Unidad de inteligencia Humint: por qué Robles premió la evacuación de Kabul

Depende del director del CIFAS, tuvo un papel clave en la operación de rescate de colaboradores afganos, y en las Fuerzas Armadas sus miembros son conocidos como “los espías de la ministra”

Margarita Robles condecora a un militar por la evacuación de Kabul (Foto: Marta Fernández / Europa Press).
Margarita Robles condecora a un militar por la evacuación de Kabul (Foto: Marta Fernández / Europa Press).
  1. Felicitación colectiva
  2. Cruces del Mérito Militar
  3. Demasiadas medallas por Kabul
  4. “Los espías de la ministra”
  5. Teniente general Romero Losada
  6. Nuevo ascenso
  7. Relevaron al CNI en zona de operaciones
  8. La tragedia de Irak
  9. Estructura “clasificada”
  10. Subdirección de Apoyo a la Inteligencia
  11. El ‘salto’
  12. Cuatro unidades
  13. Otros medios de obtención
  14. Situaciones que afectan a la defensa nacional
  15. Encargos directos de la ministra
  16. Contacto con los colaboradores afganos
  17. Operaciones de evacuación
  18. Medallas a militares de la Unidad Humint
  19. Con distintivo rojo
  20. No fueron a Sudán
  21. Desplegados en Líbano, Mali e Irak
  22. No en Europa del Este
  23. El ciclo de inteligencia
  24. Analistas
  25. “Información clasificada”
  26. Diferencias con el resto del CIFAS
Un avión A400M de Defensa realizando la evacuación de afganos en Kabul, en agosto de 2021 (Foto: Ministerio de Defensa).
Un avión A400M de Defensa realizando la evacuación de afganos en Kabul, en agosto de 2021 (Foto: Ministerio de Defensa).

Las Fuerzas Armadas españolas evacuaron de Sudán, hace nueve meses, a un centenar de civiles, españoles y de otras nacionalidades, ante el estallido de un conato de guerra civil en ese país africano. Esta operación militar no ha merecido el mismo reconocimiento que la de Kabul en agosto de 2021.

La evacuación de Sudán tuvo dos fases, entre finales de abril y principios de mayo de 2023. La primera fue terrestre y aérea, con el nombre de Operación ‘Eva Sierra’ de Evacuación de no combatientes en Sudán.

Miembros de la I Bandera ‘Roger de Flor’ I/4 de Paracaidistas (del Regimiento de Infantería ‘Nápoles’ nº 4, de la Brigada ‘Almogávares’ VI de Paracaidistas), con ‘guerrilleros’ del Mando de Operaciones Especiales (MOE) del Ejército de Tierra, condujeron hasta aviones del Ala 31 del Ejército del Aire a alrededor de un centenar de personas, que volaron a Yibuti, y posteriormente una parte de los evacuados viajaron a España.

Felicitación colectiva

Hubo una segunda fase de esa evacuación, desde Port Sudán, en el Mar Rojo, hasta Yeda, en la costa de Arabia Saudí, a cargo de la fragata ‘Reina Sofía’, de la Armada.

A los participantes en ambas operaciones, Margarita Robles les concedió una felicitación colectiva, que se publicó en el Boletín Oficial del Ministerio de Defensa el 20 de septiembre.

Tal y como contó ECD el martes 16 de enero, existe cierto malestar en sectores de las Fuerzas Armadas por la diferencia de trato a los militares desplegados en Sudán en la primavera de 2023, respecto a los que participaron en la evacuación de no combatientes en Afganistán en agosto de 2021.

Cruces del Mérito Militar

Pasados tres meses de la operación de Kabul, la ministra de Defensa colocó cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico, con distintivo rojo, azul o blanco sobre el uniforme de algunos de los 164 condecorados.

Las medallas se entregaron en un acto solemne en la Escuela de Guerra y Liderazgo del Ejército de Tierra, en Madrid, con presencia de altos cargos del Ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas.

Por la evacuación de Sudán no hubo acto, ni siquiera concesión de medallas, sino tan sólo las felicitaciones colectivas.

 

Demasiadas medallas por Kabul

Fuentes consultadas por Confidencial Digital apuntaron que en el Ministerio de Defensa se había extendido cierta sensación de que el reparto de medallas por la evacuación de civiles de Afganistán “se fue de madre”.

