las dos asociaciones, hasta el punto de que en el hospital se produjo un incidente que obligó a llamar a la Policía Nacional, que acudió y evitó que el altercado fuera a mayores.

Así lo relatan fuentes conocedoras de la situación, que añaden que, después de ese suceso, la Asociación Leleka fue completamente excluida del hospital y de la ayuda a los ucranianos heridos. Quedó sólo la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón.

Añaden que, en esa decisión de apartar a una de las asociaciones y dejar a la otra, tuvo un papel principal el agregado de Defensa, Militar, Naval y Aéreo de la Embajada de Ucrania en España, el coronel Serhii Vtorykh.

ECD envió una consulta a la Embajada de Ucrania en España, para recabar su versión sobre este suceso y sobre el papel del agregado de Defensa. Al cierre de esta edición no se había obtenido respuesta.

Más allá del trabajo de intérprete

Mediante un acuerdo con el Ministerio de Defensa, se contrató a Alina Klocho y a otros miembros de la asociación para ejercer de intérpretes entre los militares ucranianos ingresados, y el personal del hospital.

Pasado el tiempo, fuentes de distintos ámbitos de las Fuerzas Armadas coinciden en señalar que la planta en la que están los heridos ucranianos se ha convertido en un problema, y que Alina Klocho ha asumido un protagonismo destacado, muy por encima de lo que correspondería normalmente a una intérprete.

Visita de Margarita Robles a los ucranianos ingresados en el hospital de Zaragoza (Foto: Iñaki Gómez / MDE).
Visita de Margarita Robles a los ucranianos ingresados en el hospital de Zaragoza (Foto: Iñaki Gómez / MDE).

En esa investigación que se abrió, se recogieron numerosas anomalías relacionadas con la presidenta de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón.

Entre otras situaciones, el personal del hospital ha denunciado que Klocho no deja a nadie hablar con los ucranianos si no está ella delante. Además, aseguran que filtra las visitas a los heridos, incluso de familiares de los heridos que han pedido ir a verles, y por eso da instrucciones al responsable de seguridad del centro.

Por ejemplo, a la hermana de uno de los heridos le dijeron que no podía pasar a verle si no estaba delante la intérprete.

Incluso, denuncian, tiene acceso a los historiales clínicos de los heridos. Médicos y enfermeros del hospital han visto con desagrado esta extralimitación, ya que hasta les ha tratado de contradecir en sus diagnósticos médicos.

Indignación entre médicos

Otra anomalía que ha salido a la luz en la investigación es que la intérprete está presente en reuniones que mantiene el director del hospital con los médicos que atienden a los ucranianos, pese a que en esas reuniones no hay nada que traducir, ya que sólo participa personal médico español.

A los profesionales sanitarios les causa indignación que Klocho opine y les contradiga a ellos durante esas reuniones.

Se han producido además rifirrafes entre la intérprete y algunos trabajadores: un fisioterapeuta, auxiliares de enfermería, celadores... También ha habido episodios desagradables entre pacientes ucranianos y el personal.

El general director del hospital

Las fuentes consultadas por ECD coinciden en señalar, según los testimonios recabados al personal del hospital, que la intérprete lleva a cabo todas estas actuaciones con el beneplácito del general Lara, el director del centro.

El asunto no se basa en rumores y comentarios. Se ha investigado, y se ha informado a la cadena de mando de la Sanidad Militar de lo que ocurre en el Orad y Gajías de Zaragoza.

Uno de los puntos que causa preocupación es la estrecha relación personal que se observa entre Alina Klocho y el general de brigada Juan Antonio Lara.

Miembros del Cuerpo Militar de Sanidad han comprobado que Klocho ha acompañado a Lara a actos oficiales, incluso fuera de Zaragoza; actos, de nuevo, en los que no eran necesarios sus servicios como intérprete.

El general Lara, la intérprete y varios heridos ucranianos.
Ucranianos heridos, en el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías, de Zaragoza.