La conclusión fue que se concedieron demasiadas cruces y, además, con un reconocimiento demasiado elevado, al ser con distintivo rojo, que no tienen muchos militares que se enfrentaron a situaciones de combate contra los talibanes.

De ahí que a partir de entonces se decidiera adoptar una política mucho más restrictiva en la aprobación de recompensas militares. Eso perjudicó a los militares que desplegaron en Sudán.

“Los espías de la ministra”

Otras fuentes militares, de igual forma bien situadas en la estructura del Ministerio de Defensa y conocedoras del caso, añaden a Confidencial Digital un dato clave sobre estas diferencias en el reconocimiento de una y otra operación de evacuación.

Destacan que en la misión de Kabul, y no en la de Sudán, participó la Unidad Humint. ‘Humint’ es el acrónimo, en inglés, de “human intelligence”, es decir, inteligencia de fuentes humanas.

Se trata de una unidad que agrupa a los militares que realizan labores de inteligencia en buena parte de las zonas de operaciones donde están desplegadas las Fuerzas Armadas en misiones internacionales, encuadrada bajo mando del director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS).

Ciertas peculiaridades acerca de su dependencia orgánica y algunas operaciones que ha llevado a cabo en los últimos años, han provocado que, según ha podido saber ECD, en ciertos ambientes militares se les conozca como “los espías de la ministra”, de Margarita Robles.

Teniente general Romero Losada

Al frente del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) se encuentra desde hace cuatro años Antonio Romero Losada. Fue nombrado director en otoño de 2019, para sustituir al general de división Francisco Rosaleny Pardo de Santayana, quien ocupó el cargo dos años y medio.

Romero pasó gran parte de su carrera en unidades de la Legión (como teniente, capitán y coronel). Antes de mandar el CIFAS, estuvo al frente de la Brigada ‘Galicia’ VII, la Brilat.

A propuesta de la ministra Margarita Robles, el Consejo de Ministros aprobó su ascenso de general de brigada a general de división en otoño de 2019, y fue situado al frente del servicio de inteligencia militar.

Nuevo ascenso

El pasado año 2023, el general Romero estaba a punto de pasar a la reserva, al cumplir un número de años determinado en los empleos de general de brigada y general de división. Habría entonces cesado en su puesto.

Pero, poco antes de llegar a la fecha de pase a la reserva, y cuando entre militares se daba por hecho su ‘jubilación’, el Consejo de Ministros (a propuesta de Robles) le ascendió a teniente general.

El ascenso causó cierta sorpresa entre altos mandos, ya que el antecesor de Romero, Rosaleny Pardo de Santayana, era general de división, si bien el anterior director, Francisco Gan Pampols, sí llegó a ser ascendido a teniente general mientras ocupaba este mismo cargo.

Relevaron al CNI en zona de operaciones

El cambio de director en 2019 es relevante en este caso, porque fuentes militares consultadas por Confidencial Digital señalan que fue poco después del nombramiento del general Romero como director del CIFAS cuando la Unidad Humint ‘ascendió’ dentro de la estructura interna del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

El Centro Nacional de Inteligencia ha conseguido “instalarse” muy bien en Afganistán y disponer de información clave sobre el terreno

Como tal, la Unidad Humint existía desde hacía años. Como se ha indicado, agrupaba, y agrupa, a los militares que realizan labores de inteligencia en aquellos países en los que hay tropas españolas desplegadas en misión.

Heredó esta función del Centro Nacional de Inteligencia. Antes de la creación del CIFAS, eran miembros del CNI quienes realizaban misiones de inteligencia para proteger a los militares destacados en el extranjero.

La tragedia de Irak

El ejemplo más claro, y trágico, es el de Irak. Los ocho agentes del CNI que fueron asesinados entre octubre y noviembre de 2003 en ese país tenían como principal cometido dar apoyo de inteligencia y seguridad a las tropas españolas que el Gobierno de José María Aznar había enviado después de la invasión de Estados Unidos y Reino Unido que derrocó el régimen de Sadam Husein.

En la etapa de José Bono como ministro de Defensa y del general Félix Sanz Roldán como JEMAD, se creó entre 2004 y 2005 el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

Una vez se puso en marcha, el centro incorporó personal y empezó a funcionar, entre otras funciones asumió esa tarea de inteligencia y protección de la fuerza en las zonas de operaciones en el exterior de las Fuerzas Armadas.

Los militares del CIFAS que realizaban esa misión fueron encuadrados concretamente en la Unidad Humint, cuyo método de trabajo era la “inteligencia humana”: se dedicaban a mantener relaciones con actores locales de los países donde estaban desplegadas las Fuerzas Armadas, y de esta forma conseguir información de interés para proteger al contingente español y suministrarle inteligencia.

Estructura “clasificada”

La Orden DEF/710/2020, de 27 de julio, por la que se desarrolla la organización básica del Estado Mayor de la Defensa, actualmente en vigor, revela con cierto detalle la estructura interna de órganos del Estado Mayor de la Defensa, como son el Estado Mayor Conjunto (EMACON), el Mando de Operaciones (MOPS), el Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE)...

La orden es más escueta sobre el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas. El artículo que define las funciones de este órgano ocupa tan sólo un párrafo, y no da ninguna información sobre cómo se organiza internamente.

Es más, en una norma anterior, la Orden DEF/1076/2005, de 19 de abril, por la que se desarrolla la estructura del Estado Mayor de la Defensa, se indicaba que “la estructura y funciones del CIFAS son las que recoge el Anexo que se inserta a continuación de la presente Orden que, por razón de la materia, queda clasificado”. Es decir, no era público, sino que estaba protegido como información clasificada.

Esta protección sobre la estructura interna es habitual en cualquier servicio de inteligencia.

Subdirección de Apoyo a la Inteligencia

Confidencial Digital ha podido saber que hasta la llegada del general Antonio Romero a la dirección del centro, esa Unidad Humint, de los militares de inteligencia desplegados en zona de operaciones, estaba encuadrada dentro de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia.

De esta subdirección dependen secciones de los distintos métodos o disciplinas de obtención de inteligencia: inteligencia de señales (SIGINT, captación de comunicaciones de radio, teléfono, de señales electrónicas...), inteligencia de imágenes (IMINT, mediante radar, fotografía...), inteligencia geográfica (GEOINT, información que aportan satélites como el PAZ, drones como los Predator), inteligencia de fuentes abiertas (OSINT, con SOCINT, de las redes sociales, medios de comunicación...), entre otras.

El ‘salto’

La Subdirección englobaba también la Unidad Humint, de fuentes humanas. Fue tras la llegada del general Antonio Romero cuando esta Unidad Humint dio un salto.

Por así decir, se independizó de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia, que mandaba un coronel.

Pasó a depender directamente del general director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas, con otro coronel (distinto del jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia) al mando de la unidad.

Cuatro unidades

Aunque, como se ha dicho, la estructura del CIFAS no se refleja en documentos públicos, el propio general director ha dado algunas pinceladas sobre ella en conferencias dirigidas a personas ajenas a las Fuerzas Armadas.

En esas charlas, el general Romero ha explicado que por debajo de él como director -que tiene un Estado Mayor, como órgano de asesoramiento y apoyo- existen cuatro unidades en el CIFAS.

Son la Subdirección de Inteligencia (Subdirint), la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia (Subdiraint), la Subdirección de Contrainteligencia y Seguridad (Subdirciseg) y la Unidad Humint.

Presentación sobre la estructura del CIFAS.
Presentación sobre la estructura del CIFAS.

Al frente de las subdirecciones de Inteligencia y de Apoyo a la Inteligencia hay sendos generales de brigada, pero la Subdirección de Contrainteligencia y Seguridad, y la Unidad Humint las mandan coroneles.

Todos estos detalles se pueden consultar en documentos de licitaciones públicas y en páginas web sobre eventos públicos que tuvieron como ponentes a estos mandos militares.

Una licitación pública para la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Una licitación pública para la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Acrónimos de unidades del CIFAS, en un pliego de contratación pública.
Acrónimos de unidades del CIFAS, en un pliego de contratación pública.
Un pliego firmado por el jefe de la Subdirección de Inteligencia del CIFAS.
Un pliego firmado por el jefe de la Subdirección de Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Un acto público con el jefe de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS.
Una licitación para la Subdirección de Contrainteligencia y Seguridad del CIFAS.
Una licitación para la Subdirección de Contrainteligencia y Seguridad del CIFAS.