Comentarios sobre el CNI

Hay más elementos que provocaron preocupación en las Fuerzas Armadas. Según las fuentes consultadas por ECD, Alina Klocho ha llegado a comentar en el hospital, sobre todo a los ucranianos heridos y a otros intérpretes, que ella ha trabajado para el Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

En estos comentarios, desliza también que ha colaborado, en general, con servicios de inteligencia.

Estas afirmaciones causaron cierto impacto interno, y fueron otro de los motivos para investigar lo que estaba sucediendo en el hospital militar de Zaragoza.

Servicios de inteligencia

Confidencial Digital se puso en contacto con el Centro Nacional de Inteligencia para preguntar si es cierto que esta intérprete de los ucranianos ingresados en Zaragoza colabora, o colaboró en el pasado, con el CNI. Desde el servicio de inteligencia se limitaron a responder que no pueden confirmar si alguien colabora o no con el CNI.

Fuentes militares se inclinan por descartar que realmente trabaje o haya trabajado para el CNI.

Pero lo cierto es que los comentarios sobre vínculos de Klocho con servicios de inteligencia tampoco han sido algo aislado, sino se han repetido. En ámbitos militares circula también la información de que tendría familiares en Rusia, o de nacionalidad rusa, alguno de los cuales trabaja para la inteligencia rusa.

A todo esto se añade que, de acuerdo con las mismas fuentes, el contacto de esta intérprete con el agregado de Defensa de la Embajada de Ucrania en Madrid es muy habitual, y muy estrecho, más allá del normal que se explica por su trabajo con los soldados ucranianos enviados a Zaragoza para ser atendidos de las heridas sufridas en la guerra.

Preocupa en la Subsecretaría

Lo sucedido en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza ha sido elevado a la cadena de mando. Preocupa el papel de la intérprete, pero sobre todo, su vinculación con el general Lara.

De todo lo que ocurre han sido informados al menos la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el inspector general de Sanidad de la Defensa, el general de división farmacéutico Juan José Sánchez Ramos.

Uno de los cometidos del inspector general de Sanidad de la Defensa es gestionar la red sanitaria militar. Es, por tanto, el superior directo del general de brigada Juan Antonio Lara Garrido.

Estas polémicas que envuelven desde hace meses al hospital militar de Zaragoza, por los ucranianos allí ingresados, también preocupan en la Subsecretaría de Defensa, que dirige Adoración Mateos. Según la estructura orgánica del ministerio, la Sanidad Militar depende de la Subsecretaría.

A la izquierda, Adoración Mateos; a la derecha, el general Sánchez Ramos.
A la izquierda, Adoración Mateos; a la derecha, el general Sánchez Ramos.

Cercanía al director

Los comentarios sobre vínculos con servicios de inteligencia que rodean a la intérprete de ucraniano preocupan especialmente en ámbitos de Defensa por la cercanía de Klocho al director del hospital.

Juan Antonio Lara Garrido dirige el Orad y Gajías desde febrero de 2020. Era coronel, el empleo que tenían hasta entonces los directores del hospital de Zaragoza: la antecesora de Lara era coronel, Ana Betegón.

A propuesta de Margarita Robles, el Consejo de Ministros ascendió al coronel Lara a general de brigada en junio de 2022.

Candidato a inspector general de Sanidad

Entre mandos de la Sanidad Militar, pero ya también en otros ámbitos militares, desde hace tiempo se daba por hecho que el general Lara será el próximo inspector general de Sanidad de la Defensa.

En abril de 2024, el general Sánchez Ramos pasará a la reserva, y por tanto quedará vacante el puesto de inspector general. Por esas mismas fechas, quedará vacante también el puesto de director de Sanidad del Ejército de Tierra, por pase a la reserva del general de brigada Antonio Lobato.

Habrá entonces movimientos de generales y de oficiales, y todas las fuentes coinciden en señalar que, al menos hasta el momento, el preferido de Margarita Robles para asumir la Inspección General de Sanidad de la Defensa es Juan Antonio Lara.

Margarita Robles y el general Juan Antonio Lara (Foto: Marco Romero / MDE).
Margarita Robles y el general Juan Antonio Lara (Foto: Marco Romero / MDE).

Señalan que la ministra lleva desde 2022 muy volcada en toda la asistencia militar a Ucrania y, en ese sentido, se muestra muy satisfecha con el trabajo del Hospital General de la Defensa Orad y Gajías de Zaragoza, y particularmente con su director.

Eso pondría a Lara por delante, por ejemplo, de Javier Areta, el director del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, de Madrid. Areta ascendió a general de brigada apenas un mes después que Lara, en julio de 2022.

Habilitación Personal de Seguridad

La posibilidad de que Juan Antonio Lara tome las riendas de la Sanidad Militar ha hecho que se ponga más el foco en Alina Klocho.

En ciertos puestos de las Fuerzas Armadas, como en otros ámbitos de la Administración General del Estado, se requiere que quienes los ocupan cuenten con una Habilitación Personal de Seguridad (HPS), que les autoriza para acceder a cierto nivel de información clasificada.

Los grados de clasificación de la información en España son, de mayor a menor, los siguientes: secreto, reservado, confidencial y difusión limitada.

Dependiente del director del CNI, que tiene la consideración de Autoridad Delegada para la Seguridad de la Información Clasificada, existe la Oficina Nacional de Seguridad, que se encarga de gestionar las autorizaciones para acceder a información clasificada.

La información clasificada es “aquella información generada por la Administración y las empresas españolas o entregada a estas en virtud de los tratados o acuerdos internacionales suscritos por España que debe ser protegida para evitar que su divulgación o manejo no autorizado comprometan los intereses del Estado”.

Detectar vulnerabilidades

Para que la Oficina Nacional de Seguridad conceda una Habilitación Personal de Seguridad, el organismo al que pertenece la persona solicitante debe presentar una serie de documentos con información de dicha persona.

Además, con esa solicitud se autoriza a que la Oficina Nacional de Seguridad, en definitiva el CNI, inicie un proceso de investigación acerca de esa persona y sobre su entorno, que “será tanto más exhaustiva en tanto el grado de información clasificada al que se necesite acceder sea mayor”.

La investigación tiene por objeto descartar, o detectar, vulnerabilidades y amenazas conocidas de esa persona, antes de que se le permita manejar información clasificada.

“Del resultado de dicho análisis se inferirá un grado de confianza en la lealtad, honradez, fiabilidad y vulnerabilidad de las personas a las que se conceda acceso a Información clasificada”, se indica en la regulación de estas habilitaciones.

Relaciones con gobiernos extranjeros

Tal y como se detalló en estas páginas, el formulario de Declaración Personal de Seguridad consta de nueve páginas.

Las cinco primeras corresponden al formulario en sí, con casillas que el solicitante debe rellenar con información personal, no sólo de sí mismo, sino de las personas de su entorno más cercano. Junto a información normal de identificación y contacto, se van incluyendo preguntas menos habituales, como el número de hijos.

Parte de la información que se debe reflejar en la Declaración Personal de Seguridad se refiere a las titulaciones y la formación académica del solicitante, con especificación del centro donde estudió.

Las estancias en el extranjero son otro asunto que el interesado debe revelar en el cuestionario. Interesan todas las que hayan durado más de tres meses, en los últimos diez años: cuándo, dónde y el “motivo detallado” de esas estancias en otros países.

O con un servicio de inteligencia

Como es obvio, el proceso para conceder una Habilitación Personal de Seguridad trata de descubrir si un funcionario u otra persona con acceso a información secreta, confidencial o reservada, ha sido contactado por un servicio de inteligencia extranjero. Es, por tanto, una prevención básica de contrainteligencia.