Otros medios de obtención

Lo llamativo de este organigrama, que se mantiene desde poco después de que el general Romero asumiera la dirección del CIFAS, es que la unidad de inteligencia de fuentes humanas depende directamente del director del centro.

Las fuentes militares consultadas por Confidencial Digital plantean la pregunta de por qué eso sólo ocurre con la inteligencia de fuentes humanas. Lo explican con varios ejemplos.

Para que el CIFAS obtenga información procedente del satélite PAZ, le tiene que suministrar las imágenes el Centro de Sistemas Aeroespaciales de Observación (CESAEROB), del Ejército del Aire.

Si requiere imágenes tomadas desde un dron Predator, necesita que lo proporcione el Ala 23, también del Ejército del Aire.

El CIFAS no dispone de forma autónoma de estos medios de obtención de inteligencia geográfica, y las secciones que se encargan de gestionar la obtención de esa información se mantienen bajo competencia de la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia.

Sin embargo, queda bajo la competencia directa del director del CIFAS, sin intermediación, la Unidad Humint.

Situaciones que afectan a la defensa nacional

De acuerdo con el Real Decreto 521/2020, de 19 de mayo, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas, “el Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas es el órgano responsable de facilitar a la persona titular del Ministerio de Defensa, a través del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, y a las autoridades militares, la inteligencia militar precisa para alertar sobre situaciones internacionales susceptibles de generar crisis que afecten a la defensa nacional, así como de prestar el apoyo necesario, en su ámbito, a las operaciones, sin perjuicio de las competencias del Centro Nacional de Inteligencia”.

Además, “asesora al Jefe de Estado Mayor de la Defensa y a los Jefes de Estado Mayor de los Ejércitos en materia de contrainteligencia militar y seguridad en la estructura orgánica de las Fuerzas Armadas. Contribuye al asesoramiento del Jefe de Estado Mayor de la Defensa en el nivel estratégico de las operaciones militares”.

Encargos directos de la ministra

La dependencia directa de la Unidad Humint respecto al teniente general Antonio Romero Losada ha facilitado que este grupo de militares de inteligencia reciba desde hace tiempo encargos directos procedentes de la ministra de Defensa.

Así lo aseguran fuentes militares de alto nivel, conocedoras del funcionamiento actual del Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas.

En los últimos años, Margarita Robles ha confiado en esta unidad para llevar a cabo algunas misiones delicadas, complejas, que no se limitan estrictamente a las tareas de protección de la fuerza en zona de operaciones.

Estas misiones son secretas, y las fuentes consultadas no dan detalles sobre ellas. Sólo citan un caso concreto: la evacuación de Kabul.

Contacto con los colaboradores afganos

España retiró el 13 de mayo de 2021 al último grupo de 24 militares y dos intérpretes españoles que permanecían en Afganistán. Entonces, la misión de los militares españoles ya no era realizar patrullas de seguridad ni combatir a los talibanes, sino asistir, asesorar y entrenar a las fuerzas armadas afganas para que asumieran el control total del territorio.

Estados Unidos y otros 34 países (de la OTAN y asociados) decidieron ese año poner fin a 20 años de presencia militar en Afganistán, tras la invasión de 2001 contra el régimen talibán, como represalia a su apoyo a Al Qaeda y a Osama Bin Laden en los atentados terroristas del 11 de septiembre.

Operaciones de evacuación

La marcha de las tropas internacionales permitió que la insurgencia talibán volviera al poder en apenas unos meses. Eso llevó a numerosos gobiernos, incluido el español, a activar operaciones de evacuación, tanto de sus nacionales que permanecían en Afganistán, como de aquellos afganos que habían colaborado con embajadas y contingentes militares extranjeros, y que temían la venganza de los talibanes.

La gran operación de evacuación tuvo lugar en agosto de 2021. España envió aviones del Ejército del Aire y efectivos de Tierra y Aire para lograr reunir en el aeropuerto de Kabul, y luego sacar de Afganistán, a los españoles y a los colaboradores afganos.

Fuentes militares señalan que tuvo un papel principal en esta operación la mencionada Unidad Humint.