Por ello, en la Declaración Personal de Seguridad se exige detallar las “relaciones o trabajo con gobiernos extranjeros, o en organizaciones / programas internacionales o multinacionales”, especificando el país, el gobierno u organismo, y el tipo de relación que mantuvo esta persona.

Parejas pasadas y pareja actual

El solicitante debe ‘desnudar’ hasta cierto punto su intimidad personal. Por ejemplo, tiene que identificar a todas las parejas estables que haya tenido en los últimos diez años: nombre y apellidos, nacionalidad, período de convivencia y el grado de relación actual que mantienen.

Sobre la pareja actual, en el caso de que la tenga, el militar, funcionario, alto cargo o cualquier otra persona que pretenda conseguir la habilitación, tiene que revelar numerosos detalles.

Además de explicar si son cónyuges, cohabitantes, pareja de hecho u otro tipo de relación, y señalar el año que iniciaron la relación, ha de rellenar los mismos campos que para sí mismo: puesto de trabajo actual y anteriores, lugar de residencia actual y en los últimos diez años, formación académica, relaciones con gobiernos extranjeros u organismo internacionales...

Padres, suegros y servicio doméstico

Asimismo, la investigación alcanza también a los padres del solicitante, e incluso a sus suegros. Se exige identificarles (nombre, apellidos y DNI) y revelar su lugar de residencia, la nacionalidad (de origen y actual) y la profesión, empleo u ocupación.

Incluso debe incluir también “datos de personas convivientes”, entendidas como “familiares o no, mayores de edad, no incluidos anteriormente, que habitan de forma fija o temporal, o que trabajan como servicio doméstico, en el domicilio habitual del interesado”.

Esta parte de la Declaración Personal de Seguridad, que tramita el CNI, termina indicando que se aporten datos de contacto de “dos personas de su entorno, mayores de edad, no incluidas en otros apartados anteriores de esta declaración, que puedan dar referencias sobre usted”.

Mandos militares relacionados con extranjeros

Pero lo cierto es que, según aseguran a Confidencial Digital fuentes militares, el puesto de director del Hospital General de la Defensa, en Zaragoza, no requiere Habilitación Personal de Seguridad.

De requerirla, y de tenerla, el actual director, debería comunicar a la Oficina Nacional de Seguridad cualquier relación personal reseñable.

Distintos mandos militares consultados por ECD aseguran que, cuando un militar de alta graduación, o destinado en un puesto sensible y con acceso a información delicada, inicia una relación personal con una persona extranjera, siempre se le investiga. “Y si es de ciertos países, más aún”, aseguran.

Cercanía a Rusia

Si ese extranjero procede de un país de la OTAN, se le aplica cierta “presunción de inocencia”, por así decir, aunque con excepciones. Por ejemplo, se tiene más cuidado con nacionales de las ex repúblicas soviéticas del Báltico (Estonia, Letonia y Lituania).

No se pasa por alto que en estos países, sobre todo en Estonia y Letonia, existe un alto porcentaje de población rusa: emplean la lengua rusa, y se consideran nacionales rusos, pese a los años que han pasado desde la desintegración de la Unión Soviética y la independencia de estas repúblicas.

Existen casos reales de oficiales y oficiales generales de las Fuerzas Armadas, que se han casado o han tenido parejas de estos países, y por ello han tenido que informar y se ha investigado el pasado de sus parejas.

Lo mismo ocurre, desde luego, cuando la pareja es de nacionalidad rusa. Y también Ucrania es uno de los países que despierta el interés de quienes investigan estas relaciones personales, siempre con la intención de garantizar que no se produce ninguna vulnerabilidad de seguridad por relaciones con servicios de inteligencia extranjeros.

Su biografía

Sobre sí misma, Alina Klocho ha declarado en entrevistas que reside en Zaragoza desde 2015. Es decir, llegó después de la revolución naranja, que derrocó a un presidente prorruso, y el inicio del conflicto en las regiones orientales de Donetsk y Lugansk.