Habían sido sus miembros quienes, hasta la retirada de todos los militares españoles meses antes, habían estado en contacto en Afganistán con esos colaboradores afganos, entre ellos los traductores.

Mantenían la relación con esos afganos, y por eso fueron quienes se encargaron de localizarlos y gestionar su evacuación a España, en una operación que tuvo un gran eco y reconocimiento por parte del Ministerio de Defensa, con la ministra al frente.

Medallas a militares de la Unidad Humint

Según ha podido saber Confidencial Digital, cuando la ministra de Defensa firmó, en otoño de 2021, las resoluciones que concedían cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico por la evacuación de civiles desde Kabul, condecoró a varios miembros de la Unidad Humint.

En una noticia publicada en la web del Ejército del Aire el 27 de agosto de 2021, al concluir la operación de rescate en Afganistán, se indicaba que “han sido 171 militares los que han integrado el contingente necesario para llevar a cabo esta operación NEO, de los cuales 142 pertenecientes al Ejército del Aire”.

Y se precisaba más: “El escalón más avanzado lo ha constituido el destacamento desplegado permanentemente en el aeropuerto de Kabul, responsable de la seguridad y coordinación de la aeroevacuación, compuesto por 37 miembros del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo (EADA), y apoyado por un equipo de operaciones especiales del Ejército de Tierra formado por 14 militares, 2 componentes del Mando de Operaciones (MOPS) y 2 del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS)”.

Sin embargo, fueron más de dos los miembros del CIFAS, pero concretamente de la Unidad Humint, los que participaron en la evacuación y los que fueron condecorados por ello.

Con distintivo rojo

Personas conocedoras de esta operación aseguran que algunos de los militares de la Unidad Humint distinguidos por la misión de evacuación de civiles de Kabul recibieron cruces del Mérito Militar, Naval o Aeronáutico con distintivo rojo.

Como se contó en ECD el 16 de enero, las cruces del Mérito Militar, del Mérito Naval y del Mérito Aeronáutico con distintivo rojo se consideran “mérito destacado” cuando se realizan evaluaciones al personal militar.

Es decir, les suponen una ventaja sustancial respecto a sus compañeros, por ejemplo en procesos de ascenso. Además, los militares premiados con estas recompensas tienen en sus hojas de servicio la calificación de “valor reconocido”.

No fueron a Sudán

Mucho menos valor práctico para evaluaciones y ascensos tiene la felicitación colectiva que recibieron los participantes en las operaciones para sacar de Sudán a civiles que querían huir del conflicto civil que estalló en ese país en abril de 2023.

Las mismas fuentes consultadas subrayan que en esos despliegues en Sudán -como otras que hubo en Níger, Israel, en Egipto para evacuar a residentes en la Franja de Gaza...- no participó la Unidad Humint.

El motivo es que en esos lugares, como en Sudán, no habían estado anteriormente desplegadas las Fuerzas Armadas. En Afganistán sí, allí también habían estado los militares de inteligencia de la Unidad Humint, y por eso desde entonces tenían contacto con los afganos que colaboraron con las tropas españolas.

Al volver los talibanes a tomar el poder en 2021, la Unidad Humint se volcó en sacar de Afganistán a esos afganos que habían realizado labores de traductores para los militares españoles, o que habían desempeñado otras tareas de apoyo.

De ahí que miembros de la unidad realizaran una importante labor de coordinación y liderazgo en el dispositivo para localizar, convocar, trasladar al aeropuerto de Kabul y enviar a Dubái, y luego a Torrejón de Ardoz, a esos colaboradores afganos.

Desplegados en Líbano, Mali e Irak

La retirada de Afganistán no ha dejado sin misiones en el exterior a esta Unidad Humint.

En la mayoría de los lugares donde hay contingentes españoles desplegados, hay también destacado lo que se denomina “Elemento Nacional de Inteligencia de Defensa”, por sus siglas, ENID.

Se trata de células de inteligencia que asesoran al jefe de Seguridad y al jefe de la Fuerza en misiones en el exterior, en materia de seguridad.

Los miembros de estos Elementos Nacionales de Inteligencia de la Defensa los proporciona la Unidad Humint que depende del director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

De acuerdo con las fuentes consultadas por Confidencial Digital, actualmente hay militares de la Unidad Humint desplegados en esas células ENID al menos en Líbano, en Mali y en Irak, tres de los países donde trabajan contingentes de las Fuerzas Armadas españolas.

No en Europa del Este

Sin embargo, no hay miembros de la esta unidad de inteligencia en Letonia, donde España mantiene unos 600 militares de unidades del Ejército de Tierra con carros Leopard y vehículos Pizarro, entre otros medios.

Allí, y en otros despliegues en países de la OTAN en Europa del Este, cerca de Rusia, quien asume las funciones de inteligencia es el Mando de Operaciones.

El Mando de Operaciones, bajo la dependencia del JEMAD, es el órgano responsable del planeamiento operativo, la conducción y el seguimiento de las operaciones militares, tanto de carácter nacional, como de las operaciones multinacionales con participación española, cuando España asuma su liderazgo.

El Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire preparan a la Fuerza y, cuando sus unidades son enviadas a misiones en el exterior, transfieren la responsabilidad sobre esas unidades al Mando de Operaciones.

El Estado Mayor del Mando de Operaciones cuenta con una sección de Inteligencia, identificada como J2. Se encarga de la inteligencia a nivel operacional y táctico en esas operaciones.

El ciclo de inteligencia

El Mando de Operaciones también es responsable de la conducción de las operaciones en Líbano, Mali e Irak, donde sí hay desplegados militares de la Unidad Humint.

Sin embargo, según explican a Confidencial Digital fuentes militares, la información que esos especialistas en inteligencia de fuentes humanas obtienen en las zonas de operaciones no la envían directamente al Mando de Operaciones.

Siguen los pasos del llamado ciclo de inteligencia. Ellos realizan la tarea de obtención de información, como hacen por su parte otras áreas de obtención que sí están encuadradas en la Subdirección de Apoyo a la Inteligencia del CIFAS, como puede ser IMINT (inteligencia de imágenes).

Analistas

Esa información obtenida “en bruto” se envía a la Subdirección de Inteligencia del CIFAS (en la base de Retamares, al oeste de Madrid), que cuenta con analistas de inteligencia que asumen la fase de elaboración. Se encargan de analizar la calidad y el origen de la información, estudiarla, integrar todos los datos procedente de distintas fuentes y métodos de obtención, interpretar toda esa información, y finalmente redactar informes, productos de inteligencia.

El siguiente paso en el ciclo de inteligencia es la difusión, el envío o distribución del producto de inteligencia a las autoridades responsables de adoptar decisiones.

Ese ciclo se realiza en el CIFAS, que finalmente envía los informes al Mando de Operaciones y a otras autoridades del Estado Mayor de la Defensa, del Ministerio de Defensa e incluso de los ejércitos y la Armada, si es preciso.

“Información clasificada”

ECD remitió una consulta al Estado Mayor de la Defensa, con varias preguntas sobre los militares que realizan estas misiones de inteligencia en las zonas de operaciones de las Fuerzas Armadas.

La respuesta a estas preguntas fue que no podían dar respuesta, al tratarse de “información clasificada”.

Diferencias con el resto del CIFAS

La Unidad Humint acumula particularidades respecto al resto de unidades del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas.

Además de las ya señaladas, sobre su dependencia directa del director del CIFAS y sobre misiones encomendadas por la ministra, mantiene cierta separación tanto física como orgánica con el resto del centro.

Las fuentes consultadas por ECD explican que a la Unidad Humint se ingresa de forma distinta que al resto del CIFAS.

De hecho, el CIFAS y la Unidad Humint son vacantes distintas, con distinto código, a las que pueden optar los militares del Ejército de Tierra, de la Armada y del Ejército del Aire.

Quienes obtienen plaza en la Unidad Humint realizan un curso de inteligencia diferente al de quienes acceden a las subdirecciones del CIFAS.

Algunas fuentes apuntan que las retribuciones económicas de los militares de la Unidad Humint son más elevadas que las que quienes están destinados en otros ámbitos del CIFAS.

Un avión A400M de Defensa realizando la evacuación de afganos en Kabul, en agosto de 2021 (Foto: Ministerio de Defensa).
Un avión A400M de Defensa, en el aeropuerto de Dubái durante la evacuación de afganos, en agosto de 2021 (Foto: Ministerio de Defensa).

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