En su ciudad natal, Chernivtsi (en el oeste de Ucrania, cerca de la frontera con Rumanía), trabajaba para un banco, y decidió trasladarse a España cuando se empezó a hablar de que Ucrania iba a cerrar las fronteras. No pocos ucranianos se marcharon del país, entre otros motivos, para evitar ser llamados a filas al ejército para combatir contra los separatistas prorrusos.

El marido de Klocho también reside en España. Ambos regentaban un negocio en Zaragoza, que cerraron antes de que ella comenzara a trabajar como intérprete en el hospital militar.

Fuentes policiales aseguran que el marido se mueve en Zaragoza con coches muy llamativos, de alta gama.

Alina Klocho, de acuerdo con las fuentes consultadas, no tiene la nacionalidad española. La legislación permite solicitar la nacionalidad española por residencia legal y continuada de diez años, que se reduce a cinco para quienes tengan la condición de refugiado. Con dos años basta para los nacionales de países iberoamericanos, Andorra, Filipinas, Guinea Ecuatorial, Portugal o personas de origen sefardí, y sólo uno para personas con ciertos vínculos familiares o biográficos con España.

Defensa no responde

ECD contactó por teléfono con el Hospital General de la Defensa Orad y Gajías el jueves 19 de octubre, por la mañana.

Pidió hablar con la oficina del director, y allí solicitó hablar con el general Lara. La respuesta fue que toda petición de un medio de comunicación debía hacerse a través de la Dirección de Comunicación Institucional del Ministerio de Defensa.

Pese a insistir ECD en que parte de las preguntas eran sobre cuestiones personales, desde la oficina del director se mantuvieron en que la vía de contacto era el ministerio.

Ese mismo día, Confidencial Digital remitió al Ministerio de Defensa un correo electrónico con numerosas preguntas concretas sobre este asunto, del que, como ya se ha dicho, se asegura que la ministra tiene constancia, al menos en parte.

Al cierre de esta edición, no se había obtenido respuesta del ministerio ni de la directora de comunicación, Yolanda Rodríguez, a las preguntas planteadas.

También se envió una consulta a la Embajada de Ucrania en España, en lo referente al papel del agregado de Defensa. Tampoco hubo contestación.

Un gigante ruso de Internet

Asimismo, ECD llamó por teléfono al móvil de contacto de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón, para tratar de recabar la versión de su presidenta. Tras una llamada el jueves 19, y otra el viernes 20, que no tuvieron respuesta, envió un mensaje de WhatsApp a ese mismo número.

No hubo ninguna respuesta, tampoco a una tercera llamada, ni a un correo electrónico enviado a la dirección de contacto por email de la asociación.

Esa dirección incluye el nombre de “alina” y está abierta en Mail.ru, empresa ahora conocida como VK, un gigante ruso de internet que opera también redes sociales y páginas muy populares en Rusia como Odnoklassniki y Vkontakte.

Fuera de Rusia, VK y Mail.ru es utilizado por personas que rechazan recurrir a los servicios de Google, Microsoft y Meta, por temor a que sus comunicaciones sean espiadas por las compañías estadounidenses.

El coronel subdirector

Después de días investigando todo esta polémica sobre el Hospital General de la Defensa de Zaragoza, fuentes militares aseguraron a Confidencial Digital que en ámbitos de la Sanidad Militar empezaba a circular el asunto con mayor intensidad, si bien es algo conocido en algunos círculos de las Fuerzas Armadas desde hace meses.

Es más, afirmaron que habían llegado mensajes al subdirector del hospital, el coronel Álvaro Vázquez Prat, de que podría ser el relevo del general Lara como director, en un horizonte temporal cercano, en el caso de que toda esta polémica se desborde.

Visita de la ministra de Defensa al Hospital General de la Defensa en Zaragoza (Foto: Ricardo Pérez/MDE).
Visita de la ministra de Defensa al Hospital General de la Defensa en Zaragoza (Foto: Ricardo Pérez/MDE).

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